
“En el Centro Cultural Miguel Ángel Asturias, Efraín Recinos erige el más grandioso de sus monumentos. Con un lenguaje único y espectacular, y sin competir con su musa -la tierra que lo vio nacer- replica magistralmente valles y volcanes, entre el cielo despejado y los pasajes arbolados, que casi logran camuflajear la eminente presencia del gran Jaguar.” , Pablo Aragón.
