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Arquitectos: Guá Arquitetura, be.bo. arquitetos
- Área: 3309 m²
- Año: 2025
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Fotografías:Manuel Sá
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Proveedores: Casa Brasileira Belém, Mãos Caruanas, Vedac

Descripción enviada por el equipo del proyecto. El Museo de las Amazanías (MAZ), un espacio cultural dedicado a valorar la ciencia y la tecnología de la región, abrió al público en Belém el 4 de octubre. El museo forma parte del Porto Futuro II, que compone el conjunto de obras realizadas por el Gobierno de Pará, dejadas como legado de la COP 30 a la capital paraense. La oficina paraense Guá Arquitectura y los cariocas be.bo. arquitectos firman el proyecto en el almacén de 3.100 m². En paralelo, el dúo desarrolló la expografía permanente del museo que se abrirá en 2026.

Curaduría. El nuevo museo de la Secretaría de Cultura del Estado de Pará, implementado por el IDG en asociación con el Museo Paraense Emílio Goeldi, nace con el objetivo de mostrar las diversas Amazonías que existen en los nueve estados brasileños y en otros ocho países. Con curaduría de Francy Baniwa, Joice Ferreira y Helena Lima, el lugar ofrece experiencias inmersivas y sensoriales, que reflejan las vivencias de las comunidades urbanas, indígenas, extrativistas, quilombolas y ribereñas que componen la Amazonía.


Arquitectura. Los arquitectos transformaron el almacén de 3.300 m² en un recorrido organizado en dos niveles. La planta baja, con 2.000 m², alberga el espacio expositivo, el vestíbulo y la tienda. Ya el mezzanine, con 1.100 m², alberga la sala de exposición temporal, una sala multiuso y el espacio creativo, pensado para diferentes actividades culturales. La serpiente es un elemento recurrente de diferentes cosmovisiones amazónicas. Encantados como la Boiúna, la Cobra Canoa y la Cobra Grande sirvieron de inspiración para la identidad del museo y para varios elementos del proyecto.

La serpiente inspiró el diseño de los bancos de la entrada, que crean un espacio de encuentro y permanencia. Las piezas son firmadas por be.bo. y Guá y producidas por Vedac. "Usamos más de 15 especies de maderas amazónicas de manejo sostenible. Esto se convirtió en una xiloteca, una biblioteca de madera al servicio de la población. También es una forma de explicar al público que existe una enorme diversidad de maderas en la Amazonía", cuenta Luis Guedes, socio de Guá.


La fachada del galpón recibe una intervención artística colectiva titulada "La Serpiente es un Cuerpo que Une Mundos". Dieciséis artistas de la Pan-Amazonía participan en un mural con la forma de una gran cobra. Además, el logo, desarrollado por la Agencia Libra, fue esculpido en marquetería por el artesano acreano Maqueson Pereira da Silva, de la Marquetería del Acre.

La exposición comienza por el vestíbulo, un ambiente que busca aterrizar y preparar al visitante para la muestra. El espacio tiene luz tenue y paredes rojizas, pintadas con la misma pintura que los indígenas marajoaras usaban en sus cerámicas y pinturas corporales. Todas las paredes internas del museo fueron pintadas con esta geotinta hecha con barro, una investigación de las oficinas con el taller Manos Caruanas, empresa de joyas en cerámica en la Isla de Marajó (PA). "Este museo tiene muchas capas. El piso allí tiene sentido, la textura de la pared tiene sentido, todo tiene sentido. Toda arquitectura habla de algo", cuenta Bel Lobo, socia de be.bo. arquitectos.

Un gran globo de LED transmite la obra "Simbiosfera", de la artista Roberta Carvalho, que destaca la centralidad de la Amazonía en el imaginario global. "El globo queda entre los dos niveles del museo. Fue suspendido en el techo para dar la sensación de que está flotando desde el punto de vista de los visitantes. Si la persona está cerca del barandal en el primer piso, podrá ver todo el globo", explica Pablo do Vale, socio de Guá Arquitectura. En el primer piso también es posible ver la planta baja.

En la planta baja, todavía hay una tienda de 60 m², donde el maestro carpintero Edson Rodrigues, de la Isla de Murutucu (PA), hizo una estantería expositora a medida, y el artesano Ivan Leal, de Abaetetuba (PA), firma una gran luminaria hecha con raíces recolectadas en la playa, donde descansan 150 pájaros esculpidos de mirití, fibra de miritizeiro. El mezzanine reserva 500 m² para exposiciones temporales y 77 m² para el espacio creativo, ideado como un área libre para los visitantes o una extensión de exposiciones temporales. La sala multiuso de 150 m² fue diseñada con estructura modular, que permite albergar 130 personas sentadas o dividir el ambiente en tres salas separadas.

Expografía Permanente. Prevista para julio de 2026, la muestra permanente promoverá un paseo cronológico por la historia de la Amazonía, desde la formación geológica hasta las perspectivas de futuro. Dividida en seis etapas, la expografía abordará temas como la diversidad biocultural, las tecnologías ancestrales, la relación entre abundancia y bosque, y las crisis ecológicas actuales.

Uno de los aspectos destacados será un ambiente inmersivo en forma de espiral, revestido por una cortina de taboa. En el centro, una nube compuesta por 5.000 animales de mirití servirá de soporte para proyecciones. Otro ambiente, el Espacio Aturá, invita al público a entrar en un gran cesto indígena baniwa, donde es posible comprender la relación entre las constelaciones y los ciclos de siembra y cosecha en la cosmovisión indígena.

La exposición sigue por diferentes ambientes hasta finalizar en las "soluciones del buen vivir", un espacio que inspira a los visitantes a soñar con el futuro de la región —ya sea a través de las fiestas urbanas, que incorporan elementos futuristas y disruptivos, ya sea por el encuentro con actores sociales que luchan por la preservación del bosque.

El Museo de las Amazonías es realizado por muchas manos, en el principio "ajurí", concepto que remite a mutirã, trabajo colectivo que moviliza, organiza y cuida —una práctica muy viva en las comunidades amazónicas. "Todo lo que queremos es que las personas se involucren, comprendan y se sientan más integradas. Me gustaría que salieran del museo con nuevos valores y ganas de cuidar, cada uno por sí mismo. Sabemos que el cambio comienza desde adentro", es el deseo de la arquitecta Bel Lobo, socia fundadora de be.bo. arquitectos.























