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Arquitectos: Oscar Blasco Lázaro, SCOB, Sergi Carulla Altadill
- Área: 3000 m²
- Año: 2023
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Fotografías:José Hevia
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Proveedores: Andreu World, Antique Boutique, Ceramicas Ferré, Fermob, Figueras, Forma 5, ICONICO, INCLASS, LAMP, La Maison, MATEX IBERICA, Ondarreta, TON, TRENAT
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Scob ha reformado seis de las ocho de las plantas de este edificio ubicado en el centro de Barcelona, incluyendo las terrazas desde las que es posible admirar las magníficas vistas.
La estrategia de Scob para esta reforma parte del deseo de recuperar los grandes espacios diáfanos, pensados históricamente como zonas flexibles, y potenciar aquellos valores de Loom que se alinean con el movimiento cultural del novecentismo. La creación de conocimiento colectivo compartiendo ideas en espacios abiertos y saludables, el contacto directo con la luz natural y el exterior, el uso de materiales nobles trabajados con técnicas de artesanía, y los ambientes interiores confortables en los que predomina la elegancia y la sencillez, son algunos de los rasgos que conectan al proyecto con la corriente intelectual de la segunda década del siglo XX.
Scob lee y reinterpreta algunos de los recursos estéticos de la época, como son los dibujos geométricos en artesonados y pavimentos para utilizarlos como recurso en la reorganización de los espacios, y la puesta en valor de la fachada patrimonial de Plaza Catalunya.
Esta misma estrategia se utiliza para sacar el máximo provecho de las alturas libres disponibles, así como para redescubrir las estructuras y materiales originales a través de unas nuevas “ventanas interiores” practicadas en techos y paredes.
Desde un punto de vista programático, los espacios de trabajo se distribuyen a lo largo de las fachadas, para aprovechar las visuales y la luz natural, mientras que los espacios colaborativos se ubican en el corazón de la planta. La propuesta aprovecha la zona central más alejada del perímetro construido por donde las personas cruzan el espacio de forma intuitiva, para establecer los puntos de trabajo compartido y reforzar esa interacción natural.
En su estado original las plantas se ocuparon con las oficinas de las diferentes empresas propiedad del empresario Joan Pich i Pon. Con posterioridad, y hasta la fecha de la remodelación actual del espacio, este ha sido utilizado por numerosas sedes de diversas empresas y entidades.
Se ha puesto un especial énfasis en restaurar las columnas, las carpinterías del patio y las puertas de acceso, ya que eran los únicos elementos originales que quedaban de la intervención de Puig i Cadafalch.
En el caso de los pavimentos, la instalación es completamente nueva y está inspirada en la estética novecentista, tanto en la composición, como en colores, texturas y materiales.
Los techos del vestíbulo de la sexta planta y algunas de las carpinterías de esta planta no son originales sino una reproducción más o menos fidedigna que se hizo en los años 80 durante una restauración de la fachada y la ampliación del edificio. Scob ha respetado esa parte y la ha restaurado.
Para este proyecto se ha trabajado en su mayor parte con materiales y con talleres especializados de ámbito local y estatal: carpinteros, estucadores, marmolistas, tapiceros, textiles, ceramistas, artes gráficas, ilustradores, fabricantes de mobiliario...
Scob ha incorporado la colaboración del ilustrador Mister Andreu en la propuesta de actuación, experto en retratar el patrimonio arquitectónico de la Ciudad de Barcelona. Para Loom Plaza Catalunya se ha encargado la creación de una nueva colección de ilustraciones que incluyen algunas de las obras más emblemáticas de Puig i Cadafalch en la ciudad condal. Estas láminas, testimonios a todo color de la riqueza patrimonial, pueden verse en los espacios comunes de las nuevas oficinas. Por su parte, el grafismo y la señalización de los espacios toman como punto de partida el uso de la tipografía Aloma, inspirada en la novela homónima de Marcé Rodoreda (1938) y en los cánones clásicos del Noucentisme.
La armonía visual se refuerza a través de la combinación de la madera natural y los tonos blancos, siena y vino, que proporcionan bienestar y serenidad, y realzan la luz natural que se extiende por toda la planta. En algunos puntos, como en paredes o tapizados, se ha puesto un acento más vibrante usando motivos coloridos. Los baños y cocinas se han revestido con cerámica en tono terroso. El uso de esta cerámica de formato pequeño, típicamente doméstica, ayuda a reforzar la sensación confortable de un hogar.
Por su parte, el mobiliario en las zonas comunes se coordina a la perfección con los materiales nobles del espacio; madera, corcho, cuerda, cuero, ... Las telas, así como algunas piezas de mobiliario vintage en algunos espacios ponen el contrapunto trasladándonos al pasado histórico del edificio. En cuanto a los espacios de trabajo, la sobriedad y la sencillez del mobiliario se conjuga con grandes cortinas de visillo blanco, que nos aportan esa calidez doméstica diluyendo la frontera entre los espacios de trabajo y las zonas de ocio cultural y descanso.
Las terrazas son uno de los elementos más imponentes de este proyecto, no solo por las espectaculares vistas que ofrecen al centro de la ciudad, sino también por su estilo propio. El mobiliario y la vegetación se inspiran en las galerías y terrazas típicamente barcelonesas y conjuga diferentes opciones de instalarse, proporcionando zonas de descanso y zonas de trabajo y reunión al aire libre.