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Arquitectos: MD41
- Área: 750 m²
- Año: 2025
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Fotografías:Tobias Kaser
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Proveedores: Abitec, Esse-Ci, Pontarolo Engineering

Descripción enviada por el equipo del proyecto. En Noventa Vicentina, un nuevo jardín infantil reinventa la experiencia educativa, convirtiendo la arquitectura en un aliado para el crecimiento y el descubrimiento. Realizado con el apoyo de los fondos del PNRR, el edificio se encuentra en un terreno de 2.300 m² con una superficie construida de 750 m². Su volumen compacto pero generoso está orientado hacia el amplio jardín oriental, el verdadero corazón verde de la escuela.

La fachada exterior, pintada de un azul vibrante, establece un diálogo con el cielo y el paisaje circundante, mientras que las esquinas biseladas generan patrones cambiantes de luz y sombra a lo largo del día, añadiendo movimiento y profundidad a la geometría del edificio.

En el interior, la distribución se organiza en dos áreas funcionales principales. La primera alberga espacios accesibles al público, incluidos talleres flexibles que pueden acoger actividades comunitarias, apoyados por áreas de servicio de fácil acceso. El segundo está dedicado a la vida cotidiana del jardín infantil y se estructura en torno a dos grupos de aulas autónomas, cada uno de ellos equipado con instalaciones independientes y espacios exteriores cubiertos. Una sala de siestas y un área de apoyo con almacenamiento y lavandería completan el programa.


Los amplios y luminosos pasillos actúan como caminos experienciales, lugares de juego e interacción social donde la luz natural entra a través de grandes aberturas, creando conexiones visuales directas con el jardín y reforzando la continuidad entre el interior y el exterior.


Los toldos y sistemas de sombreado modulan la exposición solar, asegurando el confort térmico en cada estación. Las tecnologías integradas permiten el monitoreo constante de las condiciones microclimáticas interiores, en línea con los estándares NZEB. El proyecto representa una inversión concreta en calidad educativa y sostenibilidad territorial, ofreciendo una arquitectura atenta al bienestar, la luz natural y la conexión con el medio ambiente. Este jardín de infantes no es simplemente un edificio, sino un pequeño paisaje educativo donde la arquitectura, la naturaleza, el color y la pedagogía se entrelazan, transformando cada día escolar en una experiencia de descubrimiento, crecimiento y juego.


















