Descripción enviada por el equipo del proyecto. La densidad del programa, la superficie de solar y su edificabilidad obligan a resolver el proyecto dentro de un volumen compacto que ocupa la totalidad de la superficie de la parcela.
La propuesta asume dicha situación como punto de partida proponiendo un volumen aparentemente compacto, que no obstante, ha sido perforado por una serie de patios en los que la vegetación trepa a gran escala consiguiendo una arquitectura de una gran calidad espacial y lumínica.
Desde el punto de vista de su organización interior, el volumen se divide en dos partes claramente diferenciadas: la dinámica y la estática. Dichas partes dividen longitudinalmente el edificio, jerarquizando y estructurando el programa funcional, las circulaciones y toda otra serie de factores como son la luz, el sonido, las condiciones térmicas y la privacidad
El sector dinámico se encuentra situado en la zona sur del edificio, y lo recorre de este a oeste con un ancho de 7,5 metros. Éste alberga todas las actividades dinámicas y los servicios, por tanto en esta zona encontramos: las circulaciones, la atención al público, los despachos internos, los almacenes y las estanterías de almacén de libros, dejando para el otro sector los espacios propiamente de lectura.
Toda esta zona está perforada por una serie de patios que la recorren en vertical y que ofrecen al visitante visuales más globales del conjunto a través de dobles y triples espacios, dentro de los cuales se han ubicado una serie de macetas con árboles.
El sector pasivo se sitúa en la fachada norte y recorre el edificio de este a oeste, con un ancho de 12 metros, está dedicado a los espacios de lectura. Tres razones justifican su ubicación: la primera es la acústica, estas salas se abren al parque en vez de al tráfico de la calle Honduras; en segundo lugar, la lumínica, la iluminación indirecta que ofrece una fachada norte es la mas recomendable para actividades de lectura y; en tercer lugar, las vistas y la proximidad de las edificaciones vecinas que, en el caso de la fachada norte, da a un parque y la edificación más cercana es un equipamiento de planta baja más tres. Dándole un desahogo a las salas, que no la tendrían en la fachada sur debido a la proximidad de las edificaciones vecinas, que son torres de trece plantas de altura.
Las fachadas norte, este y oeste son una combinación aparentemente aleatoria de módulos transparentes y de madera. No obstante, están diseñadas con un sistema modular que permite cambiar fácilmente las piezas de la fachada, permitiendo modificarla en función de los usos que se produzcan dentro.
La fachada sur, el filtro del que ya hemos hablado anteriormente es reflejo fiel de la actividad que en el se produce y de los usos que contiene. Una malla de densidad variable la protege, modificando su densidad atendiendo a criterios no solo climáticos sino de conservación de los libros y necesidades lumínicas de cada zona.
