Entre 1950 y 2011, la población urbana del mundo se multiplicó por cinco. En 2007, el número de personas que vivían en las ciudades superó al de las zonas rurales. En 2019, el porcentaje ya era del 55% y se estima que para 2050 más de dos tercios de la población vivirá en ciudades. Pero el crecimiento no es constante en todas las partes del mundo. Según el Informe de perspectivas de urbanización mundial 2018 de la ONU, se espera que la población urbana mundial crezca en 2.500 millones de habitantes entre 2018 y 2050, con casi el 90% de ese aumento concentrado en Asia y África. Mientras aumenta la población, también aumenta la demanda de energía, alimentos y agua. Asi, la presión sobre los recursos escasos se ve agravada por el impacto negativo que esto tiene sobre el clima y el medio ambiente.
A todo el mundo le encantan las maquetas, pero no a todos le gusta hacerlas. Para algunos, fabricar un modelo significa llenarse los dedos de pegamento, cortarse las manos, desperdiciar materiales y sentir grandes dosis de frustración. Para otros, con la capacidad de materializar lo que pensaron en los dibujos, hacer un modelo a pequeña escala puede incluso ser divertido. Pero, por supuesto, en Internet siempre llegaremos a alguien que lleve cualquier actividad a niveles increíbles. Es el caso del canal OUROBOROS ARQ, con casi 2 millones de suscriptores en YouTube, que documenta el proceso de construcción de edificios en miniatura.
Los arquitectos son conocidos por regresar de los viajes con más fotos de edificios que de personas, y por tener un vocabulario con mucha jerga propia. Por supuesto, estos son estereotipos que no siempre son ciertos. Pero algo que une a la mayoría de los diseñadores es la obligación de prestar atención a cada uno de los detalles que componen un proyecto; ya sea el material que recubre la fachada, la unión entre los pisos, cómo se abren las puertas, el tipo de marco, la elección de moldajes para el hormigonado, y muchas otras opciones. Pero un detalle que suele pasar desapercibido para la mayoría (y que marca una gran diferencia en el aspecto de los proyectos de interiores) son las molduras, también llamadas zócalos o rodapiés.
Los corales son fundamentales para la vida marina. A veces llamados bosques marinos tropicales, forman algunos de los ecosistemas más diversos de la Tierra. Sirven de refugio, cría y alimentación de decenas de especies en el mar, y su ausencia afecta la biodiversidad local. Así como la humanidad contamina y destruye, también puede remediar y fomentar la creación de más vida. Es por esto que con frecuencia se reportan naufragios de embarcaciones antiguas o el hundimiento de estructuras de concreto para la creación de arrecifes artificiales. En Hong Kong, los investigadores han estado desarrollando estructuras impresas en 3D con materiales orgánicos que pueden favorecer la creación de nuevas oportunidades bajo el mar.
Para la Bienal de Venecia de 2014, el célebre curador Rem Koolhaas eligió un camino inusual. En lugar de explorar los principales problemas que afectan a la profesión y la sociedad, el tema del evento, "Fundamentals" y su exposición principal, "Elementos de la Arquitectura", examinó en detalle todos los elementos utilizados por los arquitectos, en cualquier lugar y en cualquier momento. Según Koolhaas, “la arquitectura es una profesión entrenada para juntar las cosas, no para desmontarlas. Solo al observar los elementos de la arquitectura bajo un microscopio podemos reconocer las preferencias culturales, los avances tecnológicos, los cambios provocados por la intensificación del intercambio global, las adaptaciones climáticas, las normas locales y, en algún lugar de la mezcla, las ideas del arquitecto que constituyen la práctica de la arquitectura de hoy".
Con demasiada frecuencia, los arquitectos y diseñadores pasan horas buscando texturas y materiales para representar sus visiones. Este desafío toma muchas formas: desde sumergirse en Google, Pinterest y otras bases de datos en busca de la textura perfecta, hasta pasar horas creando texturas manualmente. En cualquier caso, el resultado suele ser cansador y rara vez perfecto. No siempre es fácil encontrar una base de datos organizada, confiable, gratuita y fácil de usar.
