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Arquitectos: Horizontal Arquitetura e Design
- Área: 276 m²
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Fotografías:Roberta Maciel e Vinicius Maciel
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Proveedores: NS Brazil, Rewood, Zm Pedras
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El terreno amplio, con una pendiente pronunciada y vistas hacia el bosque, definió las premisas del proyecto de esta vivienda, implantada con el objetivo de intervenir lo mínimo posible en la topografía natural. Dispuesta en dos volúmenes en forma de “L” —uno social y otro privado—, la construcción emplea dos sistemas constructivos distintos, cada uno adecuado al uso específico de los espacios que conforma.
El volumen destinado al área social ocupa la fachada frontal del terreno y utiliza madera laminada engomada (glulam) como estructura para la cubierta, que a su vez está compuesta por una lámina metálica termoacústica. La fachada, discreta, está completamente revestida con piedra Moledo, y cuenta con ventanas altas que permiten la ventilación cruzada de los ambientes interiores, asegurando confort térmico y preservando la privacidad. Un retranqueo en el volumen define el acceso principal y el garaje de la casa, donde un gran panel de acero corten conforma la puerta de entrada y un armario de almacenamiento.
En el interior del bloque, la doble altura y las amplias carpinterías se abren hacia el jardín y las vistas del fondo del terreno, integrando el interior con el exterior. La propuesta parte del principio de exponer y valorar los materiales constructivos, dejando a la vista la estructura, la cubierta y las instalaciones en la zona social. El mobiliario fijo, de diseño discreto y liviano, refuerza el protagonismo de la arquitectura. Distribuido a lo largo de la pared principal, su trazo continuo recorre la sala, la cocina y el área exterior, promoviendo fluidez e integración entre los espacios.
La zona de ocio se extiende hacia el jardín central mediante una terraza elevada que aprovecha la pendiente del terreno y culmina en un banco integrado que invita a contemplar el paisaje. La piscina, de forma orgánica, complementa el carácter informal de este espacio.
Como contrapeso al volumen social —más liviano y elevado—, el bloque de área privada se organiza entre dos losas paralelas de hormigón visto. Apoyado en su mayor parte sobre el tramo plano del terreno, el volumen se proyecta en voladizo en la parte posterior, reforzando el vínculo entre arquitectura y topografía. La menor altura de los techos en este sector aporta calidez y confort a las tres suites, cuyas aberturas se orientan hacia el jardín, reciben el sol de la mañana y están protegidas por celosías móviles de madera que regulan el ingreso de luz y garantizan la privacidad.
El pasillo que conduce a las suites también da acceso al lavadero y al escritorio, ambos orientados hacia el retiro lateral. Una generosa ventana ilumina el recorrido y permite la creación de un jardín interior, que rompe con la monotonía habitual de este tipo de espacio.
