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Arquitectos: Altitude 80 Architecture
- Área: 1340 m²
- Año: 2024
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Fotografías:Loris Gazut
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Proveedores: KLH

Descripción enviada por el equipo del proyecto. Un Desafío Arquitectónico en la Cima del Volcán. En 2016, el Departamento de la Isla de Reunión lanzó un concurso de arquitectura con un desafío audaz: diseñar un gîte autónomo a 2240 metros sobre el nivel del mar, en el corazón del Parque Nacional, mientras se mantenía la operación del antiguo gîte. Este proyecto va más allá de la simple construcción de un edificio. Cobra vida en un entorno único, reconocido como Patrimonio Mundial de la UNESCO, y busca devolver espacio a la naturaleza mientras satisface las expectativas de una clientela cada vez más numerosa y exigente.




El antiguo gîte, envejecido y disperso en el sitio, ya no cumplía con las necesidades actuales. El objetivo era claro: diseñar un gîte más compacto, capaz de albergar a 100 personas, logrando al mismo tiempo una autonomía energética total.

El edificio, fruto de la colaboración entre arquitectos, ingenieros y paisajistas, se inspira en los flujos de lava cordada basáltica del Piton de la Fournaise. Este concepto se traduce en tres curvas ondulantes, moldeadas según la topografía del sitio. La línea curva se convirtió en el hilo conductor del proyecto, evocando los senderos sinuosos que serpentean por el macizo volcánico.


En armonía con el volcán, se eligieron materiales y colores auténticos: las fachadas revestidas de acero autopatinable, con tonos oxidados, reflejan sutilmente los colores del Piton de la Fournaise. En simbiosis con los bosques circundantes, se utilizó cryptomeria, una madera local, para revestir ciertas fachadas y fabricar el mobiliario de las habitaciones.



Este gîte aislado funciona completamente con recursos naturales. La electricidad se genera a través de un sistema fotovoltaico autónomo. El agua caliente para las duchas y la calefacción por suelo radiante se produce mediante paneles solares. El agua se obtiene mediante un sistema dual: se recolecta y trata agua de lluvia, almacenada en depósitos de 500 m³ ocultos bajo el edificio, complementados con un generador de agua atmosférico que extrae la humedad del aire para producir agua potable.

La integración del gîte en este paisaje de alta montaña también presentó un desafío ecológico. Este proyecto experimental incluyó el cultivo de 34 especies vegetales endémicas que nunca antes se habían cultivado. Se recolectaron semillas y esquejes del entorno natural cercano, lo que permitió plantar más de 5000 árboles y arbustos en el sitio, junto con miles de plantas de gramíneas para el techo verde del gîte. Este esfuerzo se realizó en colaboración con el Conservatorio Botánico Nacional de Mascarin, el Parque Nacional y la ONF (Oficina Nacional de Bosques de Francia).
Este proyecto no se limita a un logro arquitectónico: es una inmersión total en un ecosistema único y frágil, un homenaje al Volcán y a la belleza natural de la Isla de Reunión.