-
Arquitectos: GCA Architects
- Área: 1871 m²
- Año: 2021
-
Fotografías:José Hevia
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Ubicado en el barrio del Eixample de Barcelona, este proyecto de rehabilitación transforma un antiguo edificio industrial en espacios de oficina diáfanos, adecuando la edificación a los más altos estándares de comodidad, estética, funcionalidad y eficiencia energética. Para GCA Architects, proyectos como este representan oportunidades para revelar las capas de historia que se encuentran acumuladas en la ciudad y potenciar la economía circular de las ciudades, prolongando su vida útil de estructuras obsoletas e ineficientes.
Construido en 1850, este bloque de 21x21 metros es un testimonio de la arquitectura industrial de la época y se considera un ejemplo de patrimonio protegido. El proceso de diseño comenzó con una exploración meticulosa para determinar qué elementos del edificio debían preservarse y restaurarse, removiendo cuidadosamente las capas acumuladas durante décadas de renovaciones. Este enfoque permitió que la verdadera esencia del edificio emergiera, resaltando su estructura original.
Cualquier nuevo elemento no solo respeta lo existente, sino que también contrasta con ello, creando una clara distinción entre lo antiguo y lo nuevo. Ejemplo de esta estrategia son los muros de ladrillo y las vigas de madera, reforzados estructuralmente con adiciones de acero pintadas de gris oscuro. En las salas de reuniones se han utilizado materiales con tonos cromáticos neutros, preservando el protagonismo de los elementos originales.
El ritmo de la estructura y las ventanas del edificio existente se resaltan mediante la ordenada inserción transversal de la iluminación técnica y de las instalaciones. A través de la superposición de elementos con estéticas diferentes pero armónicas, los usuarios pueden literalmente leer la historia entre las líneas geométricas que se forman en el techo.
Debido a la naturaleza colaborativa y divulgativa de la actividad del cliente, el objetivo del proyecto era crear espacios flexibles capaces de adaptarse a diversos escenarios. Una serie de paneles móviles y cortinas permiten la configuración libre de un espacio multifuncional de eventos de 250 metros cuadrados en la planta baja. El área central de este espacio cuenta con una superficie de proyección retráctil, lo que permite su transformación en una sala de proyección.
La escalera existente sirve como un elemento unificador, conectando los pisos superiores de coworking con el área de planta baja que incluye las instalaciones de cocina, el área de recepción y el jardín. La meticulosa restauración de las fachadas, típicas de edificio industrial de la época, han revelado la belleza minimalista y policromática del estuco original.
La rehabilitación ha transformado la antigua fábrica en un edificio altamente eficiente, obteniendo la calificación más alta en eficiencia energética: la calificación A. Con el objetivo de mejorar aún más sus prestaciones, se han instalado 32 paneles fotovoltaicos que cubren una parte considerable de los gastos energéticos del edificio.
Este proyecto no sólo revitaliza un edificio histórico, sino que también celebra la dinámica interacción entre el pasado y el presente, entrelazando armónicamente el patrimonio arquitectónico y el diseño contemporáneo.