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Arquitectos: YKAA
- Área: 25 m²
- Año: 2025
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Fotografías:Yongbaek Lee

Descripción enviada por el equipo del proyecto. Concebido como un pequeño pabellón multifuncional y estudio, el proyecto comenzó con una simple pregunta: ¿cómo podemos crear un sentido de apertura y generosidad dentro de un espacio limitado mientras mantenemos bajos los costos?


El sitio se encuentra en un terreno estrecho y suavemente inclinado donde convergen condiciones contrastantes: autopistas elevadas, torres de transmisión y carreteras transitadas definen un entorno creado por el hombre, mientras que el río Makomanai, una ciclovía y la vegetación circundante reintroducen un sentido de naturaleza.


Dentro de este entorno, el cliente buscaba un pequeño espacio multifuncional que trasciende las definiciones convencionales. Así surge Hiraya - un pabellón multipropósito, un lugar para reunirse, conversar y compartir la vida cotidiana y los sueños. Anticipándonos a la diversidad de usuarios y a la fluidez de las funciones, imaginamos una estructura capaz de perdurar en el tiempo, una forma suave pero resistente que favorece la longevidad arquitectónica y se adapta con flexibilidad a los cambios.



El edificio consta de un único espacio cuadrado de 4550 mm y un núcleo de servicios mínimo. Dentro de esta superficie extremadamente compacta, exploramos cómo la apertura y la flexibilidad podían coexistir con las limitaciones de escala y costo.


El volumen se sitúa a 720 mm del suelo para formar un zócalo, desde el que se extienden aberturas en los cuatro lados. Esta base baja fomenta una variedad de posturas y actividades, como caminar, sentarse, trabajar y comer, al tiempo que atrae la vegetación circundante al interior y proporciona un flujo horizontal continuo.

En el centro del espacio, una columna simbólica girada 45 grados se cruza con una viga diagonal que eleva un pequeño altillo. Esta composición seccional conecta las zonas superior e inferior a través un vacío continuo en los cuatro lados, ampliando la sensación vertical de apertura.

Aunque una luz de 4550 mm podría salvarse fácilmente con una sola viga para conseguir un espacio sin columnas, tal gesto resultaría desproporcionado en este caso. En cambio, la columna central y la viga diagonal actúan como anclaje, articulando sutilmente cuatro zonas distintas pero interrelacionadas dentro de la planta compacta.


En este entorno ambiguo, Hiraya forma un pequeño universo autónomo, uno que abraza el cambio, invita a la interpretación y ofrece una libertad silenciosa dentro de un marco arquitectónico preciso.















