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Arquitectos: Lee Eunseok, Lee Eunseok + Atelier KOMA
- Área: 142 m²
- Año: 2023
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Fotografías:Kim Yongseong, Urban Azit
Espacio de peregrinación existencial - La Capilla de Meditación no es solo un lugar de culto tradicional dentro de una comunidad urbana sino también un santuario para que individuos solitarios saboreen su existencia ante lo divino en la naturaleza, principalmente es un retiro de la ciudad. El proyecto surgió de la petición de un pequeño espacio de oración para estos peregrinos. Por ello, en lugar de imitar las formas de la arquitectura minimalista y despojarlo todo, los arquitectos optaron por la sencillez funcional, desempeñando fielmente el papel de un recipiente que alberga la presencia del visitante.
Un Volumen Elevado - La sencilla capilla, enclavada en la inmensidad de la naturaleza, está construida como una caja ascendente, símbolo de la separación del mundo secular. Crea un espacio sobrecogedor mediante secuencias mínimas y el efecto de expansión vertical. En lugar de adoptar un enfoque arquitectónico que extienda el camino para que los visitantes disfruten de la abundancia de la naturaleza y el espacio, les permite llegar rápidamente y de manera concisa al cielo abierto y pararse directamente como individuos solitarios ante lo divino.
Cuatro Superficies - El interior de la capilla está dividido en cuatro superficies, cada una con su propio propósito y tema: mar, sonido, luz y el fondo que las envuelve. En la parte frontal hay un muro de hormigón que capta una vista inconsciente, acomodando el brumoso mar occidental y la luz natural. En lugar de la espectacular vista del mar común con sus olas oscilantes, se llena con la sombra del mar occidental, haciéndolo más solemne. Como resultado, se convierte en un espacio que ni siquiera necesita un humilde púlpito para la persuasión religiosa.
La superficie posterior es una pared donde está instalado el órgano, un instrumento que en ocasiones expresa la armonía del cielo de forma sinestésica. Es un ejemplo típico de pared modesta pero no descuidada, vibrante pero no lujosa. Las paredes que dan la bienvenida a la vegetación están compuestas de monocromo y diseñadas en proporciones equilibradas. Los 12 vitrales en forma de embudo sirven de metáfora de la naturaleza. A diferencia de los vidrios de colores de las iglesias medievales que intentaban expresar el contenido de la Biblia, aquí concretamente llenan el interior y el exterior con el motivo abstracto de la vegetación, permitiendo a los visitantes percibir la naturaleza de forma continua. El muro donde se sitúa la entrada de la capilla guía la vista desde el interior hacia el mundo exterior. Desde la perspectiva del observador, es un muro vacío, que mira a las otras tres paredes temáticas. Al atardecer, cuando se pone el sol, se convierte en una pantalla que acoge los largos rayos de luz de los vitrales.
Tres Espacios - La capilla consta de tres espacios que ejercen la función de mindfulness. En primer lugar, está la "Capilla del Mar", donde se contempla una vista tenue sin fin, similar a la instalación artística de James Turrell. Luego encontramos la "Capilla del Armario", donde uno puede concentrarse tranquilamente en la fuente de luz. Y por último, la "Capilla del Cielo", situada en la azotea, donde sólo se percibe el cielo rodeado de vegetación. Así, la experiencia espacial de la capilla de meditación es diversa y sostenida, y se origina a partir del simple volumen.
La Capilla del Armario es estrecha y larga, y la devoción se ve acentuada por la luz natural que entra por la pared frontal, llegando hasta el suelo a lo largo del muro. Este lugar es un espacio de consciencia plena que permite la contemplación profunda a solas, y está colocado como un espacio separado en la parte frontal superior de la Capilla del Mar. La Capilla del Cielo es un espacio rectangular en la azotea que consigue una completa sensación de asombro, rodeado de muros de hormigón que ocultan adecuadamente las crestas apenas visibles más allá del edificio y los edificios de abajo. Verticalmente, permite enfocarse en la atención plena del cielo; horizontalmente, evoca una atención plena infinita.