Santuario de la Memoria de la Hoyada en Perú: un espacio para la sanación y la reconciliación

El conflicto armado interno peruano finalizó el año 2000, pero todavía existen situaciones no resueltas que mantienen la incertidumbre en muchas familias de desaparecidos. Con el objetivo de sanar esta herida y, al mismo tiempo, de aportar al proceso de reconciliación nacional, los arquitectos de AWAQ Estudio y Estudio SHiCRAS se unieron a diversas organizaciones para convertir un espacio de peregrinación natural -ubicado en el sector de la Hoyada (Departamento de Ayacucho)- en un Santuario de la Memoria, incluyendo en su diseño la participación directa de los familiares involucrados.

El proyecto basa su diseño en la intensa memoria del lugar y el valioso legado prehispánico del Perú: la arquitectura de Pumacocha, su entender de la piedra y el manejo del agua; el arte de los tejidos Wari, para repensar tejidos de encuentro socio-espaciales; y el paisaje de las Líneas de Nazca, que permite apreciar un arquitectura hecha para el cielo, para algo que va más allá del hombre.

Santuario de la Memoria de la Hoyada en Perú: un espacio para la sanación y la reconciliación - Más Imágenes+ 17

Descripción por los arquitectos. La CVR concluye que el número total de muertos y desaparecidos por el conflicto armado interno peruano se puede estimar en alrededor de 69.280 personas, identificando a la región Ayacucho como la más afectada con cerca del 40% del total de víctimas.

Plano de ubicación

Para entender a plenitud la relevancia de estos acontecimientos no basta simplemente con reconocerlos desde el análisis científico de las huellas físicas que dejaron en nuestro territorio. Es de suma importancia intentar ponerse en el lugar de las víctimas que han sido dejadas atrás, en el olvido; dialogar con el sufrimiento del otro, preguntarnos si realmente quisiéramos que nuestros seres queridos jamás tengan entierro digno, que nunca sean reconocidos en una sepultura o nicho, que no tengamos un lugar donde rendirles homenaje, ni la certeza de que el ser desparecido hace más de diez años, efectivamente ha muerto. Imaginemos la ansiedad de la incertidumbre, de la búsqueda incesante, de la herida abierta que no puede sanar.

Amenaza y deterioro. Invasiones y un lugar con memoria como botadero de basura. Image Cortesía de Awaq Estudio + Estudio Shicras

Luego de catorce años de culminado el conflicto, la lucha por la memoria de las víctimas sigue siendo un eje trascendental en el proceso de reconciliación y justicia en el Perú. Tal como ha señalado el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), el sufrimiento y angustia de los familiares de personas desaparecidas durante el conflicto armado interno en el país no terminará hasta recuperar los restos, enterrarlos dignamente y que se les ofrezcan los rituales que manden su religión y costumbres. En muchos casos las heridas emocionales son más perdurables y dolorosas que las físicas. En ese sentido, el movimiento de derechos humanos ha concentrado su esfuerzo en el establecimiento de sitios de memoria donde los familiares de las víctimas puedan elaborar un proceso de sanación.

Familiares acompañando el proceso de exhumación en la Hoyada. Image Cortesía de Awaq Estudio + Estudio Shicras

ANFASEP, el movimiento ciudadano de derechos humanos de Ayacucho y otras diversas organizaciones, vienen trabajando, desde los inicios del proceso de exhumación hasta el día de hoy, en el cuidado, declaración y materialización de la Hoyada como “Santuario en memoria de las víctimas de la violencia”. Es en este contexto que en el año 2011, ante una alarmante depredación y tráfico de terrenos en áreas correspondientes a La Hoyada, se instaló una cruz que permitió realizar acciones de conmemoración. Desde entonces, se ha convertido en un espacio de peregrinación natural para los familiares de las propias víctimas, organizaciones de la sociedad civil y autoridades locales. Desde entonces las organizaciones e instituciones involucradas vienen solicitado formalmente al Gobierno Regional de Ayacucho que la zona denominada La Hoyada sea declarada como “Santuario de Memoria” y sea registrado como parte del Programa de Reparaciones Simbólicas. Día a día, el área de Santuario se viene utilizando como un botadero de basura o desmonte de construcción y siendo, constantemente, amenazada por traficante de terrenos.

