Entre la calle y la sala: El foyer del Teatro Municipal de Santiago (1857-1952)

Este artículo de Germán Hidalgo Hermosilla fue publicado originalmente en el número 113 de revista ARQ. Discutiendo las reformas al edificio del Teatro Municipal de Santiago, desde su inauguración en 1857 hasta casi un siglo después, Germán Hidalgo recuenta las fuerzas que impulsan cambios: desastres naturales, debates estilísticos, modernización urbana, entre otras. El foyer ocupa un papel central en esta narrativa, como un espacio de presentación y representación: donde las demandas técnicas del teatro se encuentran con las aspiraciones de una institución, una ciudad, y los sucesivos arquitectos del edificio.

Construido bajo la presidencia de Manuel Montt Torres (1851-1861), pero impulsado en la década anterior por la de Manuel Bulnes Prieto (1841-1851), el Teatro Municipal de Santiago viene a confirmar que las sociedades modernas, surgidas con la conformación de los Estados nación y el capitalismo, se caracterizan por la ambigüedad de sus valores, condicionadas más por los procedimientos que por verdaderas convicciones.

Cada uno de los cambios importantes realizados en el edificio en sus primeros 100 años de existencia —con o sin fundamentos— fue una instancia crítica que cuestionó el diseño original justo donde establece una relación más estrecha con la ciudad: el foyer, lugar especialmente destinado a expresar los sueños y anhelos de toda sociedad. Esto, porque los edificios necesariamente cumplen ciclos, trazan trayectorias vitales que les dan sentido e identidad y, en no menor medida, experimentan cambios importantes, a veces incluso radicales; porque, tal como lo señaló Rafael Moneo (2017:18), “el cambio, la continua intervención, es el sino, se quiera o no, de la arquitectura”. Así, la trayectoria del edificio del Teatro Municipal de Santiago estuvo fuertemente condicionada por las cualidades del lugar en que se construyó. En efecto, el teatro que conocemos en gran parte fue definido por las prácticas urbanas fundacionales derivadas de la subdivisión de la manzana en cuatro solares cuando era residencial o en tres largas franjas cuando su destino era institucional. En su origen, la manzana del teatro formó parte del primer grupo.

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Teatro Municipal después del incendio de 1870. Fotografía de autor desconocido. Fuente: Centro de Documentación de Artes Escénicas, Municipal de Santiago, Ópera Nacional. Image vía Ediciones ARQ

En la segunda mitad del siglo XVIII, en el sitio que años más tarde ocuparía el teatro, se construyó una amplia casona destinada a albergar la Real Universidad de San Felipe (Medina, 1928:164). Para estos efectos, se debió comprar varios lotes menores que conformaron el predio que perdura hasta la actualidad, de 58 m de frente por 69 m de fondo (Peña, 1960:25). Es decir, la mitad occidente de la manzana comprendida por las actuales calles Agustinas, Mac Iver, Moneda y San Antonio. Tanto la casona de la universidad como más tarde el mismo teatro se orientaron entonces de acuerdo al orden impuesto por la jerarquía de las calles en sentido oriente-poniente. Hecho relevante, pues determinó que el frente del edificio quedara orientado al norte, es decir, mirando hacia la Plaza de Armas, al igual que su acceso principal por la calle Agustinas.

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Fachada principal proyectada por Doyère en obras, c. 1909. Fotografía de autor desconocido. Fuente: Centro de Documentación de Artes Escénicas, Municipal de Santiago, Ópera Nacional. Image vía Ediciones ARQ

El devenir del teatro estuvo marcado por este hecho. En una suerte de reconocimiento tácito, cada cambio, independiente de su motivación, conllevó la intención de ampliar su único frente o darle una mejor presencia urbana. No se trató de intervenciones menores, pues se buscaba dar dignidad y rango a uno de los lugares más significativos del edificio: el foyer, espacio de recepción y de mediación entre la ciudad y la sala de espectáculos. Desde su creación, la sala y la caja del teatro original proyectado por Claude-François Brunet de Baines, entre 1853 y 1855 (Peña, 1960; Jüngersen, 2012; Hidalgo, 2020a; Hidalgo, 2022), parecen haber satisfecho los requerimientos técnicos y simbólicos exigidos a un recinto de esta naturaleza. Sin embargo, por un motivo u otro, el foyer y su relación con la ciudad permanecieron como una tarea pendiente.

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Germán Hidalgo es arquitecto de la Pontificia Universidad Católica de Chile (1991) y Doctor en Teoría e Historia de la Arquitectura de la ETSAB, Universidad Politécnica de Cataluña (2000). Es autor de los libros Dibujo y proyecto. Casos de arquitectura en Latinoamérica (Ediciones ARQ, 2018); Dibujo y observación. Una práctica persistente en Alberto Cruz (Ediciones ARQ, 2019); y Santiago en 1850. James Melville Gilliss, un astrónomo norteamericano en Chile (Ediciones UC, 2022), entre otros. Ha sido investigador responsable de proyectos Fondecyt, Fondart, VRI y Fondedoc. Actualmente es profesor titular de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

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Sobre este autor/a
Cita: Germán Hidalgo Hermosilla. "Entre la calle y la sala: El foyer del Teatro Municipal de Santiago (1857-1952) " 18 jul 2023. ArchDaily México. Accedido el . <https://www.archdaily.mx/mx/1004174/entre-la-calle-y-la-sala-el-foyer-del-teatro-municipal-de-santiago-1857-1952> ISSN 0719-8914

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