Si bien hoy las empresas piensan en el retorno a las oficinas y la nueva cultura de trabajo post-pandémica tras experimentar el home office a escala global, es importante reflexionar sobre los pros y los contras de cada modelo. Por un lado, los lugares de trabajo pueden proporcionar un ambiente más estructurado y colaborativo como también pueden ayudar a mejorar la comunicación y la cultura de la empresa. Por otro lado, el trabajo a distancia permite una mayor flexibilidad y en muchos casos una mayor eficiencia debido a un entorno con menos distracciones.
De una forma u otra, la distribución funcional cumple un rol fundamental en el diseño contemporáneo de oficinas y lugares para el trabajo. En este sentido, el estudio de la planta de arquitectura es una interesante forma de aproximación; no solo permite abordar una adecuada logística y circulación, sino encontrar variaciones e innovaciones eficientes que posibilitan mejores espacios adaptados a las necesidades actuales.
Desde pequeños escuchamos frases como “debes dormir al menos 8 horas al día”. Es de conocimiento común que esto tiene invaluables beneficios para la salud, desde reducir los niveles de estrés y mantener fuerte el sistema inmunológico, hasta mejorar la concentración, la memoria y la capacidad para tomar decisiones. Para asegurar un buen descanso nocturno, contar con una cama cómoda que satisfaga las necesidades de los usuarios es fundamental, sobre todo teniendo en cuenta que los seres humanos pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo. Por lo tanto, cuando los arquitectos, diseñadores y propietarios de viviendas se enfrentan a las diferentes opciones de camas disponibles en el mercado, la decisión debe ser cuidadosamente pensada y tener en cuenta varios factores, ya sea relacionados con la estética o la funcionalidad. Pero antes de tomar cualquier decisión estilística o de materiales, es crucial comenzar con lo básico: definir el tamaño del colchón.