La hoyada en el 2005. Área periférica baldía. La hoyada en el 2014. Proceso violento de ocupación territorial. Image Cortesía de Awaq Estudio + Estudio Shicras

Los arquitectos de AWAQ Estudio y Estudio SHiCRAS, en su perspectiva ética de contribuir en el diseño y construcción de espacios públicos que aporten en la generación de la ciudadanía en el proceso de reconciliación nacional, firmaron en enero del 2014 un acuerdo interinstitucional de cooperación con ANFASEP. En dicho acuerdo los, ahora, arquitectos de ANFASEP y del "Santuario de la Memoria", se proponen realizar un trabajo conjunto y participativo para impulsar, gestionar, desarrollar y materializar la creación del “Santuario en memoria de las víctimas de la violencia” en la Hoyada. El Santuario de la Memoria de Ayacucho representa para AWAQ y SHiCRAS una verdadera oportunidad de instalar un nuevo paradigma para nuestro país, una gran visión inclusiva y de diálogo. Es una oportunidad, a través de la cual la arquitectura sirve como un instrumento de auto-gestión, como un medio para defender, materializar y dialogar con las necesidades y el dolor de los afectados por la violencia ocurrida en el Perú; generando un espacio simbólico para el encuentro de los peruanos con sus desaparecidos, para su sanación y trasfiguración de sus seres queridos.

La Hoyada, huella de una desaparición, trama de exhumación, tanque de combustible y horno. Image Cortesía de Awaq Estudio + Estudio Shicras

Durante los meses de enero a julio de este año, ANFASEP-AWAQ-SHiCRAS han realizado una serie de encuentros (reuniones, talleres y entrevistas) con las organizaciones de afectados, de derechos humanos, autoridades y funcionarios locales, sobre cuya base se ha elaborado la propuesta del “Santuario de la Memoria” de la Hoyada, definiendo los conceptos del diseño urbanístico y arquitectónico, así como las componentes de lo que sería dicho Santuario. En el proceso participativo, se recogieron percepciones de los familiares y víctimas sobre el santuario como un gran espacio sagrado para el reconocimiento y memoria sobre los hechos ahí ocurridos, un espacio para el desarrollo de un proceso de sanación y un espacio reúna en una misma práctica la cosmovisión andina tradicional junto a la tradición cristiana.

Referencias de arquitectura, paisaje y arte prehispánico. Image Cortesía de Awaq Estudio + Estudio Shicras

Es así que la arquitectura que se plantea reconoce la memoria del lugar, la tradición y reconoce referentes en nuestro legado prehispánico: la arquitectura prehispánica de Pumacocha, su entender de la piedra y el manejo del agua; el arte de los tejidos Wari, para repensar tejidos de encuentro socio-espaciales; y el paisaje de las Líneas de Nazca, que permite apreciar un arquitectura hecha para el cielo, para algo que va más allá del hombre.

Aproximaciones a la trama de exhumación y proceso de diseño con la escultora Milagros Arias. Image Cortesía de Awaq Estudio + Estudio Shicras

El futuro Santuario para la Memoria ha sido proyectado en el terreno denominado La Hoyada, colindante al Aeropuerto de Ayacucho y al Cuartel Los Cabitos. El terreno también colinda con una zona urbana en proceso de consolidación. Este espacio posee una escala territorial, ya que permite ser percibido desde el cielo; puede ser, también, percibido desde el acantilado, ya en tierra, cuando se llega desde la ciudad, y, finalmente, desde la cota más baja y a nivel, cuando se llega desde los barrios colindantes. Para cada una de estas dimensiones de percepción se desarrolla una arista del proyecto del Santuario de Memoria, en donde la componente principal es el espacio como memoria, testigo y huella de lo allí ocurrido.

