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Arquitectos: mauricio Alonso. m arquitecturA
- Área: 347 m²
- Año: 2020
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Fotografías:Alejandro Torre
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Proveedores: AutoDesk, Trimble, VALMIERA GLASS
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El programa se desenvuelve en un terreno de 660 m2 orientado al noreste con 22 de frente y 30 de fondo, a un costado de lo que será la versión Autograph by mariott en la calle Josefina Orozco de la ciudad de San Miguel de Allende ofrece un programa multidisciplinario. Desde el arribo, transmite la comodidad buscada para el usuario con un estacionamiento lateral y al frente del edificio. Ya que ingresas al recinto te reciben las texturas del proyecto, dejando atrás una fachada brutalista con un acceso modesto. Del costado derecho, se encuentra la tienda con 105 m2 bajo las texturas de una losa reticular de casetones reutilizables que se emplearon en el fraguado dejando los huecos y soportando la iluminación expuesta iluminando los anaqueles además de la zona de venta de quesos.
Después, un nicho enmarca la cava de maduración de los mismos, que si bien quieres ir al café o subir a la oficina puedes atravesar este pasillo o si no entraste por la tienda; caminar por el exterior si mantienes tu andar al ingreso por el pasillo hasta llegar a tu mesa o esperar a ser sentado. El recorrido exterior es interesante sobre un andador de tabique de lama recortado en recuadros equivalentes a la mitad del estándar (14x14), al fondo de tu lado izquierdo te provoca seguir avanzando divisando una cubierta inclinada de madera, reticulada por cantos, sostenida por pilares / gualdras de madera y mochetas de tepetate compactado dando claridad a la zona exterior, disfrutando del “jardín” bajo un árbol frondoso se desplazan algunos comensales admirando esta belleza. 75m2 de café cubiertos por una techumbre inclinada, contienen mesas y el área de atención a clientes, además, una pequeña sala en tapanco y un baño debajo del cubo de escaleras, este bloque esta forrado de lamina “negro al carbón” sellada dando un toque elegante al contexto ligeramente industrial suavizado por su delicadeza, un gran acierto es la continuidad de la beta del corte que se aprecia como una singular pieza de arte.
De las partes fundamentales del funcionamiento del local es la cocina con 57 m2 en planta baja y 44 m2 en la planta alta, esta volumetría dan la firme fachada de tepetate que vemos al suroeste del terreno y que todos aprecian al fondo. La oficina en planta alta repite los detalles de la losa ahuecada por el casetón, tiene una vista panorámica hacia la doble altura del café dejando muy en claro el soporte del techo de estructura de madera, volteando la vista hacia arriba se logra ver la separación de estos dos volúmenes. La descripción tacita al vivir este espacio es que se buscó la originalidad con la utilización de materiales comunes en un plano artístico, por ejemplo; se fabricaron en sitio, dos tipologías de celosías de concreto, una a gran escala evocando el entramado de las pequeñas de terracota y otras alargadas tomadas del viejo horizonte barrial de la ciudad.