Descripción enviada por el equipo del proyecto. La primera tienda de Sorvetiño se establece en Copacabana. El espacio existente dispone de aproximadamente 30m², con una configuración comprimida, estrecha y con el pie derecho pequeño, debido al entrepiso.
El inicio del proyecto se dio principalmente por la sectorización del programa de necesidades: producción, stock y atención. Los equipamientos y bancadas fueron dispuestos en los laterales, creando un corredor central de circulación. El stock rápido se concentra en las estanterías al fondo, y a través de la demolición de la parte central de la losa del entrepiso, surgen estanterías superiores, dedicadas al stock pesado.
La división entre producción y atención se hace a través de una cortina de tiras de PVC azul, levemente translúcidas, proporcionando una visión parcial para el cliente. El área de atención está compuesta por la máquina de helados, una estantería de apoyo, un mostrador fijo con la disposición de los toppings y una caja móvil, que se convierte en la puerta de entrada del equipo al interior del establecimiento.
El límite del mostrador, junto a la inclinación de la fachada del edificio, proporciona la entrada del cliente en la parte frontal de la tienda, brindando la sensación de "estar dentro". La losa recortada - de forma irregular y con el concreto aparente – amplía el pie derecho en el área de atención, y al dirigir la mirada hacia arriba, se descubre el símbolo de la marca en neón fijado en el techo.
Los pilares redondos en la entrada están descascarados y dejados en el concreto aparente, creando una composición con los azulejos de época existentes – que fueron encontrados detrás del antiguo embozo. La elección de los nuevos materiales está totalmente ligada a la identidad visual de la marca, que comprende los tonos de azul, blanco, beige y amarillo. Además de incorporar el inox, remitiendo a la estética de fábrica. El mobiliario, acomodado en la acera, es ligero, pequeño y apilable, para facilitar el almacenamiento y la logística del día a día.
