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Arquitectos: Plano Coletivo
- Área: 140 m²
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Fotografías:Federico Cairoli

(RE)Invención. El proyecto de curaduría de la representación brasileña en la 19ª MIA - Muestra Internacional de Arquitectura - La Biennale di Venezia, forma parte de una reflexión sobre los recientes descubrimientos arqueológicos de infraestructuras ancestrales del territorio amazónico para considerar las contradicciones y cuestionar las condiciones socioambientales de la ciudad contemporánea. Representada en dos actos, (RE)INVENCIÓN construye una narrativa que atraviesa tiempos y territorios.

El primer acto ocupa la sala más pequeña del Pabellón de Brasil y trae narrativas de Brasil ancestral que nos invitan a repensar, a partir de estudios arqueológicos recientes de la Amazonía Central, la edad real de la "selva habitada" brasileña. Hace aproximadamente 10 mil años, durante el largo periodo desde el inicio del Holoceno, los pueblos originarios ocuparon las tierras bajas de América del Sur y moldearon los paisajes a su alrededor, creando infraestructuras sofisticadas que integraban conocimiento técnico y estrategias de adaptación al medio ambiente. Por lo tanto, la ocupación de esta área es tan antigua como la de otros pueblos amerindios. A partir del suelo, terraplenos, rellenos y muros de contención y estructuras de gran tamaño fueron construidos para albergar a miles de habitantes. Las modificaciones antrópicas significativas derivadas de esta ocupación establecieron adaptaciones en la naturaleza y crearon paisajes. La selva amazónica, por lo tanto, puede ser vista como el resultado de la coexistencia equilibrada entre el hombre y la naturaleza.

El segundo acto ocupa la sala más grande del pabellón y propone presentar estrategias proyectuales que tensionan la vida cotidiana en busca de equidad social y equilibrio ecológico en el Brasil contemporáneo, un país constituido por un patrimonio natural y urbano de excepcional riqueza, fruto de la promesa de desarrollo y del deseo de emancipación cultural. De esta forma, se enfoca la mirada en la posibilidad de reconocimiento y valorización de estrategias y operaciones proyectuales "encapsuladas" en la ingeniosa producción existente, heredada y apropiada. Compleja, pero desigual; útil, pero limitada; esta es nuestra "infraestructura heredada". En este caso, no se trata de rescatar la imagen o los principios estéticos de los proyectos ejemplares del pasado, sino de actualizar el problema, ponerlo en suspensión para considerar las contradicciones, cuestionar las condiciones socioambientales de la ciudad contemporánea y presentar posibilidades de aprendizaje y acción para los desafíos futuros. ¿Qué lecciones, en términos de pertinencia y significado, podemos extraer de la relación entre este patrimonio construido infraestructural y el patrimonio natural?


El Pabellón de Brasil en Venecia fue recientemente restaurado a partir de una propuesta de renovación de autoría de los Arquitectos Asociados y Henrique Penha, parte de la estrategia del equipo para la curaduría de la 17ª MIA. Diseñado por los arquitectos Henrique Mindlin, Giancarlo Palanti y Walmir Amaral en 1960, el pabellón está compuesto por dos salas de exhibición con características distintas. La más pequeña de ellas tiene grandes paneles de vidrio tipo "piso-techo", orientados hacia los terrazas laterales. Por su parte, la segunda sala no tiene aberturas en el "nivel del ojo". En lugar de eso, la iluminación natural entra al espacio a través de grandes ventanas altas de vidrio translúcido tipo "U-glass" que rodean el espacio.


Concepto de la Instalación Expositiva. El espacio de la exposición fue diseñado por el equipo de curadores a partir de elementos mínimos que utilizan la estructura del Pabellón de Brasil como soporte para reconfigurar sus espacios internos. En la primera sala (primer acto), todos los elementos de la instalación se apoyan en el suelo. En la segunda sala (segundo acto), la instalación se construye a partir del equilibrio de paneles de madera, piedras utilizadas como contrapesos y cables de acero que forman un sistema que, recorrido por fuerzas de acción y reacción, se mantiene suspendido y estable. De esta forma, los materiales de la instalación pueden ser fácilmente reensamblados o reciclados en nuevas formas de aprovechamiento después de la exposición.

El sistema expositivo de la 2ª sala está formado por paneles horizontales y una mesa de contrachapado de madera de reforestación interconectados por cables de acero tensionados. El equilibrio de las cargas del sistema es viabilizado por el contrapeso de bloques de mármol suspendidos en los cables articulados en las poleas fijadas en el techo y en un lazo fijado en el piso. La transmisión de las cargas es garantizada por dos cables de acero en cada conjunto de paneles, que se entrelazan en el punto central del sistema, un tubo metálico circular que distribuye las fuerzas de tensión y da estabilidad a la estructura. La tracción en el cable inferior resulta del encaminamiento de la reacción vertical hacia el lazo, de manera que la mesa equilibra por compresión los esfuerzos horizontales. La mesa y los paneles, en suspensión, se convierten en una nueva estructura y reconfiguran, así, la espacialidad de la sala. El mármol Carrara utilizado en los contrapesos fue "esculpido" por un escultor local a partir de bloques más grandes hasta llegar al peso máximo de 25 kg por bloque.

De madera general, el diseño de la instalación de las dos salas parte de la idea de resignificar la noción de infraestructura como modo de habitar (et. latín strutura) y como sistema (et. griego systēma): un todo organizado que compone sus partes en la búsqueda de equilibrio entre cultura y naturaleza. La coexistencia presente en la ancestralidad del territorio amazónico inspira una mirada para debatir estrategias existentes de las ciudades contemporáneas, acciones proyectuales que configuran el arte de aplicar con eficacia los recursos de que se dispone.



Sobre el Plano Colectivo. El Plano Colectivo es un grupo de arquitectos, profesores e investigadores que poseen intereses y formaciones diversas y colaboran de manera libre en torno a dos objetivos comunes: discutir el territorio urbano como narrativa crítica y reflexionar sobre la arquitectura como acción socioambiental. Actualmente, el Plano Colectivo cuenta con diez integrantes que colaboran entre sí de diferentes formas: André Velloso (ARQBR), Carolina Pescatori (FAU-Unb), Cauê Capillé (FAU-UFRJ), Daniel Mangabeira (BLOCO Arquitetos), Eder Alencar (ARQBR), Guilherme Lassance (FAU-UFRJ), Henrique Coutinho (BLOCO Arquitetos), Luciana Saboia (FAU-Unb), Matheus Seco (BLOCO Arquitetos) y Sérgio Marques (FAU-UFRGS).

























