La reciente remodelación del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires, proyecto de Estudio Herreros, es parte de una nueva tendencia en los museos de otorgar un rol activo y protagonista a las áreas públicas en su vinculación con la ciudad.
Así, el edificio del MALBA se integra con la corriente de los museos de arte contemporáneo de nueva generación, proponiendo un edificio del tipo condensador social frente a un edificio del tipo archivo.
Como señalan Juan Herreros y Jens Richter, socios de Estudio Herreros, la primera condición a abordar era una capacidad del edificio para ser inclusivo y receptivo con los ciudadanos, evitando barreras y elitismos. En este sentido, la ciudad ingresa en el museo y con ella, las personas, un diálogo de contacto que evidencia que al MALBA ya no se irá solo a ver exposiciones, sino a muchas otras cosas.
Una gran instalación construida totalmente en seco que no pretende competir ni afectar al edificio original, sino estimular el interés de los visitantes por el arte contemporáneo a través de la reducción de la solemnidad que estos lugares suelen ofrecer y ante la que muchos visitantes sienten que el contenido del edificio no va con ellos - Juan Herreros
El proyecto unifica las actividades previas o posteriores a la visita en un único y claro espacio, con un suelo continuo sobre el que se distribuyen una serie de pequeñas construcciones en madera, acero y aluminio. En esta búsqueda, los arquitectos utilizaron materiales cotidianos para expresar un determinado mensaje, cercano a lo industrial o al bricolaje y de sencillas operaciones de ensamblaje.