Cine y Arquitectura: "The Giver"

Mucho antes de que la literatura juvenil se convirtiese en una tendencia cinematográfica y estableciese una nueva ola dentro de los mundos distópicos de la ciencia ficción, Lois Lowry publicaba su novela “The Giver” en 1993. Su historia, como muchas otras, comienza con la ensoñación de un mundo perfecto donde la guerra y el dolor han sido erradicados, para de forma gradual descubrir que aquella realidad es tan solo un proceso mecánico, un sistema roto donde la humanidad se encuentra inserta. La novela recibió una gran cantidad de premios y críticas positivas, adaptándose al teatro y convirtiéndose en una lectura obligada para niños. El actor Bill Cosby trato de llevarla a la gran pantalla en 1994, pero finalmente seria Jeff Bridges, tras varios años de negociaciones, quién no solo concretara el proyecto sino quién lo protagonizaría.

Con una estética pulida, la cinta nos transporta hacia una comunidad modelo, donde todos los aspectos de la vida son positivos y en donde todas las personas conviven en armonía. De inmediato salta a la vista la falta de color de las imágenes, siendo un mundo en blanco y negro pero con una estética muy moderna y tecnológica. Esta falta de pigmento sin embargo no inmuta a sus protagonistas y vasta una pincelada de color, para hacer la aclaración al espectador de que lo que mira es el reflejo de lo que en verdad perciben los protagonistas.

La organización espacial de esta comunidad utópica en pantalla resulta brillante porque en ella se reflejan todos los valores por los cuales se rige. Repartidas en racimos circulares, las viviendas están repartidas de tal forma que ninguna es más privilegiada que otra. Cada modelo de casa es igual que la anterior, sin rasgos históricos o culturales, simples cajas blancas insertadas dentro de barrios de calles limpias y en armonía con la naturaleza. Cada uno de estos racimos se interconecta dentro de una trama mayor en el territorio, completamente simétrica la cual aboga por la igualdad y el orden, pero también por el control de su población. Su imagen sobre una meseta rodeada de nubes, refuerza su sentido paradisiaco como si se tratara de un monte Olimpo futurista.

Para el diseño de la comunidad, la autora se basó en bases y campos militares en los cuales paso su juventud debido al trabajo de su padre. La arquitectura, más allá de su emplazamiento y materiales, busca crear un ambiente seguro y en orden, igualitario y hermético. Pero a la vez que brinda las bases para una vida confortable, también lo hace para el control de todos los aspectos de la población, quienes monitoreados constantemente deben seguir las reglas del gobierno.

La sociedad en “The Giver” posee paralelismos con obras clásicas como “Logan’s Run” y “THX 1138" donde la humanidad no es otra cosa que un producto en serie cuya misión es la de reproducirse indefinidamente. Rasgos inherentes a la expresión humana como el arte están erradicados y por tanto, la humanidad atraviesa un estancamiento en su desarrollo, no es más que un momento de la historia que se repite eternamente.

Resulta curioso que la estética de la cinta, aunque futurista y de alta tecnología, posea un aspecto retro en muchos de sus elementos como su ropa unisex, la cual parece salida de filmes de la década de los 70's. Esto refuerza la noción crítica hacia la postura del movimiento moderno en dicha época, la cual abogaba por una arquitectura igualitaria pero vacía, aséptica pero deshumanizante.

Pese a que el resultado de la cinta no resulta completamente convincente, sobre todo en sus apresuradas partes finales, “The Giver” es un buen análisis sobre la importancia de la cultura y la historia dentro del desarrollo humano. Aspectos básicos como lo cotidiano, en ausencia crean ambientes vacíos y mecánicos, ambientes donde en lugar de risas y entendimiento se crea soledad y aislamiento.

Perfil del Director

Phillip Noyce es un director de cine de nacionalidad australiana nacido el 29 de abril de 1950 en Griffith, Nueva Gales del Sur. Comenzó a realizar cortometrajes a la edad de 18 años utilizando a amigos cercanos como su reparto. Después de graduarse de la Universidad de Sydney se uniría a la Escuela Australiana de Cine, Radio y Televisión realizando su primer largometraje para la televisión en 1977.

Su primer éxito comercial vendría un año después con la cinta “Newsfront”, con la cual ganaría el premio al mejor director por parte del Instituto Australiano de Cinematografía. El salto a la industria norteamericana lo daría con la cinta “Dead Calm” (1989) con Nicole Kidman y Sam Neil como protagonista.

