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Arquitectos: Moguang Studio
- Área: 240 m²
- Año: 2024
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Fotografías:Qingshan Wu, Kejia Mei

Descripción enviada por el equipo del proyecto. En 2024, aprovechando los Juegos Asiáticos de Hangzhou, la Academia China de Arte - Escuela Superior de Diseño Innovador y Hangzhou Vanke pusieron en marcha el Plan de Regeneración de Microespacios Urbanos, centrado en los "espacios residuales" pasados por alto, desde orillas de lagos y pasos subterráneos de puentes hasta rincones de oficinas no utilizados. A través de microintervenciones, el proyecto busca activar estos fragmentos olvidados de la ciudad y aportar calidez y vitalidad a la vida urbana diaria.



Invitados por el profesor Jiang Jun, nuestro equipo participó en la segunda obra del plan: la renovación de un pabellón en la plaza central de Hangzhou Vanke Center. A pesar de su ubicación prominente, el pabellón de 18 metros de ancho se sentía sobredimensionado e impersonal, careciendo de un diseño a escala humana que pudiera fomentar la pausa o la interacción. Con el tiempo, se convirtió en un mero pasaje, mientras que las pendientes sombreadas adyacentes, naturalmente acogedoras e íntimas, evolucionaron en el verdadero corazón social de la comunidad.


El desafío era cómo, con un presupuesto mínimo, transformar esta estructura rígida y solemne en un espacio relajado y atractivo. Inspirándonos en el suave paisaje circundante, ampliamos este lenguaje hacia el interior, introduciendo un suelo ondulado y plisado que conecta orgánicamente con el cuerpo, creando no una instalación lúdica, sino un terreno experiencial. Los pliegues dividen el pabellón en dos capas: una área central para reuniones y un anillo externo de rincones íntimos que invitan al descanso, al juego y encuentros tranquilos.



Esta superficie de suelo redefinida se convierte en una extensión del cuerpo humano; uno puede sentarse, acostarse o escalar sobre ella. Acomoda tanto la soledad como la sociabilidad, trayendo juego y compromiso sensorial a la experiencia urbana cotidiana. El pabellón, renacido como el Pabellón Ola, celebra el movimiento y la percepción, un lugar para redescubrir la ciudad a través del tacto y el movimiento.


Un techo de espejos complementa el suelo, reflejando la luz cambiante y ampliando el diálogo entre la tierra, el cuerpo y el cielo. A medida que el día se convierte en noche, el paisaje ondulante refleja suavemente el cálido resplandor de las luces interiores, fusionando sombras, personas y naturaleza en una pintura viviente de intimidad urbana.




















