Oficios Asociados es un emprendimiento argentino dedicado al diseño y producción de mobiliario y arquitectura. Absorbiendo encargos muy disímiles que van desde el desarrollo de piezas artísticas hasta el diseño de sistemas industrializados de vivienda, cruzan constantemente los límites de la arquitectura para nutrirse de los saberes de otras disciplinas y oficios como la herrería, la carpintería y el diseño industrial. Teniendo a la técnica y a la materialidad como estandartes, realizan tanto proyectos propios como trabajos para terceros, colaborando en el desarrollo de estructuras o elementos particulares para obras como, por ejemplo, la Casa Scout de BAAG (donde oficiaron de constructores de la malla metálica que cubre la fachada).
Buscando indagar en sus inicios, conocer sus propósitos y búsquedas estéticas, aprender sobre sus procesos constructivos para transformar ideas en productos e indagar en su exploración técnica y material, realizamos la siguiente entrevista con Manuel Nesta, Santiago Vaca Guzmán y Esteban Rodriguez, miembros fundadores de Oficios Asociados (OOAA):
Entendemos al proceso productivo como una interrelación de elementos y etapas en donde todos tienen el mismo valor decisivo. Cada objeto u obra arquitectónica que generamos está pensada como una estructura (más o menos compleja) cuyos componentes, por separado, definen en sí mismos el concepto detrás del producto. Sentimos que el detalle es el que define el propósito de la obra, pero que la obra no se resume en un detalle. Desde ese lugar es que las casas que proponemos comparten los mismos gestos y recursos estéticos que el equipamiento o mobiliario que habita dentro de ellas. - OOAA
Belén Maiztegui (BM): Su obra parece cruzar constantemente los límites de la arquitectura, nutriéndose de los saberes de otras disciplinas y oficios como la herrería, la carpintería y el diseño industrial. Al absorber proyectos muy disímiles que van desde la producción de mobiliario, objetos y piezas artísticas hasta la ejecución de refacciones e incluso el diseño de un sistema de vivienda industrializado ¿Dirían que se comportan como un estudio multidisciplinario?
Oficios Asociados (OOAA): En nuestro camino hacia lo que somos hoy existe un hilo conductor, un punto de partida y un interés que nos atraviesa: el taller. Sin un objetivo primario concreto (o mejor dicho muchos y variados) mas que el entusiasmo por montarlo, es que empieza a suceder todo de forma casi orgánica. La autoconstrucción y los encargos de terceros fueron los que en primera instancia modelaron y contribuyeron a la conformación de nuestra practica actual. Entendemos que el diseño es una practica en si misma, que se puede especializar en algunos tipos, pero su síntesis mas básica es la de proyectar y construir. En esta dualidad esta nuestro motor.
Nos habíamos transformado en un taller de herrería, y queríamos también ser un estudio de diseño, tener un espacio donde poder reflexionar, dibujar, proyectar. Entonces decidimos construirlo. Si, bien, dos de los tres socios somos arquitectos y trabajábamos de eso antes de emprender el taller, ningún encargo hasta el momento había girado puntualmente en torno a proyectos propios o experiencias superadoras, mas allá de los encargos de herrerías clásicas y en el mejor de los casos, en brindar un servicio de asesoramiento y producción de piezas a terceros. Esta experiencia de construir nuestra propia oficina, íntimamente relacionada con nuestro otro espacio (el taller), nos facilitó el hecho de formar los primeros recursos capaces de aplicarlos en futuras intervenciones. Pudimos analizar y entender mas profundamente como y cuando emplear los materiales, sus secciones , dimensiones y cualidades. Descubrimos una suerte de alquimia que nos permitió resolver variadas situaciones con un mismo material y con simples maquinas de corte y soldadura por arco con electrodos (inverter, muy practicas y livianas). Un ejercicio de simplificación y economía de recursos, el cual es totalmente sincero y eficiente si se lo emplea de la forma mas básica, sin esconderlo ni revestirlo. Al igual que en la construcción elemental de una cabaña de madera, donde con pocas herramientas y simples materiales puede erigirse una casa, la herrería nos resulto un método aun mas sencillo, dado en gran medida, por emplear materiales industrializados, con dimensiones, secciones y características constantes, en contraposición, por ejemplo, a la madera.
