El anexo al Museo de Arte de Toledo, es un espacio de exhibición para la colección de vidrio del museo, y a su vez un recinto para la fabricación del vidrio. Concebido como un volumen único de un piso perforado por patios, el usuario se siente dentro del verde circundante a través de las capas de vidrio. Individualmente, cada espacio esta encerrado en vidrio transparente, resultando en muros huecos que actúan como buffer climático; espacios de exhibición, el taller a alta temperatura de vidrio y el exterior. La planta se deriva de una grilla de varias formas rectilíneas que reflejan las uniones programáticas, con las conexiones entre recinto y recinto logradas usando superficies curvas de vidrio. El vidrio envuelve a los espacios formando elevaciones continuas, ininterrumpidas por esquinas. El visitante fluye con la forma a través de una serie de burbujas interconectadas.

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Descripción enviada por el equipo del proyecto. Equipo Construcción: Sami Rintala, George Lovett (estudiante arq, University of Sheffield, Reino Unido), Borghild Hulsvik (estudiante arq, Bergen Architect School), Anne Kathrine Vabø (estudiante arq, Bergen Architect School)

Kirkenes es una ciudad de 6000 habitantes (9500 en los alrededores) en el noreste de Noruega, cercano a Rusia. Alejado de los centros políticos y económicos, como capitales, ciudades grandes, sedes de grandes corporaciones e instituciones culturales, esta ciudad del Barents ha generado desde la raíz su propia manera de relacionarse dinámica e internacionalmente, manteniendose diariamente con actividades como la pesca, la construcción y el turismo. Aquí se unen los sami, rusos, noruego y finlandeses en esfuerzo humano, divididos solo, innecesariamente, por fronteras artificiales.

Los marinos, pescadores, cazadores, mochileros y caza fortunes que pasan por aquí necesitan un lugar para alojarse que se ajuste a su siempre cambiante economía; un hotel pequeño sin ningun lujo excepto un techo sobre sus cabezas, una cálida chimenea y vista al mar de Barents, directo desde la cama con pieles de venado. El hotel tiene una habitación simple, una habitación doble y un lobby. La llave la entrega la agencia Via Travels o la oficina de turismo local.

El projecto se ejecutó en diez días con un presupuesto reducido. Es una estructura completamente de madera sobre una fundación de ladrillos. El interior se encuentra pintado de color blanco para una máxima luminosidad en el invierno, y el exterior esta pintado en color café negruzco para para recibir el calor del sol y para imitar el color de la costa rocosa. La casa esta anclada a las rocas del puerto para ajustarse a las duras condiciones climáticas del emplazamiento. Una gran letra H está pintada en la cara que da hacia la ciudad, para facilitar la lectura de un hotel en un paisaje de bodegas y containers.

Sami Rintala, Oslo, 31/07/2006

// Exterior 

// Interior 

// Planimetría y Croquis

Descripción enviada por el equipo del proyecto. El encargo consiste en intervenir un edificio pre-existente para las nuevas oficinas de las radios Horizonte & Oasis. Se pide explícitamente que se reorganicen sus espacios, manteniendo la sobriedad de las radios.

Para esto se dispone de un piso por programa. Estudio Master, Administrativo, Periodistas y Locutorios y finalmente, el Piso de Directores.

Como línea de diseño se propuso la integración de las distintas áreas de operación de la radio, acentuándose en las zonas de trabajo común disponiendo éstas hacia el oriente, con el objetivo de disponer de la mejor luz para la labor que ahí se ejecuta. Estas zonas están delimitadas hacia el interior por una mampara de vidrio serigrafiada que recorre la totalidad del pasillo integrando el espacio y a su vez demarcando las distintas áreas de trabajo. Hacia el poniente tanto en la zona administrativa como la de locutorios se trabaja con condiciones opuestas pero sin dejar la línea de integración de los espacios. Para la fachada principal se contrastó la transparencia del hall de acceso con el trabajo de la perfilería dispuesta verticalmente. Esta, consiste básicamente en perfiles de acero 20×50 dispuestos de canto y en secuencia entre sus distanciamiento. Con esta configuración para la fachada se logra dotar de luz al interior de los locutorios, entregar la sobriedad y elegancia que se encargó como imagen para el edificio, y por sobre todas las cosas hacerse cargo de la materialidad escogida a través un detalle constructivo importante.

Descripción enviada por el equipo del proyecto. El edificio surge del mar, como una roca que siempre a estado allí. Una roca erosionada, que envuelve sin tapar, se entierra y mira. El material con que está hecho el edificio va a envejecer, se va a llenar de musgo, mejorando con el tiempo. El edificio se rompe, llega al mar, toca la arena, se inundan y juega con el movimiento de las mareas.

El lugar merece ser reconocido, tiene mucha identidad y necesita un elemento que lo potencie. Un elemento que aproveche lo que el entorno le ofrece. Un elemento que dialogue con el mar mientras ordena ese fragmento de ciudad. Al final se obtiene un edificio que crea ciudad, convirtiéndose en un hito diferenciador para Gijón.

1. El tratamiento de los visitantes. El edificio los reconduce por los diferentes espacios tratando de despertar su sensibilidad.

2. Diálogo con la ciudad y su gente. El edificio se convierte en ciudad, estableciéndose una interacción ejemplar con ella, sin perder su autonomía, creando un espacio semipúblico a la vez que un elemento de referencia para los habitantes de Gijón.

3. Edificio como elemento escultural.

El edificio da respuesta a tres necesidades diferentes:

Área dedicada a la salud: Se busca la individualidad, mediante estancias enterradas, muy íntimas, que permiten un uso personalizado del cada espacio. En su interior se suceden zonas continuas con espacios esbeltos, cerrados en sí mismos que son bañado por luces indirectas. Dentro de estas estancias se potencian al máximo los sentidos. Vista, tacto, olfato, oído y gusto, se combinan para crear en el visitante un estado de relajación y evasión del exterior. Se trata de crear un espacio en el que el hombre tenga el control y se sienta seguro, protegido.

Hotel: En la pieza del hotel los planteamientos cambian. En contraposición al espacio de salud, aquí nos encontramos con un espació abierto al mar. Donde aparecen una serie de habitaciones todas diferenciadas, dispuestas a lo largo de un pasillo de acceso. Cada habitación cuenta con una terraza desde la cual se puede contemplar la playa. Su buen funcionamiento está garantizado mediante patinillos donde se alojan todas las instalaciones a las que se puede acceder desde el pasillo. La disposición del hotel permite un uso de éste independiente del Centro de Talasoterapia. El acceso para los usuarios del balneario a las habitaciones se realiza de forma fácil y cómoda.

Espacio público: El edificio se ofrece a la ciudad como una continuidad del paseo marítimo. Mediante un sistema de rampas el edificio se transforma en paseo que puede ser recorrido por personas ajenas al complejo, sin interferir en ningún momento con los demás usos. Establece de este modo un dialogo con la ciudad, invitando al visitante a caminar sobre él. Los usos se insinúan al paseante el cual puede contemplar parte de las instalaciones sin llegar entrar en contacto con los usuarios complejo. A lo largo del recorrido el paseante va a encontrar cafeterías, restaurantes y otros servicios que potenciarán esa idea de lugar público.