Entendemos la arquitectura como un objeto animado capaz de interpretar en el tiempo nuevos usos distintos a los originales. Es, en este reciclaje, que la obra renueva su fuerza inicial.
La recuperación del Palacio Pereira plantea dos desafíos claros: por una parte tenemos la recuperación del edificio patrimonial y por otro la construcción de un nuevo pabellón que de satisfacción al programa solicitado. Se trata de “un proyecto dentro de un proyecto” donde las estrategias deben ser necesariamente complementarias. El diálogo forzoso entre lo viejo y lo nuevo reclama una continuidad la que, en ningún caso, es sinónimo de inmovilidad. Por lo contrario, creemos que las nuevas edificaciones deben interpretar el pasado en clave contemporánea estableciendo un diálogo fecundo entre historia y modernidad.
Anteriormente les presentamos la propuesta ganadora de este concurso promovido por el Gobierno de Chile. Ahora queremos dejarlos con la propuesta que se llevó el segundo lugar y que corresponde a la oficina penquista Prado Arquitectos encabezada por Cristián Prado, Tomás Prado y Raúl Espinoza.
El Martes pasado les anunciamos en exclusiva a los ganadores de dos importantes concursos de arquitectura promovidos por el gobierno: El Plan Maestro para el Eje Bulnes (ver resultados aquí) y la renovación del Palacio Pereira.
El Palacio Pereira es uno de los Palacios con más historia de Santiago. Su importancia desde el punto de vista patrimonial y su ubicación en el corazón de Santiago, hacían primordial una propuesta de renovación.
Cecilia Puga, Paula Velasco y Alberto Moletto fueron los arquitectos premiados con el primer lugar en este concurso. Presentamos la propuesta completa a continuación.
Tras su charla de hoy lunes a las 19:00 hrs en la Universidad Adlfo Ibañez, Marco Steinberg dará una charla en la Bienal de Arqutiectura y Territorio mañana martes a las 20:00 hrs en la Sala de las Artes.
Este año la Bienal de Arquitectura y Territorio vuelve a la Estación Mapocho, uno de los espacios urbanos interiores más emblemáticos y notables de Santiago, por su ubicación, sus dimensiones y su arquitectura. Una nave de 120 metros de longitud orientada paralela al río Mapocho fue construida a principios del siglo XX para contener lo que llegó a ser la principal estación de trenes de Santiago con destino a Valparaíso y el Norte. Actualmente funciona como centro de eventos, albergando ferias, exposiciones y conciertos, entre otros usos. Su estructura está compuesta por 22 arcos metálicos articulados que constituyen una nave con cubierta de cobre y cielo de entablado de madera, que reemplazó el original cielo vidriado. Está rodeada por construcciones de dos pisos en sus lados sur, oriente y parte del norte. El suelo está organizado en dos niveles; uno superior a nivel de la calle que genera el acceso y una zona alta dentro de la nave que se extiende a través de corredores laterales. El nivel inferior esta 2.2 metros más abajo y corresponde al antiguo nivel de andenes y hoy configura el espacio mayor de exhibición. Al ingresar a la nave desde el acceso principal, la bóveda que se produce por la superposición de arcos se refleja sobre el suelo, destacando la luz que ingresa desde el fondo de la nave. Se ven las figuras a contraluz y la profundidad de la nave aparece en su dimensión total.