Proceso de diseño para el desarrollo de un “tejido de encuentro” entre familiares y desaparecidos

La accesibilidad del proyecto está garantizada por el camino que va paralelo al borde del aeropuerto; éste va acompañado por la cota más alta de un acantilado, en la cual se ubicará el ingreso principal, estacionamientos y un parque con árboles de alto fuste para mitigar el impacto visual. Ante la necesidad de generar un límite que proteja el Santuario, se propone un borde-perimétrico-paisajista, que, en vez de segregar y separar, articula la trama urbana contigua con la zona de exhumación y hallazgos. Asimismo, se desarrollarán tramos de mayor transparencia, espacios de miradores/plazuelas en las calles que llegan al perímetro para integrar el área urbana con el Santuario a modo de terraza. Buscando crear espacios de interacción y no de abandono, espacios de borde para que la población vecina se integre.

Tejidos y puntos de encuentro

La rampa que conecta, a través de su descenso por el acantilado, la zona contigua al ingreso principal con la capilla y, posteriormente, la plaza en torno a la cruz, es uno de los caminos y estancias más importantes. Dicha rampa, que conecta de norte a sur, posibilita el rito en su trayecto por medio de romerías o expresiones sociales inesperadas y prepara al visitante para su encuentro con lo ocurrido en la Hoyada.

Estrategias de intervención

Luego de haber descendido, hacia el sur-oeste, se concibe un espacio de Capilla que tendrá la posibilidad de extenderse al exterior o retraerse, según se requiera, para dar lugar a ceremonias íntimas o públicas de mayor tamaño. Por otro lado, a nivel del casco urbano colindante, hacia el sur, se desarrollara una plaza de piedra construida entorno a una cruz levantada por diversas organizaciones civiles, valorando y creando un espacio ceremonial y de acogida para los visitantes. Mientras que hacia el sur-este, con disposición aterrazada, se encontrará el Samay wasi o Casa abierta. Este edificio aterrazado es un espacio multifuncional y centro de acogida, implementado para dar información y acoger eventos, reuniones y talleres.

Planta general urbana paisajística del Santuario de la Memoria. Image Cortesía de Awaq Estudio + Estudio Shicras

Ahora bien, el Santuario de la Memoria esta articulado por un tejido de caminos peatonales (Away pacha) que nacen de la plaza en torno a la cruz y se desarrollan sobre el “tejido de búsqueda” o área excavación. Esta red de caminos permite el encuentro y rito, mientras conecta el paisaje natural, el paisaje construido, la trama de búsqueda y los espacios de hallazgos. Al tejido de caminos se le suma un “tejido” que revela las huellas de los 109 individuos encontrados en la Hoyada. En cada lugar donde hayan sido encontrados hallazgos y se haya ejecutado el procedimiento de exhumación, se desarrollara una trama escultórica que enmarque una huella o signo para la peregrinación y reconocimiento.

Vista de la llegada de la rampa ceremonial de ingreso al Santuario a la Capilla. Image Cortesía de Awaq Estudio + Estudio Shicras

La fuente para la vida (Kawsaypukyu) es el elemento central del Santuario, un espacio donde confluyen todos los caminos de búsqueda o hallazgos. La fuente constituye un elemento de resignificación. Es así que el tanque de combustible sería entendido como un tanque de agua, del cual brota este elemento por una primera fuente, cae a un canal de piedra tallada que recorre el mismo circuito que las retiradas tuberías, y, finalmente, se deja caer en el centro de donde antes hubo un horno. Ahí donde antes había fuego, se propone una fuente que llevara agua cíclicamente para “tratar” calmar y buscar sanar los hechos allí ocurridos.