Hasta 1992 y 1994 llegarían sus éxitos en taquilla con adaptaciones de libros de Tom Clancy “Patriot Games” y “Present Danger” respectivamente. Después de que en 1999 dirigiera la exitosa “The Bone Collector”, Noyce tomaría la decisión de regresar a dirigir películas a su país natal. Ahí volvería a ganar como mejor director por parte del Instituto Australiano de Cinematografía en 2002 por “Stolen Generations” el cual él mismo define como su momento de mayor orgullo como director. Tras una serie de películas y pilotos de televisión, se embancaría hacia Sudáfrica para la filmación de “The Giver” en 2014 protagonizada por Jeff Bridges y Meryl Streep. 

ESCENAS CLAVE

1. Olimpo Futurista

Flotando entre las nubes, la comunidad basa su diseño en una retícula de racimos circulares, simétrica y lógica, en donde todos los elementos se rigen bajo el principio de igualdad.

2. Repetición y Uniformidad

La arquitectura, funcional y geométrica, rechaza cualquier rasgo cultural o histórico dentro de sus formas. Se trata de un modo de vida estandarizado que aboga por el control de la población.

3. Confort Alienante

Ante un ambiente pacífico y lleno de comodidades, la sociedad se encuentra atrapada en el conformismo, una vida autómata cegada por ambientes asépticos y modernos.  

4. La Experiencia de las Masas

Como un medio de control, cada aspecto de la vida, como la asignación de empleo y hasta la muerte, se celebra en comunidad donde el individuo se sublima ante la comunidad.

5. Sociedad de Incubadora 

La humanidad es un ente mecanizado. Los niños se engendran de modo artificial, adoptados por una “familia” que no es la suya y asignados al trabajo a la edad adulta para repetir el proceso.  

6. Teatralidad Tecnológica 

Para eliminar cualquier rasgo que vulnere la igualdad, la naturaleza y sus fenómenos como el clima, han sido reemplazados por aspectos artificiales de carácter tecnológico. 

7. Legado Cultural

Curiosamente, la única construcción con rasgos históricos es la del “dador”, la cual posee rasgos propios de un mausoleo, un monumento cerrado cuyo contenido se resguarda bajo tierra.

8. Eutanasia como Moneda de Cambio

Como sociedad políticamente correcta, la muerte es aceptada como un paso hacia otro lugar, con la cual deshacerse de seres indeseables que afectan el funcionamiento de la sociedad.

9. Medicación antes que Comprensión

Para controlar las emociones volátiles, las personas se medican diariamente. Aquellos que salen de los parámetros son aislados, medicados en extremo y tratados como enfermos mentales.

10. Filtros para el Despertar Sensorial 

A medida que Jonas descubre su humanidad, abandona su realidad de blanco y negro para descubrir el color. Cada etapa lo lleva por un filtro distinto hasta apreciar el color por completo.

11. Vida Autómata y Asexuada

Las personas dentro de la “comunidad” visten ropas unisex y uniformes que ocultan las formas de sus cuerpos, sin funciones estéticas que promuevan la libido o el enamoramiento.

12. La Distopía Luminosa

A diferencia de otras cintas del género, el futuro que se retrata no es sombró y pesimista, sino reconfortante y positivo, con tecnología limpia y una sociedad en armonía con la naturaleza.

FICHA TÉCNICA

Fecha de Estreno: 25 de septiembre 2014
Duración: 97 min.
Género: Drama / Ciencia Ficción
Director: Phillip Noyce
Guión: Michael Mitnick / Robert B. Weide
Fotografía: Ross Emery
Adaptación: The Giver, libro de Lois Lowry

SINOPSIS

Tras una calamidad conocida como “la ruina”, la sociedad se reorganiza en una serie de comunidades aparentemente utópicas, donde se ha erradicado el dolor y la violencia a cambio de las emociones. Dentro de esta realidad vive Jonas, quien a sus 18 años debe participar en la ceremonia de graduación donde se le asignara una carrera de vida.

Pero lo que tendría que haber sido una selección típica, convierte a Jonas en el próximo receptor de la memoria, el único miembro capaz de conocer el pasado. Siendo instruido por “el dador”, aprenderá el significado de las emociones y la realidad tras la sociedad igualitaria donde vive. 

Sobre este autor/a
Cita: Rafael Altamirano. "Cine y Arquitectura: "The Giver"" 02 ene 2016. ArchDaily México. Accedido el . <https://www.archdaily.mx/mx/779650/cine-y-arquitectura-the-giver> ISSN 0719-8914

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