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Arquitectos: AMA architectural office
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Fotografías:Mikel Ibarluzea

Descripción enviada por el equipo del proyecto. En las ciudades, los contenedores llenos de restos de obra y muebles desechados evidencian una constante renovación de interiores guiada más por modas estéticas y estrategias de mercado que por verdaderas necesidades funcionales. Este mismo impulso superficial se refleja también en los espacios y edificios públicos, donde muchas intervenciones priorizan la imagen antes que aspectos fundamentales como la accesibilidad, el confort o la adaptabilidad futura.


El pabellón parte de una relectura crítica del concepto de utopía, alejándose de su sentido abstracto o idealizado para transformarla en una posibilidad tangible y cercana. Desde esta perspectiva, se propone mirar hacia lo cotidiano —el hogar, lo domésticо, lo habitable— como el lugar desde el cual repensar el futuro de la arquitectura.



La propuesta del pabellón se sitúa en la plaza de las mujeres de Bilbao. El espacio es característico por ser muy alargado y estrecho, y ser un lugar más de paso que un sitio de reposo. Cerrando la plaza se encuentran elementos fundamentales para la villa como la estación de la Concordia o el teatro Arriaga. Obedeciendo al desarrollo espacial de la plaza, la propuesta es un pabellón rectangular de 18x6 m., con una entrada principal que coincida con el flujo desde el puente arenal hacia la calle Bailén y una salida siguiendo este recorrido por el otro lado.


El pabellón ha sido construido con andamios alquilados. La elección del material obedece a varios factores; la generación de residuos cero, la facilidad de montaje, la posibilidad de generar grandes luces y una correspondencia estética con el tema teórico del pabellón. El pabellón tiene 9 vanos idénticos, diseñados a dos aguas pero con el desagüe hacia el centro del pabellón, coincidiendo con alcantarillas naturales de la plaza. Para cubrir el pabellón se ha optado por el panel de acero utilizado para proteger las obras, debido a que se puede alquilar por las empresas de construcción. Para delimitar los espacios se ha optado por la tela mosquitera utilizada para cubrir los andamios, pero con una colocación que evidencie la intencionalidad estética de la propuesta.


El espacio interior estará formado por un conjunto de “exposiciones” sobre la cotidianidad de los restos de construcción situados en las “capillas” laterales del pabellón y al final de recorrido, un lugar donde poder hacer charlas o diálogos sobre las cuestiones pertinentes de la bienal. Las diferentes estancias se dividen entre sí con la misma tela mosquitera anteriormente citada. El espacio principal cuenta con una tarima donde exponer y unas gradas donde sentarse para escuchar la ponencia.