Architextures comenzó en 2014 como una biblioteca de archivos de imágenes de alta calidad, con texturas enviadas por los usuarios o creadas por la propia plataforma. Con el tiempo, Ryan Canning, su creador, notó que, en su trabajo profesional como arquitecto, la variedad de archivos de imágenes estáticas disponibles en línea no cumplía con las texturas específicas que estaba buscando en sus proyectos de diseño. Frustrado con el interminable proceso de búsqueda, edición y superposición de texturas en Photoshop, Ryan reinventó Architextures en 2019 como una herramienta interactiva donde diseñadores como él podían crear texturas específicas de alta calidad en pocos segundos. Y lo más importante, de uso gratuito para uso personal y educativo, con cuentas profesionales disponibles por una tarifa mínima para respaldar el desarrollo de la herramienta.
Es posible que las abejas sean los insectos que más despierten fascinación y curiosidad. Con excepción de la Antártida, se encuentran en todos los continentes, en todos aquellos hábitats que contienen plantas con flores polinizadas por insectos. Las representaciones de humanos recolectando miel de abejas silvestres datan de 15.000 años atrás, e incluso se han encontrado tarros de miel en las tumbas de faraones egipcios como Tutankamón. Aunque tenemos una idea simbólica sobre cómo se ven las abejas en los dibujos animados, existen miles de especies en todo el mundo, con diferentes tamaños, colores y comportamientos. Incluso hay varios ejemplos de abejas solitarias, muchas sin aguijón e incluso algunas especies que sobreviven saqueando otras colonias más débiles. Pero algo que ha impresionado a los investigadores es la organización de sus colmenas, que son verdaderas ciudades densamente pobladas, con una eficiencia que genera la envidia de cualquier urbanista.
En 2002, los arquitectos de Diller Scofidio+Renfro (DS+R) captaron la atención mundial con el Blur Building para la Expo Suiza del mismo año. El volumen estaba formado por 35.000 boquillas de alta presión que expulsaban agua del lago sobre el cual estaba ubicado, creando una enorme nube artificial a su alrededor. Su forma, límites, colores y translucidez cambiaban con el sol y la fuerza del viento, y producían una experiencia inmersiva para los usuarios, quiénes ingresaban a un volumen completamente permeable. Diez años más tarde, Carla Juaçaba y Bia Lessa diseñaron Humanidade2012 para la exposición Río +20, en la que varios volúmenes programáticos se organizaron al interior de una enorme estructura de andamios. Con más vacíos que llenos, sus extremos se desmaterializaban en el cielo y durante la noche los volúmenes parecían flotar. Según las arquitectas, "el mismo movimiento de las personas en el edificio transformó a los visitantes en objetos de exhibición, al ser vistos desde lejos". Los dos proyectos temporales, incluso con diferentes escalas y contextos, coinciden con éxito al trabajar con las nociones de translucidez, ligereza, disolución de límites y movimiento.
El Informe Brundtland de 1987 –Nuestro Futuro Común– introdujo la noción de que el uso sostenible de los recursos naturales debe "satisfacer las necesidades de la generación actual sin afectar la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas". Desde entonces, el término sostenibilidad se ha popularizado y, a menudo, trivializado en nuestra vida diaria. En la industria de la construcción, esto no es diferente. Por mucho que sepamos que para construir hay que destruir, ¿cómo es posible mitigar los efectos de la construcción durante la vida útil y demolición de edificios? Un edificio sostenible, en su diseño, construcción y operación, debe reducir o eliminar los efectos negativos en general e incluso puede generar impactos netos positivos en el clima y el medio ambiente, preservando los recursos y mejorando la calidad de vida de los ocupantes simultáneamente. Decir que un edificio es sostenible es fácil e incluso seductor. Pero, ¿qué hace exactamente que una construcción sea sostenible?
