El estudio de arquitectura danés studio Dorte Mandrup acaba de revelar los diseños para su nuevo proyecto en la Región Ártica. En colaboración con la marca noruega Norrøna, el estudio ha diseñado un hotel en la naturaleza. Situado en el norte de Noruega en Senja, la segunda isla más grande de Noruega, el hotel está rodeado de paisajes dramáticos que incluyen montañas empinadas, playas, valles y profundos fiordos.
El sur de Asia ha experimentado transformaciones notables en las esferas económica, política, social y demás. Un reflejo de estos patrones de cambio social son las prácticas arquitectónicas en esta región. Los Estados-nación modernos del sur de Asia (Afganistán, Bangladesh, Bután, India, Maldivas, Nepal, Pakistán y Sri Lanka) comparten historias similares y un futuro caracterizado por un rápido desarrollo económico y urbanización. Sin embargo, cada región exhibe distintos matices con respecto al estado actual y potencial de la praxis arquitectónica, informados por sus contextos socioculturales y climas políticos emergentes.
Un groundscraper es esencialmente lo opuesto a un rascacielos: un gran edificio que se extiende horizontalmente hacia afuera en lugar de elevarse verticalmente hacia el cielo. Aunque no existe una definición estricta, los groundscrapers se describen generalmente como edificios extremadamente largos pero de poca altura con más de 92.000 metros cuadrados de espacio, a veces llamados sidescrapers o landscrapers. El término saltó a la fama con los planes de Google para su enorme sede en Londres valorada en 1.300 millones de dólares. Diseñado para tener solo 11 pisos de altura pero más de 300 metros de largo, este vasto bloque de oficinas personifica el uso de la expansión horizontal creando un inmenso espacio para miles de empleados.
A medida que crece la demanda de viviendas asequibles y disminuye la disponibilidad de propiedades de bajo costo, las partes interesadas en la vivienda deben volverse más innovadoras en su enfoque del desarrollo de viviendas sociales. Una oportunidad radica en restaurar y reutilizar edificios abandonados. Si bien la construcción de casas nuevas sigue siendo la estrategia principal de las autoridades y asociaciones de vivienda, rehabilitar edificios abandonados puede ser una opción más económica. Este enfoque no sólo maximiza el uso de infraestructura en ruinas sino que también brinda una oportunidad económica para aumentar las viviendas asequibles dentro de la ciudad. Aunque rehabilitar edificios residenciales abandonados puede parecer una solución obvia, se vuelve aún más crucial cuando se consideran edificios comerciales, institucionales o históricos abandonados para viviendas sociales.