Repensar el diseño de los espacios de trabajo en la era del Big Data

En el mundo altamente conectado en el que vivimos hoy, la tecnología influye e impacta en casi todas las decisiones que tomamos. Big Data, Inteligencia Artificial (AI) e Internet de las Cosas (IoT) han mejorado nuestras vidas en la esfera digital, ayudándonos a comprender mejor los espacios que habitamos. Además de los sistemas y equipos inteligentes que ya forman parte de nuestra vida cotidiana, que se han incorporado en las últimas décadas, están surgiendo otras tecnologías que prometen revolucionar nuestros espacios de trabajo, a los que tarde o temprano, también debemos adaptarnos. A menudo, el objetivo de estas nuevas tecnologías es optimizar todos los procesos, proporcionando datos para que las empresas puedan tomar mejores decisiones y comprender mejor el flujo de trabajo de sus empleados

Las tendencias de diseño del espacio de trabajo intentan mantenerse al día con estos cambios, adaptándose a la nueva forma en que los empleados se relacionan con su espacio de trabajo. Una multitud de empresas y edificios de oficinas están migrando de sus antiguas soluciones en salas privadas y de plan libre, a espacios fluidos e integrados, donde los trabajadores pueden disfrutar de una serie de comodidades y espacios de trabajo colaborativo.

Resulta que, con la universalización de los sistemas inteligentes utilizados en nuestros espacios de trabajo, actualmente tenemos una infinidad de datos a nuestra disposición que nos permiten comprender mejor cómo nuestras decisiones de diseño interfieren con la productividad y la eficiencia de cada uno de los empleados. Las posibilidades que presentan estos nuevos sistemas inteligentes son innumerables, especialmente cuando se trata de la evaluación posterior a la ocupación.

Actualmente es posible realizar evaluaciones de desempeño, lo que nos permite comprender mejor cómo funcionan nuestros proyectos, haciendo que el proceso de diseño también sea más inteligente.

Adaptar el espacio de trabajo basado en la aparición de nuevas tecnologías no es una práctica completamente nueva. A principios del siglo XX, los investigadores descubrieron que la productividad en el taller aumentaba cuando las personas y las máquinas estaban perfectamente alineadas en el proceso de ensamblaje. Comprendieron que la eficiencia aumentaba directamente a medida que se reducía el tiempo de viaje, porque al eliminar la necesidad de que un trabajador se moviera, se creó una línea de producción mecánica más rápida y eficiente. Estas técnicas no solo han beneficiado a los propietarios de fábricas, sino que también han provocado una transformación en la industria de la construcción, especialmente en relación con la construcción de edificios. Sin embargo, la línea de producción fordista tiene sus limitaciones, principalmente porque los trabajadores son seres humanos y no máquinas. El aire acondicionado también fue un invento desarrollado para maximizar las ganancias, reduciendo la sensación de fatiga de los trabajadores en sus turnos.

Cortesía de Zaha Hadid Architects

Aún buscando aumentar la productividad, algunas de las tecnologías más comunes en la actualidad son las redes de interconexión digital de objetos cotidianos o Internet de las cosas (IoT), que utilizan sensores de movimiento para monitorear el uso de un espacio o una estación de trabajo. Estos datos permiten a los diseñadores comprender y evaluar mejor el impacto de sus decisiones en la productividad de los espacios de trabajo. Algunas empresas, por ejemplo, ya están utilizando sensores inteligentes para monitorear las condiciones de temperatura, iluminación y circulación dentro de sus espacios de trabajo.

Analizar el movimiento del sol y la variación de las condiciones de iluminación en un espacio de trabajo a lo largo del día también puede proporcionar información sobre cómo ocupar mejor un espacio existente dado para que sea más cómodo para sus empleados.

Algunas compañías mantienen una actitud más conservadora al proponer la implementación de "sensores de movimiento" y la "recopilación de datos" de sus empleados. No es de extrañar, pues por otro lado, existe una creciente preocupación por la vigilancia excesiva de las personas en sus entornos de trabajo. Sin embargo, muchos de estos sensores permiten que los datos recopilados en una estación de trabajo se separen, o incluso sean independientes, de la identidad del empleado. El objetivo final no debe ser monitorear el comportamiento diario e individual de un trabajador, sino comprender el patrón de comportamiento de un grupo más grande de personas durante un período de tiempo más largo.

Lugar de trabajo basado en sensores Steelcase. Imagen vía Steelcase

Hoy, el trabajo de un arquitecto no termina al momento de "entregar las llaves". Las nuevas tecnologías y los sistemas inteligentes nos ofrecen una oportunidad única para aprender y mejorar nuestra propia práctica de diseño. El entorno de trabajo evoluciona constantemente, al igual que la tecnología que lo acompaña. Con todos estos nuevos recursos a su disposición, mientras que las empresas tienen acceso a más datos para poder evaluar qué solución de diseño es la más adecuada para sus ambiciones, nosotros, como arquitectos, siempre debemos estar del lado de lo que es más importante y brindar los mayores beneficios a usuarios y trabajadores en general.

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Sobre este autor/a
Cita: Overstreet, Kaley. "Repensar el diseño de los espacios de trabajo en la era del Big Data" [Rethinking Workplace Design in the Age of Big Data] 18 may 2020. ArchDaily México. (Trad. Rojas, Piedad) Accedido el . <https://www.archdaily.mx/mx/939766/repensar-el-diseno-de-los-espacios-de-trabajo-en-la-era-del-big-data> ISSN 0719-8914

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