Responder a esta pregunta no es un ejercicio sencillo. Por eso, en los últimos 30 años se han creado varias certificaciones de sostenibilidad para edificaciones. Mediante evaluaciones subcontratadas e imparciales, realizadas por distintas fuentes, las certificaciones tienen como objetivo verificar los aspectos sostenibles de cualquier construcción. Cada una de ellas aborda elementos constructivos particulares y generalmente se centran en ciertas regiones del mundo. Si bien existen algunas certificaciones que verifican si el edificio cumple con ciertos criterios de eficiencia, otras crean diferentes clasificaciones, asignando una puntuación basada en estas evaluaciones. A continuación, enumeramos algunas de las principales certificaciones de sostenibilidad en todo el mundo, clasificadas alfabéticamente, e incluimos sus principales aplicaciones arquitectónicas junto con una breve explicación:
En la cúpula del Panteón en Roma, se utilizaron distintas operaciones para permitir que una construcción tan audaz se mantuviera en pie. Uno se refiere a la composición del hormigón (en este caso, hormigón no armado) con diferentes densidades en toda la estructura. Cuanto más cerca de la parte superior, se usaron piedras más ligeras en la mezcla, reduciendo el peso propio de la cúpula, pero manteniéndola sólida en su base. Otro artificio fue la inclusión de casetones –que no son más que sustracciones en el hormigón–, permitiendo que la cúpula mantenga una sección transversal lo suficientemente robusta para soportar su propio peso. Construido hace casi 1.900 años, este edificio aún nos sorprende con la genialidad de sus soluciones. Utilizar la cantidad de material necesaria únicamente donde este cumple su función principal, creando estructuras inteligentes, es solo una de las lecciones que brinda este edificio.
Al diseñar y especificar la envolvente de un edificio, se deben considerar una serie de factores: costo, apariencia, aislamiento térmico y acústico, dimensiones, materiales, facilidad de construcción, necesidad de mantenimiento, y muchos otros temas importantes. Pero existe un elemento que generalmente pasa desapercibido, y que terminamos abordando solo cuando ocurre una tragedia: nos referimos al comportamiento de los materiales en caso de incendio. Más que depender de aparatos de control de incendios o de brigadas de emergencia, la idea de crear seguridad contra incendios se basa en la filosofía primordial de que el edificio, por sí mismo, debe estar diseñado para permitir la extinción del fuego y autoprotegerse para evitar su propagación.
Isometric study of unitised curtain wall elements from The Shard. Image Cortesia de The Donnies
Las fachadas son la primera barrera dentro de la envolvente de un edificio. Soportan la lluvia, la nieve, el viento, el sol y los cambios de temperatura. Su función principal es mantener los interiores libres de agua, los puentes térmicos intactos y las atmósferas internas lo más cómodas posible. Esta complejidad es la razón por la que los detalles de las fachadas suelen ser realizado por arquitectos experimentados o empresas especializadas, que conocen bien los materiales y métodos constructivos y que son capaces de seleccionar las mejores soluciones para cada contexto. Sin embargo, algunos proyectos tienen fachadas con detalles tan intrincados, abarcando miles de líneas, tramas y dimensiones, que pueden abrumar y confundir al que debe entenderlos. Hacer que estos dibujos sean al mismo tiempo técnicos, didácticos y visualmente bellos, es una tarea que pocos pueden realizar a la perfección. Conversamos con Troy Donovan, creador de la cuenta de Instagram de más de 180K seguidores @the_donnies, quién logra estos objetivos a la perfección. Lee la entrevista a continuación.
A pesar de contar con una mala reputación en los cuentos infantiles, los edificios de paja pueden ser sostenibles, termoacústicamente cómodos y, sobre todo, resistentes y sólidos. Se han llevado a cabo varias investigaciones y experimentos con este residuo agrícola, calificándolo como un material interesante para la construcción de muros, con buenas características térmicas, acústicas e incluso estructurales. Además, es un recurso renovable de construcción simple. A continuación, hablaremos sobre las características de este material y sobre como se necesitaría mucho más que el soplido de un lobo para derribar una casa hecha de muros de paja.
Un grifo es una válvula mecánica que sirve para regular, liberar o bloquear el flujo de un fluido –generalmente agua– desde una tubería. Aunque abrir un grifo es muy común hoy en día, no pensamos habitualmente en todo el conocimiento y la tecnología necesarios para que tengamos agua, en cualquier momento, con un simple movimiento de la mano. Pero entre la captación, el tratamiento y la distribución a la cocina o el baño, el agua toma una ruta bastante compleja.
