Las viviendas cubanas se derrumban, ¿Hay esperanzas de reconstruirlas?

La edad promedio de las viviendas en Cuba es de algo más de 75 años. Por su antigüedad y su bajo mantenimiento, aproximadamente tres de ellas se derrumban cada día. La crisis habitacional en Cuba es quizás uno de los ejemplos más singulares de desigualdad urbana en el mundo. Diversas oleadas de influencia extranjera fueron moldeando en gran medida el gobierno y, a su vez, las políticas públicas y las estrategias de planificación urbana de la nación isleña, la cual ha tenido que atravesar una prolongada crisis habitacional de la cual todavía, al día de hoy, no ha logrado recuperarse. Esto ha generado que miles de cubanos tengan que vivir hoy en día en casas abandonadas o en refugios públicos. Ante esta situación surgen numerosas preguntas: ¿Cómo deben construirse las nuevas viviendas?, ¿Deben repararse las estructuras existentes?, ¿Se deberán revisar las leyes para otorgarles a los cubanos más autonomía en el proceso de propiedad?

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Entender la raíz de la crisis de la vivienda en Cuba requiere un análisis pormenorizado de su tumultuosa historia y de una revisión específica de 1950, década en la cual la brecha de riqueza se agravó notablemente. Durante esta época, se estima que solo un 20% de la población consumía más del 70% de la electricidad de toda la nación, recibía el 60% de los salarios y poseía el 60% de los coches. En 1953, casi tres cuartas partes de las residencias de Cuba estaban ocupadas por inquilinos. La demanda de vivienda logró borrar casi totalmente la estricta legislación cubana de control de alquileres que se había introducido menos de dos décadas antes. Esto generó que, casi de la noche a la mañana, los bienes inmuebles cubanos se vuelvan inasequibles para los ciudadanos de la nación. Otra ley, que otorgaba a los cubanos facilidades para alquilar apartamentos (en gran medida porque la vivienda es considerada un derecho), fue desestimada cuando los promotores extranjeros empezaron a construir nuevos condominios, momento en el cual también muchas unidades de alquiler fueron transformadas en inmuebles para la venta, a las que no se aplicaban las normas.

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vía Translating Cuba

Los defensores del socialismo y de la revolución cubana se apresuraron a resolver la desigualdad en el sector inmobiliario eliminando la vivienda como negocio y haciendo ilegales los desahucios. Las medidas llegaron incluso al nivel de nacionalizar todas las propiedades urbanas y construir miles de viviendas sociales con métodos extraídos del Plan Quinquenal de la Unión Soviética. Estos edificios favorecieron la cantidad sobre la calidad, y la velocidad de construcción sobre la seguridad de los inquilinos. Los proyectos de vivienda se dividieron y distribuyeron entre propietarios privados vinculados al gobierno, lo cual generó que ninguna persona o entidad se sienta realmente responsable de mantener los edificios o las áreas circundantes en condiciones. Los esfuerzos de restauración y conservación fueron llevados a cabo solo por los propios ciudadanos, pero al no tener ellos la capacidad de vender los edificios para obtener ganancias de capital a futuro, hubo realmente pocas razones para hacer mejoras en los inmuebles. Como resultado, estas viviendas se deterioraron rápidamente, se depreciaron en valor y Cuba volvió a encontrarse en la situación que tenía antes: una escasez masiva de viviendas, una población en rápido crecimiento y el deseo de que los turistas e inversores extranjeros regresaran.

Históricamente, el mercado inmobiliario en Cuba funcionaba de una manera muy singular. En ciertos días pactados, los residentes se reunían en el Paseo del Prado y organizaban una "permuta" de viviendas en la que negociaban el intercambio de casas entre ellos. Desde entonces, esta práctica ha comenzado a desaparecer ya que en el año 2011 se aprobó una ley que finalmente le permitía a los cubanos comprar, vender, renovar y alquilar inmuebles para su propio beneficio.

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Cortesía de American Institute for Economic Research

Como resultado, muchos cubanos empezaron a vender sus casas, especialmente a inversores extranjeros que vieron en la isla un potencial crecimiento por su reciente boom turístico. Para satisfacer la demanda de visitantes extranjeros, mientras se construyen nuevos hoteles y opciones de alojamiento, el gobierno ha permitido a los propietarios particulares alquilar sus habitaciones a los visitantes bajo un programa similar a Airbnb. Estas "casas particulares" están marcadas con un ancla azul invertida, lo que permite a los lugareños y a los turistas saber que estos espacios están habilitados para alquilarse temporalmente. De este modo, los cubanos reciben más dinero y pueden comenzar a restaurar sus casas para luego, poder obtener un mayor margen de beneficio.

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vía Expat Focus

El gobierno también ha tomado pequeñas medidas para aliviar la necesidad de vivienda en toda la nación. Los dirigentes anunciaron recientemente un plan de acción que durará una década y tendrá como objetivo resolver significativamente el problema de la vivienda, financiando la construcción de más de 40.000 casas al año. Los detalles de este plan aún se están estudiando, pero sigue siendo una medida que quedará obsoleta si la población sigue creciendo. Aunque esto es un paso en la dirección correcta, todavía no aborda gran parte del problema de la vivienda en Cuba, que es la baja calidad de las unidades residenciales. Incluso hoy en día, con la relajación de las regulaciones del mercado, el 70% de las viviendas necesitan reparaciones importantes, y casi el 7% de las viviendas han sido consideradas inhabitables. Para que la demanda se corresponda con el actual crecimiento de la población, Cuba sigue necesitando más de 300.000 nuevas viviendas. El futuro de Cuba sigue siendo incierto. Mientras la ola de inversiones extranjeras fluye y refluye, las políticas dictadas por el gobierno siguen tratando de adaptarse. Muchas viviendas siguen en ruinas y pareciera que las medidas inmediatas son insuficientes para ayudar al pueblo cubano. Sufriendo ya hace de la influencia extranjera, Cuba necesita un descanso para reajustarse y volver a dar prioridad a las necesidades de vivienda de su pueblo, antes de dejar que los complejos turísticos y los hoteles de lujo surjan por toda la capital como ha ocurrido en los últimos cinco años.

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Sobre este autor/a
Cita: Overstreet, Kaley. "Las viviendas cubanas se derrumban, ¿Hay esperanzas de reconstruirlas?" [As Cuban Homes Collapse, Is There Hope to Rebuild?] 17 jul 2021. ArchDaily México. (Trad. Maiztegui, Belén) Accedido el . <https://www.archdaily.mx/mx/964434/las-viviendas-cubanas-se-derrumban-hay-esperanzas-de-reconstruirlas> ISSN 0719-8914

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