

Descripción enviada por el equipo del proyecto. Ubicada en un entorno natural privilegiado, el proyecto nace del deseo de establecer un diálogo sutil entre la arquitectura, el paisaje y el habitar. El proyecto se despliega en un solo nivel, privilegiando la horizontalidad como estrategia para fundirse con el terreno y el jardín circundante.


La volumetría se compone de una serie de bloques pétreos dispuestos linealmente, definidos por muros de altura constante que enfatizan la continuidad espacial y estructural. Sobre estos, descansan planos horizontales de concreto aparente que actúan como techos flotantes, generando sombras profundas y enmarcando visuales hacia el paisaje. Este gesto tectónico otorga unidad al conjunto, mientras que los vacíos intermedios permiten la entrada controlada de luz y ventilación natural.

El sistema constructivo combina mampostería de piedra volcánica y concreto colado en sitio, ambos materiales de bajo mantenimiento y fuerte arraigo local. La paleta material se integra con la vegetación endémica, y refuerza la sensación de permanencia y serenidad.


El diseño paisajístico se plantea como una extensión natural del campo. Las especies elegidas principalmente plantas silvestres y cuerpos de agua poco profundos— favorecen la biodiversidad, reducen el consumo hídrico y aportan dinamismo estacional al conjunto. La casa no se impone sobre el lugar: se posa sobre él.
