Placas hexagonales. Image Cortesía de Susana Caruso
Esta investigación en componentes cultivables como reemplazo de derivados del petróleo para productos utilizados en la fabricación de materiales con residuos se desarrolla dentro de un Proyecto UBACyT dirigido por la arquitecta Marta Yajnes y tiene lugar en el marco del Centro Experimental de la Producción (CEP) de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires.
RAMA Estudio diseñó la propuesta ganadora del concurso de anteproyectos organizado por el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi) para transformar edificios públicos en viviendas de interés social. Se trata de "Casa Cevallos", que busca dar una nueva cara al edificio Miduvi Tungurahua, situado frente al parque Cevallos en Ambato, Ecuador, incorporando 16 departamentos para 45 habitantes a través de 7 tipologías adaptables.
"Nuestro planeta se está ahogando en plástico", afirma Naciones Unidas. Si bien el material hecho por el hombre tiene muchos usos valiosos, nuestra adicción a los productos de plástico de un solo uso ha provocado graves problemas económicos, de salud y ambientales. Aproximadamente un millón de botellas de plástico se compran cada minuto y cinco billones de bolsas de plástico se usan cada año en todo el mundo –usadas solo una vez y luego se desechan. Los plásticos y microplásticos han encontrado su camino en todos los rincones de nuestro entorno natural, desde los picos de las montañas más altas hasta las profundidades de los océanos más profundos. Tanto es así, que se han convertido en parte del registro fósil de la Tierra y han creado un hábitat microbiano marino completamente nuevo conocido como "plastisfera".
Si bien la economía circular involucra otros principios como la regeneración de los sistemas naturales, la reutilización o el reciclaje de materiales juega un papel importante al contribuir en la disminución de generación de residuos dándole una segunda vida útil a elementos que podrían ser considerados como desperdicios. Maderas, chapas, ladrillos, piedras, entre otros, pueden reutilizarse aportando criterios de sustentabilidad y eficiencia a los proyectos, ayudando a consolidar este concepto que aún tiene un largo camino por recorrer.
Dentro del territorio latinoamericano, numerosos profesionales de la arquitectura se han propuesto aplicar en sus procesos proyectuales y constructivos la implementación de estrategias que colaboren con el aprovechamiento de los recursos, ya sea reutilizando, reciclando o restaurando diferentes materiales y elementos en búsqueda de satisfacer las necesidades y preocupaciones de quienes habitan los espacios.
Las suscripciones se están convirtiendo rápidamente en una parte integral de la vida cotidiana. Por ejemplo, las plataformas de transmisión han reemplazado por completo la necesidad de tener un reproductor de DVD, mientras que los servicios de vehículo por aplicación satisfacen parcialmente la necesidad de tener un automóvil privado. Las suscripciones se han entendido ampliamente como servicios digitales, pero una nueva tendencia sugiere que el mismo concepto puede transferirse a objetos físicos en un futuro próximo. En lugar de tener una nevera, una lavadora o incluso bombillas, puedes comprar una suscripción para garantizar productos duraderos, ropa limpia y una casa bien iluminada.
El concepto se conoce como "economía basada en suscripción", una variante de la noción de "economía circular". Postula que, en lugar de poseer algunos de los objetos que se usan a diario, es posible suscribirse a un servicio para tener acceso a las mismas ventajas, pero sin necesidad de poseer, mantener o disponer del objeto en cuestión. Los consumidores ya no compran productos; compran el acceso a los servicios. A veces esto significaría simplemente alquilar el objeto en lugar de comprarlo, pero el modelo va un paso más allá. Trae un cambio en la responsabilidad y la mentalidad. Esto se debe a que los consumidores ya no son los dueños de los objetos, la responsabilidad de reutilizar y reciclar recae en los productores, quienes pasan a ser responsables de todo el ciclo de vida de los objetos que crean.
La agricultura y la industria alimentaria parecen tener poco en común con la arquitectura, pero es precisamente la superposición de estas tres áreas lo que interesa al científico y arquitecto ghanés-filipino Mae-ling Lokko, fundadora de Willow Technologies, con sede en Accra, Ghana. Trabajando con el reciclaje de residuos agrícolas y materiales de biopolímeros, Lokko busca formas de transformar los llamados residuos agrícolas en materiales de construcción.
