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Arquitectos: Espacio Común
- Área: 175 m²
- Año: 2025

Descripción enviada por el equipo del proyecto. Durante la crecida del río Itaya en mayo de 2025, Espacio Común, en colaboración con los residentes de Belén en Iquitos, construyó un escenario flotante para Muyuna Fest, un festival de cine que defiende los bosques del mundo dando voz —a través del cine— a las comunidades amazónicas. Ubicada frente a la escuela Estrellita de Jesús, la intervención respondió a la lógica anfibia del territorio y a las prácticas culturales locales, ofreciendo una infraestructura temporal pero potente para la vida pública.

La plataforma circular, de aproximadamente 14 metros de diámetro, fue construida completamente con materiales del entorno inmediato —troncos livianos de topa, ramas, fibras naturales— y ensamblada únicamente con herramientas manuales. La base estructural consistía en módulos triangulares que formaban un decágono, sobre el cual se apoyaba un entablado de madera en disposición radial. Esta geometría evocaba la muyuna, una corriente en remolino típica de los ríos amazónicos, y permitía que la estructura flotara en su totalidad, sin anclajes fijos ni contacto con el lecho del río.

Se añadió un módulo flotante secundario para alojar funciones técnicas como la proyección y el sonido. Desde la plataforma principal se elevaba una estructura trapezoidal de 7 metros de altura que funcionaba como caja de proyección abierta hacia el río. Su diseño respondía al ángulo del proyector y enmarcaba grandes murales pintados en sus laterales.


Construido en apenas dos semanas, el escenario fue el resultado de un proceso colaborativo con maestros constructores locales —pescadores y fabricantes de embarcaciones sin formación formal en carpintería, pero con un profundo conocimiento de la construcción ribereña—. Gran parte de la base fue ensamblada directamente en el agua, utilizando los propios cuerpos de los constructores como herramientas para atar vigas y estabilizar la estructura flotante. Ramas, cañas y hojas recolectadas de chacras cercanas se tejieron en las fachadas, formando patrones inspirados en la iconografía Kukama, en homenaje a este pueblo originario.


En paralelo, niñas y niños de la comunidad participaron en talleres dirigidos por el artista David Orlando. Sus dibujos fueron transformados en murales de tela que rodeaban la base de la plataforma, añadiendo capas de memoria colectiva y narrativas visuales enraizadas en la vida amazónica. Cada noche durante el festival, más de 50 canoas se reunían en torno al escenario, transformando el río en un cine flotante y la plataforma en un dispositivo vivo de intercambio cultural.


El proyecto también activó múltiples microeconomías: operadores de botes transportaron materiales y personas, mientras mujeres locales preparaban comidas para el equipo y el público. Este proceso generó ingresos, fortaleció los lazos comunitarios y fomentó un sentido de pertenencia desde el inicio. Tras el festival, la plataforma continuó en uso como embarcadero escolar, zona de juegos y espacio de encuentro diario—una obra efímera convertida en infraestructura pública flotante permanente.

El proyecto se erige como una respuesta a los relatos dominantes que retratan a Belén como un lugar precario e inhabitable. En cambio, afirma la legitimidad y riqueza de la vida urbana anfibia. Al abrazar técnicas tradicionales, honrar iconografías locales y entretejer arquitectura, cine y participación, la propuesta ofrece un modelo replicable para otras comunidades ribereñas—uno sostenible, inclusivo y profundamente arraigado en la inteligencia territorial.
