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Arquitectos: Shin Aoki and Partners
- Área: 69 m²
- Año: 2025
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Fotografías:Shota Hiyoshi

Descripción enviada por el equipo del proyecto. Ubicada a lo largo de un verdoso sendero peatonal en Nerima, Tokio, esta casa se relaciona directamente con el paisaje cotidiano del vecindario, donde los residentes cultivan flores y árboles frutales y utilizan el camino como parte de sus paseos diarios. En lugar de simplemente enfrentar este entorno lineal, el proyecto inserta una nueva escena espacial en él, una que invita a la interacción y se convierte gradualmente en parte de la ecología local.

En contraste con la hilera continua de casas construidas pegadas al borde de la calle, el volumen se retranquea intencionadamente para crear una terraza y un pequeño jardín delantero. La terraza está diseñada para el bricolaje informal y el jardín tiene un tamaño que permite a los residentes cuidar las plantas como parte de su rutina diaria. Con el tiempo, se pretende que estos espacios al aire libre actúen como una prolongación del sendero verde, contribuyendo al paisaje colectivo de la comunidad. En la entrada, un jarrón de flores de bambú fijado con clavos tradicionales japoneses permite exponer las flores de temporada como gesto hacia la calle.

La fachada responde a la mezcla de curvatura y verticalidad de los árboles circundantes, combinando superficies planas y curvas con materiales que se transforman con el tiempo: cobre y ciprés japonés. Los paneles de cobre están instalados en un patrón tradicional ichimonji-buki, mientras que el hinoki se utiliza como revestimiento vertical con orientaciones variadas. Un techo curvado de acero inoxidable unifica la forma. La intención no era imponer una única expresión dominante ni crear un collage visual, sino establecer una apariencia que se abre hacia el exterior, invitando a la imaginación, la ambigüedad y el cambio.



Aunque el sitio mide solo 49 metros cuadrados, el ancho de la calle legalmente definido de 12 metros permitió un amplio volumen vertical. El interior fue concebido como un espacio vertical de una sola habitación compuesto por placas de piso superpuestas y nichos entrelazados, generando un ambiente de vida continuo y tridimensional.


En el primer piso, la escultural fachada se expresa internamente como una columna de madera redonda, alrededor de la cual se construyó una mesa personalizada. Este comedor está iluminado desde arriba por una claraboya orientada al norte que da al sendero verde, creando un espacio común tranquilo y lleno de luz natural.



Las funciones privadas como el baño y el inodoro están consolidadas en el segundo piso. El plan está organizado en torno a un flujo circular centrado en el inodoro, permitiendo una ocupación flexible y una futura adaptación. La luz natural se introduce para acomodar usos como oficina o galería, sin que el espacio esté definido por un solo programa fijo.

Un vacío vertical en forma de torre en el lado sur trae luz natural a través de pisos ranurados a cada nivel de la casa. La luz entra por aberturas a varias alturas y direcciones, reflejándose en superficies blancas para crear un suave resplandor atmosférico. Esta cualidad cambiante de la luz, que varía con la temporada, la hora del día y el clima, produce un interior que está vivo con sutiles variaciones, ofreciendo un ambiente de vida que es tanto íntimo como expansivo.





























