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Arquitectos: Idem
- Área: 125 m²
- Año: 2021
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Fotografías:Isabel Delgado, Chris Falcony, Oscar Velasco
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Proveedores: Autodesk Media and Entertainment, El contactor, FV Andina, Objekt1, Robert McNeel & Associates, Vitrum
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El inicio del desarrollo del proyecto estuvo caracterizado por nuestros viajes iniciales al sitio, el análisis de nuestra memoria, nuestras observaciones e imaginarios. Este análisis nos informó de ciertas deformaciones que las edificaciones locales han desarrollado por el paso del tiempo y las condiciones climáticas. Nuestras observaciones nos llevaron a definir la presencia de ciertos valores que poseen las construcciones locales, así como modos de vivir de las personas que las han edificado. Decidimos entonces que la vivienda debería estar siempre plegada en si misma como si el paso del tiempo definiera su existencia por la posibilidad de que eventualmente colapse. Una casa que pueda decaer grácilmente o que ya haya iniciado su proceso de decaimiento en el momento de su concepción. EL resultado de estas impresiones, resultó en un poema que fue revisado/corregido o completado con fotografías de construcciones locales, referencias operativas y dibujos a mano. Estos objetos opacos fueron usados como guía en el todo el proceso de diseño.
El lugar es un valle vasto, delineado por una ladera próxima y montañas distantes. Para crear una comprensión secuencial del paisaje lejano y próximo, ideamos un sólido opaco que pueda ordenar la sobrecogedora cantidad de estímulos encontrados en el sitio. La casa enmarca indistintamente fragmentos del paisaje creando una narrativa de coincidencias. Ubicamos un gran periscopio en el centro de la habitación principal para enfatizar esta comprensión del paisaje por fragmentos, así como para introducir el tiempo y la luz de la tarde dentro de la casa. El interior de la vivienda hace que el paisaje aparezca y no de otra forma.
Para formular el trazado inicial del edificio, dibujamos el plan original de Kolonihaven de Pinos y Miralles repetidamente hasta que nuestras reproducciones empezaron a desviarse del original y relacionarse con nuestros requerimientos. Este fue un proceso de interpelar nuestro (o su) trazado con lo que requería la vivienda programáticamente a través de redibujar desde la memoria y la repetición. Todos los espacios fueron definidos a través de su proximidad con el cielo raso y sus usos fueron otorgados entendiendo su escala y domesticidad.
El proyecto resultó en un sólido definido por varios tipos de elementos disímiles /o fijaciones/ como la máscara ubicada frente a la rampa central que recordaba la condición efímera de los cerramientos de construcciones locales, la plataforma que extiende la habitación principal al paisaje lejano o el periscopio que en ocasiones sirve como faro para visitantes en la montaña. Fue construida por personas locales quienes desarrollaron el proyecto a través de técnicas y habilidades sencillas. Se usó acero para la estructura además de materiales producidos localmente como madera de ciprés, bloques de concreto y concreto. En las fases finales de construcción, empezamos a pensar en ella como una criatura enclavada entre dos montañas y no como una casa.