A partir de entonces, comenzamos a tomar encargos con mayor frecuencia provenientes de arquitectos, diseñadores Industriales y artistas, y así fue que empezaron a combinarse estas practicas constructivas de espacios, objetos y muebles. Recibíamos clientes y amigos en nuestra propia oficina (que era al mismo tiempo como un showroom, construido por nosotros mismos) y de a poco el taller/estudio de Valle Grande, se fue transformando en una usina de ideas constructivas en torno al hierro, el vidrio y la madera aportando a nuestra propia experiencia como proyectistas y constructores. Nos ocupamos de resolver distintas demandas y las capitalizamos desde varias aristas.
BM: ¿Cómo llegan a hacer un producto a partir de una idea? ¿Buscan alguna clase de complementariedad o diálogo entre las diferentes escalas -arquitectura, estructura y objeto- o trabajan los encargos como mundos independientes?
OOAA: Logramos condensar, a través de un solo oficio y pocos materiales, un conglomerado de recursos y soluciones a distintos problemas de dimensiones físicas, espaciales y proyectuales. Mientras mas nos focalizamos en la técnica, mas respuestas podemos brindar. Conceptualmente generamos una galería de recursos basados en el hecho de proyectar directamente con la materia y con nuestras propias maquinas. Capaces y susceptibles de repetirse, de transformarse de combinarse; intentamos aplicar estos recursos en todo el espectro de encargos. Al ensayarlos y emplearlos en distintas situaciones es que estos recursos se van transformando en un producto. Dejan de ser un detalle, un encuentro o una forma de, y se estandarizan.
Nos interesa lograr soluciones que puedan ser empleadas de varias formas y/o escalas, pero que, además, satisfagan uno o mas requerimientos. Una columna puede, además de trasladar cargas, albergar el contacto de una hoja de carpintería, o que un tabique pueda ser también un mueble. Este amalgamiento y aprovechamiento de los recursos es la conclusión de un binomio doble entre hacer y corroborar y entre la obra y el taller.
Con este bagaje de información recolectada en los primeros tiempos, fue que tomamos el encargo de la Casa Alegría. En las primeras aproximaciones, y antes de definir la implantación de la casa en su terreno virgen del conurbano bonaerense, decidimos aplicar el sistema de fachadas portantes que habíamos aplicado por primera vez en nuestra oficina. La respuesta a cómo implantar la casa devino naturalmente al involucrarnos directamente en controlar la densa vegetación del lugar, lo cual nos fue dando pautas de como manejar, no solamente el verde, sino también el asoleamiento. Entonces, saber cómo y dónde construirla fueron las claves para poder confeccionar la totalidad del proyecto.
Después de nuestro primer estudio / taller en florida, nos trasladamos a Villa Crespo a un espacio de mayor tamaño y donde volvimos a poner en practica nuestro laboratorio (también desde la autoconstrucción) para generar nuevamente una cabina donde albergar el estudio. Si bien las condiciones espaciales entre ambos talleres son muy distintas, las soluciones constructivas entre Valle Grande y Humboldt guardan un correlato común. Volviendo otra ves a generar nuestra plataforma madre: la relación entre el taller y el estudio, junto a todas estas implicancias. Los procesos se generan de manera intima, pensamos y diseñamos casi exclusivamente cosas que podamos desarrollarlas y construirlas con nuestros propios recursos.
BM: Al trabajar autoconstruyendo sus piezas, es interesante cómo se posicionan en un diálogo constante entre el diseño y la producción, entre el pensar y el hacer. Al ser, en parte, también fabricantes y tecnólogos ¿Podrían contarnos cómo es ese proceso de producir y construir?
OOAA: Principalmente intervenimos espacios, los ampliamos y equipamos. Tanto la arquitectura que proponemos como el mobiliario que incluimos salen de nuestro taller. En mayor medida nuestros encargos se dan en torno a la ciudad: modificar o agregar espacios en PHs. En este sentido nuestra propuesta, que parece siempre hablar de la forma y el material, se vuelca sobre los problemas habitacionales de estas viejas tipologías, donde intervenir puede ser dificultoso: largos pasillos para acceso de materiales, dificultad de aparcamiento en pie de obra, vecinos íntimamente linderos, estructuras húmedas, presupuestos acotados, etc. Reflexionar el programa con el cliente y analizar las distintas posibilidades espaciales y funcionales son las variables en pugna, dado que en gran medida la respuesta constructiva esta ligada a un producto material con cualidades y calidades predecesoras.
