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Arquitectos: midori arquitectura
- Área: 40 m²
- Año: 2022
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Fotografías:Judith Casas
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Proveedores: Serveis Textils
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Sinèrgics es una iniciativa que nació en Barcelona en 2016 en el barrio de Baró de Viver. El principal objetivo de Sinèrgics es proporcionar un espacio de trabajo para autónomos o pequeñas empresas a cambio de ofrecer unas horas de su tiempo a colaborar y participar en acciones o proyectos que puedan repercutir en el tejido social y ayudar a los vecinos de esta zona de Barcelona, golpeada por desigualdades sociales y con altas tasas de desempleo.
Desde su inicio, la iniciativa ha estado utilizando 5 espacios diferentes: dos espacios de oficinas, dos espacios de taller y una sala de reuniones. A raíz de la pandemia, ha habido un repunte en las peticiones para el uso de estos espacios, puesto que actualmente el entorno de trabajo se basa mucho más en el trabajo remoto. Para satisfacer esta necesidad, Sinèrgics tuvo la posibilidad de crecer y utilizar un espacio más.
El nuevo espacio debía funcionar como un espacio polivalente tanto para conferencias, cursos o presentaciones como para reuniones, generalmente para grupos pequeños o incluso para un solo usuario haciendo una videollamada. Antes de tener este nuevo espacio, la única sala de reuniones disponible solía estar reservada por una sola persona que la utilizaba para mantener videoconferencias, resultando en un desperdicio de recursos ya que una sala de reuniones muy amplia quedaba ocupada largas horas por solo un usuario.
Para abordar ese problema, el nuevo espacio dispone de cortinas de suelo a techo que permiten a los usuarios dividir la sala en dos espacios independientes que se pueden usar simultáneamente, permitiendo mantener dos reuniones o videoconferencias en un mismo espacio sin interferencias. Estas cortinas fonoabsorbentes brindan privacidad y confort acústico a los trabajadores y sus invitados.
Cuando se pliegan las cortinas, se crea un único espacio abierto para albergar grupos más grandes o diferentes actividades.
El diseño se mantiene lo más simple posible: el espacio queda delimitado por paredes blancas y claras, y grandes ventanas de suelo a techo abren la sala a la calle adyacente. Las vistas desde esa calle también se pueden bloquear con cortinas para garantizar la privacidad cuando sea necesario.
El suelo se mantiene continuo y homogéneo, dando la idea de un único espacio diáfano, en contraste con el techo, que potencia la fragmentación de la estancia en zonas más pequeñas utilizando diferentes colores para cada subsala, y que como si se tratase de islas, se perciben como bloques físicamente separados, aprovechando los espacios intersticiales para ocultar los rieles de las cortinas.
Los colores se eligen para dar una apariencia claramente diferenciada a cada subdivisión, lo que permite una transformación total del espacio cuando se corren las cortinas, haciendo aparecer y desaparecer los bloques de color según la disposición de las particiones. Los tres colores escogidos aportan al espacio una atmósfera que recuerda a edificios e infografías de la Bauhaus, apelando al entorno de trabajo compartido y los ideales de la comunidad, que son imprescindibles para Sinèrgics.