Away pacha, tejido de caminos para el encuentro social. Image Cortesía de Awaq Estudio + Estudio Shicras

Hacia el norte, sobre el acantilado, se ubica el Museo del Santuario, un espacio para la construcción continua de la Memoria. En base a los mismos ambientes y conceptos museográficos de un museo de sitio, la sala de exposición permanente conservará y exhibirá los restos óseos, prendas de vestir, documentos y otras pertenencias con los que fueron hallados los cuerpos en el cementerio clandestino, al momento de las exhumaciones. A su vez, como una casa de la fotografía, se exhibirán las fotografías de los familiares y su búsqueda, de los cuerpos y evidencias encontradas en el cementerio clandestino. Por otro lado, la Sala de Usos Múltiples tendrá la capacidad de funcionar como auditorio para eventos, como un espacio creativo para diversas iniciativas o como sala de exposición que tenga la capacidad de acoger exposiciones importantes como Yuyanapaq, el Gran Quipu de la Memoria, entre otros.

Kawsay Pukiu. Resignificación de vestigios, donde hubo fuego, ahora habrá agua. Image Cortesía de Awaq Estudio + Estudio Shicras

Contiguamente, sobre un promontorio con una vista direccionada hacia la pampa de la Quinua, se encontrará ubicado el Wayra pata (Lugar del viento). Este espacio acogerá los más de 1500 no identificados, que actualmente se encuentran en el área de medicina legal de Ayacucho, en un memorial escultórico constituido por bandas longitudinales de piedra de baja altura en donde podrán inscribirse los nombres de los desaparecidos que yacen dispersos en la ladera.

Agua que fluye a través de un canal de piedra y deja caer un hilo de agua que irá apagando simbólicamente al “fuego” de lo que antes funcionó como un horno de cremación. 20. Descenso al encuentro de huellas y memorias. Image Cortesía de Awaq Estudio + Estudio Shicras

Finalmente, el 9 de febrero de este año, luego de un trabajo conjunto, el Presidente del Gobierno Regional de Ayacucho (GRA), Wilfredo Oscorima, ha colocado la primera piedra de lo que será el "Santuario de la Memoria". Es gracias a esta voluntad política y el trabajo de diferentes organizaciones que se da un gran primer paso para la materialización y reconocimiento de este memorial de carácter nacional, abrazando y dialogando con el pasado para comenzar un proceso de sanación de una constelación de memorias, nuestras memorias.

Ubicación: La Hoyada, Huamanga, Ayacucho, Perú
Año: Desde Enero de 2014, en proceso participativo
Área de Intervención: 6 Ha.
Arquitectura: Awaq Estudio + Estudio Shicras
Dirección y Gestión: Juan Carlos Zapata (Awaq Estudio), Luis Martin Piccini (Estudio Shicras)
Arquitectos: Diego Becerra, Kleber Espinoza, Luis Martín Piccini, Paulo Tubino, Juan Carlos Zapata
Socios Interdiciplinarios: José Carlos Arrunátegui (Participación Social), Milagros Arias (Escultura), Tiphaine Bernardin (Urbanismo)
Respaldado por: Anfasep, Movimiento de Derechos Humanos, Aprodeh, Comisedh, Idehpucp
Colaboradores: José Carlos Contreras, Álvaro Contreras, Kelly Cerón, Abelardo Palacios, Fredy Quispe, Mariana Vise, Jhordano Zabanick
Fotografía: Anfasep, Apoyo Para La Paz, Awaq Estudio, Estudio Shicras

Galería de Imágenes

Ver todoMostrar menos
Sobre este autor/a
Cita: José Tomás Franco. "Santuario de la Memoria de la Hoyada en Perú: un espacio para la sanación y la reconciliación" 24 feb 2015. ArchDaily México. Accedido el . <https://www.archdaily.mx/mx/762689/santuario-de-la-memoria-de-la-hoyada-en-peru-un-espacio-para-la-sanacion-y-la-reconciliacion> ISSN 0719-8914

Has seguido tu primera cuenta!

¿Sabías?

¡Ahora recibirás actualizaciones de las cuentas a las que sigas! Sigue a tus autores, oficinas, usuarios favoritos y personaliza tu stream.