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Arquitectos: ROOM+ Design & Build
- Área: 1350 m²
- Año: 2025
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Fotografías:Sonmeo Nguyen Art Studio

Descripción enviada por el equipo del proyecto. En el denso entramado urbano de las grandes ciudades vietnamitas, han comenzado a surgir desarrollos de uso mixto a pequeña escala como una alternativa a la predominancia de las tradicionales casas comerciales. Este tipo de edificación, cuando se combina con modelos de negocio sólidos y soluciones de diseño bien pensadas, puede desbloquear todo el potencial de un sitio, generando beneficios no solo para propietarios e inquilinos, sino también para la comunidad en general. Sin embargo, con demasiada frecuencia, proyectos apresurados y mal concebidos han dado lugar a edificaciones comerciales inseguras, incómodas e ineficientes.

La Jungla fue diseñado y construido con una ambición distinta: ofrecer una respuesta audaz a un desafío complejo. El proyecto debía integrar más de 800 metros cuadrados de espacio comercial, minorista y residencial en un terreno compacto de solo 300 metros cuadrados, orientado al sur, ubicado en una calle concurrida a tan solo diez minutos del centro de la ciudad. A la dificultad del reto se sumaban las restricciones del plan maestro local, que exigía un retiro de 12 metros y la supresión de una esquina en el suroeste del sitio para permitir una futura ampliación vial. El vecindario, compuesto por una mezcla de viviendas y tiendas de baja altura, representa el rostro vibrante —aunque caótico— del urbanismo contemporáneo en Vietnam.




El programa del edificio ha sido cuidadosamente orquestado para lograr una mezcla eficiente y funcional: un sótano de 150 metros cuadrados; más de 300 metros cuadrados destinados a espacios comerciales y minoristas; nueve apartamentos flexibles de una habitación, que varían entre 30 y 45 metros cuadrados; y una cafetería con espacio de co-working en la azotea. Un núcleo de circulación vertical ubicado en la parte trasera, junto con zonas de servicio meticulosamente planificadas, permite maximizar el área utilizable. Los espacios comerciales se benefician de diseños sin columnas, mientras que algunos apartamentos están concebidos para poder combinarse en el futuro, adaptándose a nuevas necesidades.




En el corazón de La Jungla yace un concepto de diseño único: una selva tropical que prospera inesperadamente en el centro de la ciudad. Muchos balcones de formas y tamaños variados se despliegan en cascada a lo largo de las fachadas, evocando la aleatoriedad de la naturaleza. En la cultura vietnamita, los balcones son más que elementos estéticos; son espacios esenciales para la sombra, la convivencia social y la vida más allá de los muros. Aquí, se convierten en pequeños oasis verdes: lugares para las plantas, encuentros y una conexión tranquila con la ciudad. Columnas abovedadas, paneles de vidrio curvos, tonos terrosos de arcilla y una profusión de plantas entrelazan una fachada que se siente viva, evocando la exuberancia de una jungla tropical.




En el interior, el lenguaje orgánico se mantiene presente. Los espacios comerciales y los nueve acogedores apartamentos abrazan suaves curvas, formas irregulares y acabados en arcilla cálida, creando una atmósfera de intimidad y fluidez. Cada apartamento se abre a uno o dos balcones repletos de plantas, difuminando la frontera entre el interior y la naturaleza. En la cima del edificio, una cafetería en la azotea y un espacio de co-working se despliegan bajo un dosel formado por columnas esbeltas que recuerdan a árboles, coronadas por un techo translúcido que irradia luz. Una escalera en zigzag conduce a un jardín en la azotea, un refugio urbano poco común que ofrece vistas panorámicas de la ciudad. Estos espacios, en conjunto, fomentan una experiencia de descubrimiento, como explorar la jungla urbana a nivel del suelo y elevarse hacia sus copas, en un recorrido lleno de sorpresas y conexión con el entorno natural.


La sostenibilidad no es un pensamiento posterior, sino una presencia constante y silenciosa a lo largo de todo el edificio. La ventilación natural y la luz diurna inundan los espacios a través de generosas aberturas; el agua de lluvia, canalizada mediante las estructuras verticales que evocan árboles, es recolectada y almacenada para riego y uso en sistemas contra incendios. Además, el edificio incorpora calentadores solares, cristales de baja emisividad, iluminación LED eficiente y sistemas automatizados de riego que contribuyen a reducir su huella ecológica. Los materiales elegidos también cuentan una historia: una cuidadosa combinación de granito local, cerámica, azulejos de cemento, madera, textiles y porcelana, junto con componentes reciclables como tableros de fibra, aluminio y yeso, reflejando un compromiso integral con la sostenibilidad y la identidad regional.

La Jungla plantea una provocación sutil: incluso en los entornos urbanos más densos, la arquitectura puede fomentar la vida, convocar a la comunidad y reconectar la ciudad con la naturaleza. Es un susurro que recuerda que la arquitectura aún tiene el poder de inspirar, conectar y vitalizar su entorno.