Uno de los elementos constructivos que mejor conjuga funcionalidad con estética, los plafones pueden ser aliados importantes para proyectos arquitectónicos e interiores, agregando capas de textura, colores y materialidad, permitiendo así un mayor control de calidad de los espacios internos, al mismo tiempo que sirve como almacenamiento y protección de otros sistemas.
Si bien la cocina es un espacio omnipresente en casi todas las viviendas y, en muchos casos, se considera un símbolo de la vida doméstica, también puede ocupar espacio valioso, producir desorden visual y restar valor a la estética de un minimalista de algunos proyectos. Para algunas personas, la solución es simplemente mantener la cocina limpia y organizada en todo momento. Pero para algunos arquitectos contemporáneos innovadores y sus clientes, la solución es diseñar una cocina compacta que pueda ocultarse rápida y fácilmente. A continuación, discutimos varios ejemplos de cocinas ocultas, así como algunas técnicas y estrategias comunes para diseñarlas.
https://www.archdaily.mx/mx/960717/como-disenar-una-cocina-ocultaLilly Cao
Los arquitectos son conocidos por regresar de los viajes con más fotos de edificios que de personas, y por tener un vocabulario con mucha jerga propia. Por supuesto, estos son estereotipos que no siempre son ciertos. Pero algo que une a la mayoría de los diseñadores es la obligación de prestar atención a cada uno de los detalles que componen un proyecto; ya sea el material que recubre la fachada, la unión entre los pisos, cómo se abren las puertas, el tipo de marco, la elección de moldajes para el hormigonado, y muchas otras opciones. Pero un detalle que suele pasar desapercibido para la mayoría (y que marca una gran diferencia en el aspecto de los proyectos de interiores) son las molduras, también llamadas zócalos o rodapiés.
El estado de Baja California Norte se encuentra ubicado en la región noroeste del país, sus divisiones geográficas limitan con California (en los Estados Unidos), Sonora y Baja California Sur (en México). De igual forma, junto con Baja California Sur, son los dos únicos estados de México que se asientan frente al Océano Pacífico y al Mar de Cortés al este y al oeste respectivamente, resguardando algunos de los paisajes y costas más impresionantes de todo el territorio mexicano.
Peter Zumthor, en una de sus obras más emblemáticas, le da al hormigón una dimensión casi sagrada. Es la pequeña Capilla de Campo Bruder Klaus, una construcción robusta y sensible ubicada en un pueblo de Alemania. El cemento blanco, mezclado con piedras y arena de la región, aporta un tono terroso a la construcción. Las 24 capas de este concreto fueron vertidas, día tras día, por mano de obra local, y fueron comprimidas de una manera inusual. Su exterior plano y liso contrasta con su otro lado, hecho de troncos de madera inclinados, formando un vacío triangular. Para remover los encofrados internas, los troncos fueron quemados en un proceso controlado, reduciendo los registros a cenizas y creando un interior carbonizado, que varía entre negro y gris, con la textura de los negativos de los moldajes que alguna vez contuvieron hormigón líquido. El resultado es una obra maestra de la arquitectura, un espacio para la reflexión y la transformación, en el que el mismo material aparece en formas diametralmente opuestas.
Los elementos metálicos han sido utilizados en la arquitectura y la construcción durante cientos de años -ya sea para materializar cubiertas, como elementos decorativos, o incluso para reforzar estructuras de mampostería-. Sin embargo, no fue hasta la segunda mitad del siglo XVIII que aparecieron las primeras estructuras construidas integralmente en hierro fundido: los puentes. Un siglo después, el hierro fue sustituido por una aleación más resistente y maleable que aún hoy se sigue utilizando en proyectos arquitectónicos: el acero.
Más denso que el hormigón, la resistencia del acero subvierte su peso y proporciona una mayor rigidez con una menor cantidad de material –permitiendo generar estructuras más ligeras y delgadas en comparación con otros materiales como la madera o el propio hormigón-. Aunque no es el material más utilizado en proyectos de arquitectura residencial, su uso ha permitido la construcción de algunos interesantes -y bellos- ejemplos de casas contemporáneas en Brasil:
Desde las esculturas de Miguel Ángel hasta las estructuras de los templos griegos, los interiores de castillos y palacios, y el emblemático Pabellón de Barcelona de Mies van der Rohe, cuando nos acercamos a la historia de la arquitectura y la escultura, es inevitable que no hablemos del mármol. Originado a partir de la reacción química que sufre la piedra caliza al exponerse a temperaturas y presiones muy altas, durante miles de años, este material noble es una roca metamórfica que generalmente se encuentra en regiones donde se ha producido actividad volcánica. Su extracción, por sí sola, ya es un espectáculo.
De la misma forma como los colores de una pintura o fotografía abstracta pueden producir un cierto estado de ánimo, los colores de un edificio o habitación pueden influir profundamente en cómo se sienten las personas que lo habitan. Fisiológicamente, muchos estudios han demostrado que la luz azul ralentiza la producción de melatonina, manteniendo a las personas más alertas o despiertas incluso de noche. Psicológicamente, las personas asocian ciertos colores con ciertos sentimientos siguiendo patrones culturales y experiencias previas; por ejemplo, pueden percibir el color rojo como amenazante o aterrador debido a su conexión con la sangre.
En conjunto, la elección del color de un espacio puede tener efectos complejos sobre cómo se sienten sus usuarios, mientras que una fachada se puede percibir de maneras dramáticamente diferentes dependiendo de sus tonos. A continuación, resumimos las asociaciones emocionales de cada color, evaluando sus diferentes efectos al utilizarse en el espacio arquitectónico.
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