Si bien hace años que la industria de la construcción viene avanzando en campos nuevos como la nanotecnología e impresión 3D, sigue al mismo tiempo siendo una de las más atrasadas en los términos del uso de la tecnología. Muchas de las innovaciones quedan solo en una etapa experimental, y mientras se pretende constantemente revertir esta situación, al mismo tiempo conocemos un dato preocupante: la industria de la construcción es una de las que mayores contaminantes y residuos produce a nivel mundial.
La industria de la construcción es una de las que mayores contaminantes y residuos produce a nivel mundial en su quehacer cotidiano. Por mencionar algunas cifras, a mediados de 1990 en Gran Bretaña los procesos constructivos generaron cerca de 10 millones de toneladas de desechos post-industriales, hace aproximadamente una década, se usaron más de 3,500 millones de ladrillos nuevos por año y alrededor de 2,500 millones fueron derribados en demoliciones; del total, solo cerca de 140 millones fueron reutilizados, el resto fueron enviados a vertederos.
Si bien la economía circular a menudo se observa en relación con el objeto arquitectónico, a través del enfoque del reciclaje de materiales, el análisis del diseño para el desmontaje y los fletes de materiales, el marco completo se promulga a escala de vecindario y ciudad. Ya se trate de visiones de comunidades circulares que insinúan cierto nivel de autosuficiencia o de políticas puestas en marcha por las ciudades, los proyectos a escala urbana ejemplifican los principios rectores de la economía circular, proporcionando un vistazo de lo que podría ser una versión completa de la misma. A continuación, se exploran las estrategias utilizadas en los entornos urbanos circulares, desde la arquitectura y los materiales de construcción hasta la producción de energía, la gestión de residuos y la producción de alimentos, así como los procesos y operaciones que rigen estos diseños, proporcionando información sobre las condiciones que informan la circularidad.
Casa Collage / S+PS Architects. Image Cortesia de S+PS Architects
Las reformas y las adaptaciones de los espacios representan una parte significativa de los proyectos encargados a los estudios de arquitectura, y la reutilización de estructuras preexistentes no es una novedad. Las funciones y necesidades van cambiando con el correr del tiempo y, en consecuencia, se necesitan adaptar para satisfacer las nuevas demandas. Sin embargo, por más de que, en la mayoría de los casos, el mantenimiento de un edificio sea preferible desde el sentido económico y ecológico antes que su demolición y construcción nueva desde cero, la lógica de reutilizar un espacio no suele extenderse a sus partes constituyentes, que finalmente se convierten en escombros.
Cuando un material queda obsoleto porque deja de cumplir correctamente su función original o simplemente queda relegado a causa de una reforma, una ampliación o una demolición -sumándose a la pila de escombros que se convertirán en desechos-, en la gran mayoría de los casos puede repararse, reutilizarse y reciclarse para volver a comenzar un nuevo ciclo de vida útil. Sin embargo, con algunos elementos de la construcción esta recuperación representa un desafío mayor que con otros y su reutilización puede no ser siempre tan simple. En el caso de las puertas y ventanas, por ejemplo, la demolición o desmontaje debe ser mucho más cuidadosa si se tiene interés en reciclar dichos objetos, sumado a que posteriormente se deben realizar inspecciones para verificar el estado de las piezas y considerar posibles gastos para su acondicionamiento. También es real que este interés por recuperar los elementos antiguos no siempre está presente, ya que en muchos casos los propietarios priorizan la utilización de piezas nuevas y regulares que le otorguen cierta uniformidad a todo el proyecto.
Se estima que el cobre fue el primer metal encontrado por el hombre y utilizado en la fabricación de herramientas y armas. Esto ocurrió en el último período de la prehistoria, hace más de 10.000 años, en la llamada Edad de los Metales, cuando los grupos –hasta entonces nómadas– empezaron a ser sedentarios, dominando la agricultura e iniciando las primeras aglomeraciones urbanas. Desde entonces, el cobre se ha explotado para usos muy diversos. Desde objetos decorativos, joyas, repuestos de automóviles, sistemas eléctricos e incluso dispositivos dentales, entre muchos otros, el material es altamente demandado. En arquitectura, el revestimiento de cobre es muy apreciado por su estética y gran durabilidad. Pero un factor que vale la pena mencionar es que el cobre se puede reciclar infinitas veces, y prácticamente nunca pierde sus propiedades.