Muchos prejuicios y contradicciones rodean la historia de la Cannabis sativa en todo el mundo. Se estima que el cáñamo fue una de las primeras plantas cultivadas por la humanidad. Los arqueólogos han encontrado restos de telas de cáñamo en la antigua Mesopotamia (ahora Irán e Irak) que datan del 8.000 a.C [1]. Existen registros similares en China que documentan el consumo de semillas y aceites de cáñamo, que datan de entre 6 mil y 4 mil años antes de Cristo. A su llegada a Europa, su uso principal fue la fabricación de cuerdas y telas para barcos; incluso las velas y accesorios de los barcos de Cristóbal Colón estaban hechas de este material. Asimismo, los primeros libros –luego de la invención de la imprenta por Gutenberg [2]– y muchas pinturas de Rembrandt y Van Gogh fueron hechas de cáñamo.
La utilización del cáñamo para la construcción civil tampoco es nueva. El hormigón de cáñamo fue descubierto en los pilares de los puentes construidos por los merovingios en el siglo VI, en lo que hoy es Francia. También se sabe que los romanos usaban fibra de cáñamo para reforzar el mortero en sus edificios. Hoy en día, aunque existen barreras legales en muchos países, el uso del cáñamo como material de construcción ha tenido resultados alentadores, con investigaciones que demuestran sus fuertes cualidades termoacústicas y sostenibles. El cáñamo puede dar forma a paneles fibrosos, revestimientos, láminas e incluso ladrillos.
Desde el corte del árbol hasta convertirse en una viga o mueble, la madera pasa por varias etapas y procesos. Recurso renovable y material de construcción popular y antiguo, la madera se manifiesta con fuerza como una de las promesas del futuro de la construcción; un material adecuado para las nuevas demandas de sostenibilidad. Pero a diferencia del concreto, cuyos moldes pueden definir incluso curvas complejas, cuando nos acercamos a las estructuras de madera es mucho más común utilizar piezas rectas, especialmente para la arquitectura. En este artículo cubriremos algunas técnicas que permiten la creación de piezas curvas de madera de diferentes escalas, algunas más artesanales y otras que prometen hacer que el proceso sea más eficiente e inteligente.
El trabajo de desarrollar proyectos de confort, especialmente acústicos, es algo ingrato, ya que sólo le prestamos atención cuando los espacios no funcionan correctamente. Existen algunos reclamos comunes: escuchar la conversación de la habitación contigua, tener que levantar la voz para hablar con alguien o sentir ecos excesivos. Este último problema es bastante común en espacios con estructuras expuestas, sin revestimientos. Al contar generalmente con materiales poco absorbentes acústicamente –como el hormigón, el vidrio o el metal–, es habitual que los espacios con una estética industrial presenten una alta reverberación. Esto quiere decir que un sonido emitido tarda en desaparecer, ya que continúa reflejándose en las superficies del espacio y uniéndose a los otros sonidos, generando un ruido incómodo para sus usuarios. Es habitual experimentar este tipo de problemas en restaurantes, obligando a los comensales a hacer una esfuerzo extra para poder escucharse mutuamente.
“Da janela vê-se o Corcovado, o redentor, que lindo”. La letra de Tom Jobim, inmortalizada por las voces de João Gilberto y Astrud Gilberto, y una guitarra suave, fue una de las primeras canciones que introdujo al mundo la idea de un paradisíaco Río de Janeiro y un Brasil prometedor, con una población cada vez más urbana y una capital moderna construida de la nada. Casi 60 años después, Paulo Mendes da Rocha cita casualmente esta canción en una entrevista y señala que para él, en esta escena, el elemento más importante es la ventana, no el Corcovado ni el Cristo Redentor. Esto porque enmarca la vista y dirige nuestros ojos a lo que importa. Es una frase que pasa casi desapercibida, pero que tiene un enorme significado poético y artístico para el oficio de la arquitectura.