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Arquitectos: DFArquitectos, Taller MRD
- Área: 18800 m²
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Fotografías:Jesús Omar Luis Salvatierra

Descripción enviada por el equipo del proyecto. Un municipio centrado en el deporte, familias se reúnen alrededor de diferentes actividades principalmente béisbol y fútbol. Nos encontramos con un sitio privilegiado en la parte más alta de la región, una gran área libre con vistas sorprendentes y abundante naturaleza.


El programa tenía bajo sus premisas el objetivo de unificar y generar orgullo, pertenencia e impactar positivamente a los usuarios del municipio y los adyacentes. Las herramientas; la educación y cultura a través de un ágora, generamos la conexión y vínculo urbano y social a través de una plaza pública, promoviendo la juventud y e interacción de la familia en el área de juegos infantiles y por supuesto el deporte a través de una cancha profesional de fútbol con gradas hasta para quinientas personas.



Un espacio muy extenso, con formas accidentadas y desaprovechado, nos llevó a realizar análisis puntuales de manera detallada individualizando y seccionando sitios independientes, detectamos las características y cualidades ideales para cada uno dependiendo su función y experiencia a generar. El Ágora en un extremo más pequeño, se proyectó con pabellones independientes de doble altura para talleres y aulas, cada edificio promueve privacidad y apertura contenida, así como una gran permeabilidad de ventilación e iluminación natural.



La plaza pública espacio muy rico y versátil para activaciones, integración de paisaje, equipamiento urbano e intercambio de ideas y experiencias sociales. Una propuesta para que también promueva la seguridad en el día y en la noche. Los juegos infantiles fueron diseñados desde la óptica de descubrir, aprender e interactuar con espacios dinámicos, juegos constructivos, que fomenten en los niños estas ganas y habilidad de pensar. Las formas geométricas, texturas, colores, sus rampas y topografías creadas, son parte fundamental de la propuesta.

La cancha y gradas proponen ser un espacio y construcción emblemática para los usuarios y visitantes a través de su impactante escala y arquitectura franca. De tal forma también se cuidó que fuera una obra atemporal, amigable e inclusiva, es así que el ritmo de arcos lo hace más cotidiano e invita al usuario a una escala humana al apropiarse del espacio. Siendo prioridad la integración del proyecto a la importante vegetación y paisaje en el contexto, se construyó en concreto aparente en tonos verdes, prefabricados y canteras en la misma tonalidad.