El proyecto “Appropriating the grid” de Irene Roca nace de las ruinas contemporáneas de nuestros procesos constructivos actuales. La exploración de los residuos que se generan y las complejidades legales de descartar estos residuos despertó un sentido de urgencia y creatividad en la arquitecta, dando como resultado una colección que moldea y reformula los residuos de la construcción en versátiles objetos de diseño para interiores.
https://www.archdaily.mx/mx/964052/los-materiales-estan-siendo-producidos-segun-una-demanda-ficticia-entrevista-con-irene-rocaDaniela Porto
Algunos investigadores dicen que el Antropoceno comenzó con la Revolución Industrial, otros con la explosión de la bomba nuclear o incluso con el aparición de la agricultura. Todavía no existe un consenso científico. Sin embargo, la noción de que las actividades humanas van generando cambios con repercusiones planetarias, ya sea en la temperatura de la Tierra, en los biomas y los ecosistemas, es algo cada vez más difundido. El Antropoceno sería una nueva era geológica marcada por el impacto de la acción humana en el planeta Tierra. Esto es particularmente inquietante si consideramos que si toda la historia de la Tierra se condensara en 24 horas, los humanos solo apareceríamos en los últimos 20 segundos. Ya sea por la extracción masiva de recursos naturales o la liberación de carbono de vehículos e industrias, gran parte del problema se encuentra en la construcción civil, especialmente en la producción de desechos sólidos, debido a los desechos y la demolición. En Brasil, por ejemplo, los residuos de construcción civil pueden representar entre el 50% y el 70% de la masa de residuos sólidos urbanos [1]. Muchos terminarán siendo descartados de forma irregular o enterrados indefinidamente.
Una economía circular es un sistema económico destinado a eliminar el desperdicio y el uso continuo de recursos. Mirando más allá del actual modelo industrial extractivo que produce una enorme cantidad de desechos, una economía circular tiene como objetivo redefinir el crecimiento, centrándose en sus beneficios positivos para toda la sociedad. Implica desacoplar gradualmente la actividad económica del consumo de recursos finitos y eliminar los residuos del sistema. Respaldado por una transición hacia fuentes de energía renovables, el modelo circular genera capital económico, natural y social.
El plástico es un material increíble. El gran problema es cómo lo usamos y cómo lo desechamos en la naturaleza. Con esta idea en mente fue creado el Museo del Plástico, para mostrar el papel vital que juega el plástico en nuestras vidas, así como las posibilidades que ofrece su reutilización y reciclaje. Inaugurado en Madrid el 8 de Mayo, el museo no solo contiene piezas de plástico, sino que está construido íntegramente con este material. A través de los elementos presentados en su interior –objetos imprescindibles para el cuidado de la salud, la comunicación, la construcción, la alimentación y la movilidad sostenible–, el visitante podrá conocer todo lo que nos aporta el plástico cuando se utiliza correctamente.
Yaiza Terré funda en 2008 su propio estudio de arquitectura en Barcelona, donde actualmente desarrolla su actividad profesional con foco en proyectos de renovación y reinterpretación basados en la reutilización y el reciclaje. Aprop Ciutat Vella es una de sus obras: un edificios de viviendas de emergencia modular a partir de contenedores reciclados realizado de forma conjunta con Straddle3 y Eulia Arkitektura. Recientemente, este fue reconocido con el primer lugar en el Premio Obra del Año 2021 (lo mejor de la arquitectura construida en Latinoamérica y España). Por este motivo, nos acercamos a ella para conocer más de su práctica arquitectónica.
En la siguiente entrevista a Yaiza Terré, entenderemos la importancia de este último reconocimiento en su capacidad de abrir el debate sobre la regeneración y la crisis habitacional en las ciudades. Al mismo tiempo, indagaremos sobre sus inspiraciones, intereses y motivaciones acerca de la recuperación y revalorización; comprenderemos su proceso de trabajo colaborativo y reflexivo; y abordaremos sus próximos proyectos y proyecciones para el futuro de las ciudades españolas.