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Arquitectos: Lucas Maino Fernández
- Área: 319 m²
- Año: 2024
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Fotografías:Marcos Zegers

Descripción enviada por el equipo del proyecto. Ubicada estratégicamente entre el Volcán Villarrica y el Lago Villarrica, la Casa Miradores se sitúa en la cima de una colina en la ladera noroeste. Este privilegiado entorno natural ofrece vistas panorámicas al lago, al volcán y al bosque nativo, configurando un paisaje central que influye de manera inevitable en la conceptualización del proyecto.


El proyecto se eleva sobre el terreno mediante una única plataforma, sobre la cual se disponen dos volúmenes independientes, articulados por un espacio central. Cada volumen se abre en direcciones opuestas, destacando vistas contrastantes: por un lado, el bosque nativo y el volcán; por el otro, el lago. Esta disposición favorece la autonomía funcional de la vivienda, permitiendo una habitabilidad parcial o total según las necesidades. El espacio central, concebido como un vestíbulo o hall de acceso, cumple una doble función: conectar y separar, posibilitando así un uso flexible del conjunto.

El volumen principal alberga el programa esencial de la vivienda, incluyendo el salón, comedor, cocina, dormitorio principal, un dormitorio de invitados y un estudio que conecta con una plataforma mirador orientada al volcán. Esta unidad se abre hacia el noroeste, maximizando el ingreso de luz natural. El volumen secundario contiene dos dormitorios de invitados y una terraza abierta al paisaje. A diferencia del primero, este se orienta hacia el sureste, generando una experiencia lumínica completamente contrastante que enriquece y complementa el proyecto.



La materialidad del proyecto se basa en una estructura principal de acero y paneles SIP, garantizando eficiencia térmica y estructural. El revestimiento exterior combina zinc prepintado y madera impregnada en negro, proporcionando protección y una estética sobria y contemporánea. En el interior se utilizaron pisos de pino vitrificado, mientras que los muros están revestidos con pino aserrado con un acabado blanqueado, creando una atmósfera sencilla, cálida y luminosa.


La Casa Miradores se concibe como una respuesta sensible a su entorno, donde la disposición, orientación y materiales dialogan con el paisaje natural y sus condiciones cambiantes. A través de una estrategia volumétrica que promueve la flexibilidad y la contemplación, el proyecto logra una experiencia de habitar íntima y diversa, profundamente conectada con la tierra.















