Ahora que ralentizamos nuestras rutinas para reducir el impacto de la pandemia del COVID-19, queremos compartir con ustedes cómo hemos enfrentado esta situación como la empresa global que somos, y lo que estamos haciendo (junto a ustedes) para mantenernos a nosotros mismos —la comunidad arquitectónica—, informada y conectada. Es nuestra responsabilidad.
Los edificios muestran respuestas normalmente lentas a los problemas sociales actuales. Sin embargo, en el caso del COVID-19, las fachadas dinámicas de los medios han comenzado a enviar mensajes de empatía a los ciudadanos de Wuhan. Al principio, el gobierno chino utilizó pantallas que cubrían edificios completos para crear poderosas imágenes de esperanza y solidaridad. Más tarde, algunos países como los Emiratos Árabes Unidos se unieron a este esfuerzo, mientras que la mayoría de los países no lo han seguido hasta ahora.
La propagación del coronavirus está afectando al mundo entero y enfrentamos tiempos difíciles. Pero con la disminución en la circulación de personas, muchas ciudades están experimentando una disminución significativa en sus problemas ambientales.
La creciente pandemia mundial de coronavirus dejará profundas huellas en la sociedad, tanto en la forma como las personas se relacionan entre sí como con los espacios públicos. En un intento por reducir la tasa de transmisión de la enfermedad, los gobiernos y las autoridades de todo el mundo han ordenado a las personas que se queden en casa, en la seguridad e higiene del entorno doméstico, y que eviten cualquier contacto innecesario con otros espacios, objetos y personas.
Para los profesionales de la arquitectura y la construcción civil, pasar todo el día en casa haciendo "home office" puede ser un desafío, especialmente cuando parte de las tareas cotidianas consiste en visitar obras, discutir colectivamente y en última instancia relacionarse con las personas, desde clientes hasta proveedores de materiales. Por lo tanto, nos gustaría saber más sobre los desafíos y las oportunidades que el período de cuarentena está colocando frente a la práctica arquitectónica.
https://www.archdaily.mx/mx/935800/como-esta-afectando-el-coronavirus-a-la-vida-cotidiana-de-los-arquitectosEquipe ArchDaily Brasil
Vittorio Gregotti en 1975. Imagen vía Wikipedia Commons
Vittorio Gregotti, arquitecto italiano, co-responsable del diseño del estadio de los Juegos Olímpicos de verano de Barcelona 1992 y del estadio Marassi de la Copa Mundial de Fútbol de 1990, falleció de neumonía el domingo 15 de marzo de 2020, después de contraer el coronavirus COVID-19. Gregotti estaba hospitalizado junto a su esposa Mariana Mazza en Milán.
En los últimos tres meses, el coronavirus se ha extendido a más de 100 países y ha cobrado más de 3,800 vidas. También ha sumido a muchas industrias mundiales en una parálisis, desde vuelos cancelados y cuarentenas masivas hasta interrupciones en las cadenas de suministro y los mercados financieros.
Dejando a un lado las graves implicaciones para la salud, la epidemia de coronavirus ha ampliado, de manera poco ortodoxa, un debate sobre el futuro del trabajo. Con millones de personas en todo el mundo trabajando desde su hogar como resultado del brote, ya sea a través de la cuarentena o como medida de precaución de la empresa, se comienza a hacer la pregunta: ¿estamos viendo el principio del fin de la tipología tradicional de la oficina?
Construcción de un hospital de .0000 camas en Wuhan, China. Via Shutterstock
¿Nos preocupa el coronavirus? Sí, más allá del apuro en encontrar curas para la salud, se ve que las ciudades reaccionan utilizando arquitectura y planificación urbana como herramientas para la contención del virus, destruyendo nuestras nociones de ciudad y planificación.
La ciudad china de Wuhan ha completado la construcción del Hospital Wuhan Huoshenshan de 1.000 camas en menos de diez días. Construido para tratar a pacientes con coronavirus, el hospital pretende tomar las bases a partir de la construcción anterior del Hospital Xiaotangshan de Beijing, finalizado en solo una semana en 2003. El proyecto final fue terminado por un equipo de 7.000 miembros, y el hospital recibió a sus primeros pacientes el lunes por la mañana.
El gobierno de la ciudad de Wuhan decidió construir un hospital de 1,000 camas en seis días para combatir el reciente brote de coronavirus. El objetivo del proyecto se basa en la construcción anterior del Hospital Xiaotangshan de Beijing en solo una semana en 2003. A medida que los hospitales existentes en Wuhan en cuarentena están abrumados, recurrieron a las redes sociales para obtener suministros médicos y comenzaron a rechazar a los pacientes.