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Arquitectos: Domitianus Arquitectura
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Fotografías:Inês d’Orey
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La Avenida Infante Santo se sitúa en la tangencia del antiguo Palacio de las Necessidades, uniendo la meseta donde se ubican la Basílica y el Jardín de la Estrela, con la ribera del río Tajo. Fue inaugurada, en 1949, siguiendo el Plan Director de Lisboa, coordinado por el urbanista ruso-polaco Étienne de Gröer. El nuevo eje, pensado como una vía circular en el perímetro de la ciudad histórica, se rasgó a lo largo de una topografía accidentada produciendo una tabula-rasa de la trama urbana existente. Los arcos del antiguo acueducto del siglo XVIII también fueron demolidos, creando áreas para experiencias de arquitectura de movimiento moderno que presentaban Lisboa, desde la década de 1950.
D-A Studio [Domitianus-Arquitetura, Lda] está integrado en un edificio multifuncional, diseñado por Miguel Pestana y Nuno Vieira da Fonseca, en 1964, como parte del plan del nuevo bulevar. El bloque de doce plantas dispone de un jardín cuadrado frente a él, fruto de su despliegue en el lugar. Una arcada de doble techo alto caracteriza el nivel de entrada del edificio, proporcionando un pasillo con tiendas y cafeterías. D-A Studio se encuentra en el primer nivel de esta galería, abriéndose al entorno a través de amplios ventanales acristalados. En el interior se respira un ambiente peculiar resultado de la suave luz que se filtra por el espacio de la arcada.
El proyecto aprovechó esta circunstancia. Una secuencia de oficinas de tres ambientes ocupa la franja más cercana a las ventanas, liberando el área central como espacio principal de trabajo. Paneles de estructura de acero y vidrio brindan la transparencia de las oficinas, permitiendo la continuidad de la luz natural en el interior del Estudio.
En el lado opuesto hay una pared de madera curvada que delimita el núcleo del Estudio. Este plano tectónico, que sugiere un ábside, oculta las áreas funcionales: la despensa, los baños y el almacén. La estructura de hormigón del edificio se utilizó para soportar una gran mesa de trabajo que ocupa el espacio abierto del estudio. Las superficies de los pilares han sido recubiertas de azulejos, reflejando el brillo de la luz y suavizando su presencia en el medio del espacio. La neutralidad de las superficies acústicas del pavimento y el techo realza el contraste entre la temperatura fría de los azulejos y la calidez acogedora de la madera, lo que proporciona diversidad en el ambiente del espacio.
Por la noche el Estudio se revela al exterior. La luz eléctrica ilumina el espacio recreando el efecto de rayos X, exponiendo la intimidad del Studio al frenesí de Avenida.