¿Qué papel cumple el mobiliario urbano en el espacio público? Acorde a los comportamientos humanos en sociedad, el diseño de los espacios públicos se enmarca dentro de una investigación compleja que comprende, además del análisis de usos, la participación de la comunidad, el estudio de las condiciones climáticas y geográficas, la economía de recursos, entre tantos otros factores, la selección de equipamientos y elementos urbanos adecuados para satisfacer las necesidades de una gran proporción de la población. Como sostiene el arquitecto y urbanista español Oriol Bohigas Guardiola, la arquitectura además de un arte es un servicio directo a la sociedad. Por ende, la armonía entre las múltiples disciplinas que intervienen al mismo tiempo debería consolidar herramientas que mejoren y/o faciliten la vida en comunidad. Comprender el rol que ocupa el mobiliario urbano al colaborar en el desempeño de ciertas actividades según su manera de disposición, sus dimensiones, su materialidad y vida útil a largo plazo forma parte importante del funcionamiento actual y a futuro de los espacios urbanos.
En la búsqueda de fomentar el sentido de pertenencia de sus habitantes, valorar sus culturas ancestrales y preservar su identidad, el territorio latinoamericano reconoce una arquitectura con amplios matices y características regionales. El uso de técnicas constructivas y materiales locales o el diálogo entre lo modular y lo vérnaculo, entre otras cuestiones, reconocen la intención de promover la participación de comunidades nativas, estudiantes y sus familias, pueblos originarios y constructores locales durante el proceso de construcción y diseño de una gran variedad de escuelas rurales a lo largo de la extensión de América Latina.
Como elemento arquitectónico, las celosías tienen una larga historia. Utilizadas desde la Edad Antigua en Egipto y Grecia, así como en el arte tradicional hispanomusulmán, han enriquecido un sinfín de espacios con sus figuras repetitivas e intrincados diseños. Hasta el día de hoy, mantienen su valor gracias a cualidades estéticas y excelentes características funcionales, adquiriendo un gran protagonismo en fachadas y muros divisorios de múltiples proyectos arquitectónicos contemporáneos – especialmente en aquellos de uso residencial.
Stand Up for the Seas! es una instalación diseñada por Rozana Montiel Estudio de Arquitectura para la exposición Terre! Land in Sight de la Cité de l’architecture et du patrimoine en el marco de la 2ª Edición de la Biennale d’Architecture et du Paysage d’Île-de-France (Bap, 2022) en Versalles. La pieza está hecha de materiales reciclados (acero, redes y suelo) e invita a caminar dentro de una red de pesca de cerco para experimentar lo que se siente quedar atrapado. Stand Up for the Seas! se presenta como una postura frente al conflicto de la contaminación de los mares.
Este año celebramos la decimocuarta edición del premio Obra del Año 2022 - el máximo reconocimiento del mundo de la arquitectura en español donde los ganadores son elegidos por votación popular. A partir de hoy martes 8 de marzo, nuestros lectores serán los responsables de determinar cuáles han sido las obras que durante el 2021 nos inspiraron y hoy representan fielmente la identidad de nuestros contextos locales, y al mismo tiempo, marcaron la forma de hacer arquitectura alrededor del mundo.
En un universo de casi mil obras publicadas durante el 2021, podrás fácilmente encontrar tus favoritas navegando por cada una de las categorías y haciendo uso del buscador que permite filtrar los proyectos por país y por oficina de arquitectos a cargo.
El Premio Obra del Año 2022 es presentado a ustedes gracias a Dornbracht, reconocido por sus diseños lideres en arquitectura, que se pueden encontrar internacionalmente en baños y cocinas.
Como lo hemos podido ver en distintos especiales de arquitectura, México es un país que cada vez se posiciona con más fuerza en la escena global integrando elementos tradicionales y contemporáneos. Las técnicas constructivas características de cada región y el empleo de materiales de acuerdo a las necesidades térmicas, económicas o estéticas dan como resultado espacios incomparables.
La vida comunitaria no es nada nuevo. A lo largo de la historia, la vivienda ha estado vinculada durante mucho tiempo tanto a necesidades compartidas como a una concentración de recursos. Hoy, entre el crecimiento de la población y el aumento de la densidad urbana y los precios de las propiedades inmobiliarias, los arquitectos y urbanistas han estado buscando alternativas para la vida compartida. Estos nuevos modelos exploran una gama de configuraciones espaciales y formales con una visión compartida para el futuro.
Quintana Roo es un estado ubicado en la región sureste de México, limitando geográficamente con Belice y con los estados de Yucatán y Campeche, además hace frente al Golfo de México y al Mar Caribe. Cuenta con 50 212 km² y es noveno estado menos poblado del país. Su capital es Chetumal y su ciudad más poblada es Cancún. Diversos son los motivos por los que Quintana Roo es un estado de una riqueza cultural importante, uno de ellos es por el turismo de talla mundial el cual lo ha llevado a contar con uno de los ocho aeropuertos internacionales del país además de ser reconocido por la Organización Mundial del Turismo.
Si bien la violencia urbana es un reflejo de los problemas sociales y las desigualdades, también lo es del territorio y de nuestra forma de vida. El 2 de octubre se celebró el Día Internacional de la No Violencia. Inspirados en él, destacamos aquí una serie de proyectos para reflexionar en torno a formas no violentas de experimentar los espacios públicos.
Aguascalientes es un estado ubicado en la región centro de México, a unos 480 km al noreste de la Ciudad de México limitando geográficamente con los estados de Zacatecas y Jalisco. Cuenta con 5618 km² de superficie siendo el tercer estado menos extenso del país. Su capital y ciudad más poblada es Aguascalientes, nombrada así por las aguas termales que los primeros pobladores españoles descubrieron en la zona.
Según cifras del INEGI de 2018 en su Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID), la población infantil menor de quince años en México representa el 25.3% del gran total, que suma 125 millones de personas. La realidad es que esa población, aunque representa poco más de una cuarta parte del total, cuenta con pocos o nulos espacios destinados para su entretenimiento y crecimiento. Con esta cifra en cuenta se aborda en este texto una reflexión sobre el espacio público y la infancia en las ciudades mexicanas.