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Arquitectos: Atzur Arquitectura
- Área: 180 m²
- Año: 2025
El viaje hacia la renaturalización de los espacios urbanos es un esfuerzo continuo que comenzó a principios de la década de 1970 y sigue moldeando las ciudades de todo el mundo hoy en día. Desde la transformación de autopistas en parques vibrantes hasta la restauración de vías fluviales y la integración de la naturaleza en la planificación urbana, estos proyectos reflejan un compromiso compartido con la sostenibilidad, la habitabilidad y la resiliencia. En Portland, la creación en 1978 del Tom McCall Waterfront Park sentó un ejemplo pionero al reemplazar una autopista por espacios verdes. Décadas más tarde, Boston siguió con el Rose Kennedy Greenway, recuperando terrenos de la elevada Central Artery.
¿Qué es la renaturalización urbana? ¿Cómo es posible reintegrar la naturaleza en el entorno urbano? Frente a un acceso cada vez más limitado de la población a la naturaleza y una exposición creciente a peligros medioambientales como la contaminación acústica o del aire, la escasez de recursos, el cambio climático y demás, el desarrollo de espacios "renaturalizados" en las ciudades se plantea como una herramienta capaz de mejorar la calidad de vida de su ciudadanía y diseñar espacios de encuentro, descanso y ocio para el bien común que permitan, al mismo tiempo, equilibrar el desarrollo urbano con la biodiversidad y los beneficios de los ecosistemas. Entre una de las tantas oficinas de arquitectura que se involucran con este concepto, se encuentra 08014 arquitectura con sede en Barcelona, que a través de sus proyectos Plaza-jardín Rocafort y Paseo Comte D'Ègara busca revitalizar ciertos sectores urbanos prestando especial atención en la mejora de la calidad de vida de sus ciudadanos y su relación con el entorno natural.
Uno de los mayores desafíos actuales en las grandes ciudades es la crisis habitacional y la falta de soluciones eficientes para mitigar sus efectos en los ciudadanos. Este problema se agrava en ciudades donde el turismo y la vivienda vacacional o temporal predominan en el mercado, alejando a los habitantes locales de la posibilidad de acceder a una vivienda en zonas urbanas y asequibles. Además, la gentrificación, impulsada por el aumento de alquileres y la especulación inmobiliaria, contribuye al desplazamiento de las comunidades locales, transformando barrios tradicionales en zonas orientadas exclusivamente al consumo turístico.
La Rambla, un paseo de 1.2 kilómetros de longitud en Barcelona, fue establecido en 1766 a lo largo de las antiguas murallas de la ciudad. Apreciado por los locales, se convirtió en el único espacio amplio para pasear en una ciudad de calles estrechas y se transformó en un lugar de encuentro central para todas las clases sociales. Con el tiempo, surgieron lugares de ocio y culturales, como el Gran Teatre del Liceu y el Mercado de la Boquería, convirtiéndolo en un vibrante centro cultural. En 2017, el gobierno local de Barcelona lanzó un concurso para la revitalización de este espacio urbano. Km_ZERO, un equipo interdisciplinario de 15 miembros que también se apoyó en la opinión de grupos comunitarios, fue declarado el ganador. Ahora, la primera fase del proceso de urbanización ha sido casi completada, liderada por Lola Domènech y Olga Tarrasó. Aún quedan por plantar un centenar de árboles en esta fase, pospuesta debido a condiciones de sequía. Se espera que todo el proyecto esté terminado en 2027.