Toyo Ito: 'La gente está orgullosa de las torres altas; de estar lejos de la tierra… a mí no me gusta esto'

Cortesía de ArchDaily

Toyo Ito, arquitecto ganador del Premio Pritzker en 2013, dio una conferencia en The Real Estate Show 2017, el evento de mayor relevancia del sector inmobiliario en México y Latinoamérica, el pasado martes 21 de marzo.

Ito abrió su conferencia hablando de la relevancia de la naturaleza en la práctica arquitectónica contemporánea. Afirmó que con el paso del tiempo, la disciplina se ha alejado de la naturaleza y, hablando de rascacielos modernos, dijo: “La gente está orgullosa de estas torres altas; de estar lejos de la tierra… a mí no me gusta esto.” Planteó entonces la pregunta, ¿cómo podemos relacionar arquitectura y naturaleza?

El Museo Internacional del Barroco en Puebla, México—diseñado por Toyo Ito e inaugurado en 2016—fue el punto de partida para que el arquitecto presentara su manera de diseñar a partir de conceptos orgánicos. Contó que la imagen de una hierba que nace del agua fue su referencia al comenzar este proyecto, en el cual a través de la deformación de una cuadrícula perfecta llegó al diseño final.

Cortesía de ArchDaily

Tras hablar de algunos otros proyectos que ha realizado a lo largo de su carrera, concluyó que el ser humano “debe crear arquitectura bendecida por la naturaleza.”

Posteriormente se dio paso a la rueda de prensa donde diferentes medios pudieron hacer preguntas al Pritzker 2013, destacando las siguientes ideas:

¿Cuál es el mayor reto y la mayor satisfacción de haber realizado este proyecto en Puebla?

Toyo Ito: La dificultad consistía en poner en obra esos diseños, que son bastante difíciles. El proceso de construcción fue bastante difícil. Hubo una empresa mexicana de prefabricado de concreto excelente, sin ellos no se hubiera construido el Museo del Barroco.

Por otro lado, fue una satisfacción tener a una persona que tomaba compromisos y tenía responsabilidades, el hecho de que podía ver la cara del cliente, cosa que no sucede en Japón. Por otra parte, en diciembre del 2015 todavía estaban aproximadamente mil personas dentro de la obra, y no eran todos obreros sino que había mujeres, probablemente esposas de los trabajadores, y los niños también. Esas escenas nunca se ven en Japón.

Siendo ganador del Premio Pritzker, ¿cómo analiza la evolución que ha tenido el premio hacia una tendencia más social y apegada a hacer arquitectura ligada a aspectos naturales?

En este momento en el mundo la economía se está haciendo cada vez más global, y en arquitectura eso se refleja en la habilidad y altura de los edificios. Se está perdiendo la matiz local del mundo de la arquitectura. A mí me parece que es una tendencia muy lamentable, y quiero mantener esa cultura, ese color local aunque sea en proyectos muy pequeños.

Como interesado en la arquitectura de Juan O’Gorman, ¿qué tanto ha influenciado la obra de O’Gorman en su arquitectura?

Yo no soy investigador de O’Gorman, sin embargo tengo un interés fuerte en su vida como arquitecto. Este interés comenzó cuando, hace más de diez años, visité por primera vez la casa de Diego Rivera, y me sorprendió su modernidad. La casa se construyó más o menos en la misma época en la que, en Europa, Le Corbusier comenzó a construir estructuras modernas. Entonces, O’Gorman hacía al mismo tiempo estructuras modernas y funcionales, pero después de eso—seguramente bajo la influencia de Rivera—regresa a la cultura o civilización precolombina de México y, después, otra vez comienza a hacer edificios modernos y funcionales. Siempre está dividido en dos partes, yendo y viniendo de un lado a otro. Eso es la característica de la vida de O’Gorman como arquitecto que a mí me llama la atención. Simpatizo profundamente con ese proceso. Creo que la arquitectura moderna ya ha llegado a cierto nivel que ya no se puede desarrollar mucho más, entonces yo quiero regresar, o por lo menos conservar, el color regional o la cultura local en la arquitectura. Estoy buscando cómo; lo estoy intentando.

¿Qué referencias re-visita constantemente a la hora de comenzar un nuevo proyecto?

A mí no me gusta establecer un estilo, por eso cuando termina un proyecto, siempre pienso “hubiera sido mejor o más interesante si hubiera hecho esto...”. Esa reflexión es la base del siguiente proyecto. Por otra parte, la arquitectura no se hace sola. Es muy importante tener un buen equipo. Cuando hago un proyecto, siempre hablo con muchas personas, sobre todo con mi equipo. Con ese proceso de intercambio de opiniones, el proyecto llega a lugares que yo no hubiera imaginado sólo. Es un proceso muy creativo.

¿Qué le recomendaría a los actuales estudiantes de arquitectura?

Por lo menos en Japón, los jóvenes ya no discuten, piensan que toda la información necesaria se puede conseguir a través de internet. No quieren discutir entre ellos y creo que ese es un gran problema.

Sobre este autor/a
Cita: Karina Zatarain. "Toyo Ito: 'La gente está orgullosa de las torres altas; de estar lejos de la tierra… a mí no me gusta esto'" 23 mar 2017. ArchDaily México. Accedido el . <https://www.archdaily.mx/mx/867730/toyo-ito-la-gente-esta-orgullosa-de-las-torres-altas-de-estar-lejos-de-la-tierra-a-mi-no-me-gusta-esto> ISSN 0719-8914

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