El hecho de poder generar las piezas que componen el sistema en nuestro taller apuntala una dinámica positiva en el proceso constructivo, donde fundimos las figuras y los roles del arquitecto y el constructor. Los usos y costumbres que evocan primero a un arquitecto para luego licitar la obra, quedan expuestos en nuestro caso en un solo compromiso, donde el cliente solo trata con una parte. Esta forma ligera de generar contrato entre una necesidad y una solución resulta eficaz en este tipo de obras de pequeña escala, donde la propuesta es integral desde el proyecto, la obra y hasta la provisión de mobiliario. Hoy, donde ver el mundo desde internet resulta infinito (y agotador) y en muchos casos contraproducente, queremos ser nuestros propios referentes.
Entender esta coyuntura urbana preexistente desde su contexto histórico y técnico, son el puntapié inicial en la búsqueda de un sistema de construcción sustentable capaz de satisfacer demandas de agregación de espacios o restauración. Verificar los procesos constructivos en primera persona, haciéndolos, resultan alentadores en el hecho de aplicar sistemas y tecnologías de construcción basados en otros paradigmas por fuera del mampuesto o el hormigón armado. Llegado el caso, la estrategia pretende emplear lo preexistente como el basamento formal y estructural de lo agregado, al mismo tiempo de aprovecharlo y mantenerlo casi intacto; agregar y modificar lo mínimo posible.
BM: Si bien los proyectos que abordan son muy distintos, es posible notar que todos están atravesados por un factor común: la materialidad ¿Cómo seleccionan los materiales que utilizan en sus proyectos? ¿Tienen alguna búsqueda estética o de identidad "a priori", o esta es más bien el resultado de otras consideraciones?
OOAA: Nuestra obra posee una estética basada principalmente en como decidimos emplear y diseñar los distintos elementos que la componen; por ejemplo, de la decisión de emplear elementos de sección reducida para generar una estructura portante -por el hecho de que de esta pieza sea en parte fácil de manipular-, resulta entonces la condición de que este elemento deba repetirse varias veces y produzca per se un ritmo vertical en la fachada. La fachada es la respuesta a una decisión constructiva, a un detalle, a un recurso. No dibujamos una alzada para luego desarrollarla materialmente en forma abstracta y física. Tanto la arquitectura como el mobiliario lo desarrollamos desde estos lugares. Y su imagen es el reflejo inmediato de los pocos materiales, procesos y tratamientos superficiales que la componen.
Tratamos de generar lugares simples a través de estas decisiones, cascaras neutras donde los contrastes entre luz y sombra y la articulación entre interior y exterior sean quienes caractericen el espacio. Donde el color este puesto por sus habitantes, por vegetación y la arquitectura solo sea valorizada por las propias condiciones naturales de cada elemento, puesto de la forma mas simple y alejados de los colores y materiales de las modas transitorias. Creemos que este pensamiento contribuye de forma sincera al espacio y evita replegarse sobre decisiones meramente esteticistas.
BM: Por otro lado, nos gustaría que nos cuenten un poco sobre las casas PRE.FAB ¿Qué ventajas dirían que ofrece una vivienda diseñada y concebida en un taller de forma industrializada?
OOAA: La formación profesional dentro de las carreras de diseño y las tradiciones constructivas de nuestra cultura están, desde nuestra óptica, en jaque. Basadas muchas veces en conceptos, en tecnologías y en materiales antiguos. Por ejemplo un muro de ladrillo común versus un tabique de panelería. Una cubierta de hormigón versus una cubierta metálica. Practicas constructivas normalizadas por nuestra cultura e incentivada por la profesión: hormigón armado, muros de mampuestos, revoques infinitos etc. La sustentabilidad, al menos de recursos constructivos, no suele ser una variable y reduce al arquitecto al simple hecho de resolver un programa funcional (y/o espacial en el mejor de los casos) dado que las resoluciones constructivas quedan en manos de quienes construyen, generándose una dicotomía entre proyectista y ejecutores. Basta con observar las tipologías construidas en barrios cerrados para entender esta problemática. El diseño esta en manos de algunos pocos usuarios y diseñadores.
