
Existe una creciente conciencia sobre la sostenibilidad—y el costo ambiental de demoler prematuramente edificios seguros y estructuralmente sólidos solo para reemplazarlos con nuevas construcciones. En la carrera más amplia por reducir las emisiones de carbono, las corporaciones e instituciones están poniendo mayor énfasis en el desempeño ESG (impacto ambiental, responsabilidad social y gobernanza). Muchos ahora requieren contabilidad de carbono, establecen objetivos de "neutralidad de carbono", o compran créditos de carbono para compensar sus huellas.
Este cambio, junto con una ola de proyectos ejemplares de reutilización adaptativa en todo el mundo—el Tai Kwun de Herzog & de Meuron en Hong Kong, Powerhouse Arts en Brooklyn, The Ned Doha de David Chipperfield, y las transformaciones de fábricas de Xu Tiantian, canteras, y fortalezas de tierra apisonada en China—ha acelerado una seria reconsideración de la reutilización como una estrategia de desarrollo primaria. Sin embargo, a pesar de sus muchos beneficios, la reutilización adaptativa aún no es tan predominante como podría ser. ¿Por qué y cuáles podrían ser los principales obstáculos y tensiones?




















