
Los bloques urbanos se pueden definir como el espacio delimitado por el cruce de tres o más vías, subdivididos en lotes para la construcción de edificaciones. Además de la definición técnica, a lo largo de los siglos, este elemento morfológico se fue configurando de acuerdo con el pensamiento urbano y las expectativas actuales, pudiendo edificar un solo volumen o varios que cambian en altura y profundidad generando ya sean volúmenes aislados en medio de la naturaleza o laberintos de difícil acceso. Independientemente de la composición, la manzana simboliza el elemento mínimo de la escala del barrio y juega un papel importante en la mediación de lo público y lo privado dentro de las ciudades.