Este compendio de situaciones que nos atraviesa desata, en nuestro caso, el interés de reflexionar sobre la vivienda desde múltiples puntos de vista, no solo desde el método constructivo, que en nuestro caso es la continuidad y la aplicación de los recursos y sistemas que empleamos en nuestra obra urbana. En este punto existen variables previamente tipificadas: nuestros sistemas y recursos. En nuestro caso resulta pensar a la vivienda casi como un producto. Una resolución ejecutiva entre usuario y casa terminada de manera súper simplificada, donde la participación del cliente siempre este sujeta al programa y no a la elección, por ejemplo, de los revestimientos. Los dinamismos de la vida cotidiana en la actualidad, donde a muchas personas el tiempo les juega un rol clave, hacen que el hecho de participar en el proceso constructivo de una vivienda sea sinónimo de un profundo estrés. Esto genera, en muchas oportunidades una relación cuasi conflictiva entre las partes, pudiendo atentar en la calidad de la obra. La propuesta de una casa-prefabricada apunta a disminuir el impacto negativo del proceso, reducir tiempos de construcción, eliminar incertidumbres, reducir la participación de gremios, de profesionales a cargo, y también del propio comitente.
La prefabricación de una vivienda en un taller, a pesar que es una tipología de larga data, no encuentra arraigo en los usuarios comunes. Podemos verificar sus intenciones y usos en campamentos y barrios productivos como una solución racional, y también en casas de alto valor de diseño, pero aun resulta difícil de incluirla dentro del imaginario colectivo. La vivienda construida de forma artesanal por mampuestos y métodos rudimentarios sigue imponiéndose frente a soluciones regidas por sistemas industrializados. Este acervo cultural hace mella en la imagen o el resultado estético de la casa mas que en el método constructivo; véase entonces las viviendas ejecutadas por sistemas de steel frame cuyo resultado estético es emular una vivienda de ladrillo revocado.
BM: Finalmente, ¿Tienen alguna recomendación para aquellos interesados en involucrarse en el campo de la producción y la fabricación?
A lo largo de estas líneas intentamos explicar cómo nuestra experiencia proyectiva, constructiva (arquitectura) y productiva (mobiliario) se retroalimenta basándose en las posibles relaciones entre el estudio y el taller. Esta es una forma de hacer arquitectura y diseño que se aleja de las prácticas más comunes de los arquitectos que proyectan y dirigen o de aquellos que construyen proyectos ajenos. Encontramos en esta forma trabajar, acciones positivas producto de emplear las manos, de dibujar en papel, o de ensayar directamente ideas y construirlas (también, subir a un andamio, a una escalera, descargar un camión, subir a un techo, usar herramientas, máquinas, acomodar materiales, barrer, etcétera), en contraposición a proyectar sólo mediante herramientas digitales, donde por ejemplo, la escala real del modelo se diluye permanentemente. Claro está, que diseñar arquitectura es un hecho abstracto por sí mismo, pero las variables del mundo físico deben ser consideradas y estudiadas de las mejores formas posibles para poder emplearlas en el campo proyectual. Por otro lado, nuestra forma de ejercer la práctica se encuentra cómoda dentro de una escala acotada. Con esto no queremos decir que la forma correcta de generar buen diseño sea adquiriendo conocimientos mediante el hecho de involucrarse directamente en tareas constructivas, pero sí transmitir que cuando proyectamos e imaginamos de forma teórica y conceptual, no se debe perder de vista que el fin construido es aún más complejo. Vivimos tiempos digitales, prácticamente todas las carreras de diseño son atravesadas por programas y aplicaciones. El tiempo frente a las pantallas, es mucho y relativiza los tiempos de trabajo de campo. De todas formas, y cada vez más, podemos observar como algunos ciclos analógicos y/o artesanales están revalorizándose y resinificándose constantemente, aportándole al mundo un aire fresco frente a tanta renderización.
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