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Arquitectos: Jorge Vidal Studio
- Área: 326 m²
- Año: 2022
La crisis urbana presenta muchos desafíos, pero también presenta oportunidades para que los arquitectos paisajistas ayuden a construir espacios verdes y ciudades más equitativas.
Como residente de Los Ángeles que no conduce, navegar por la ciudad a pie y en bicicleta siempre me ha hecho sentir que todo ese espacio es para mí.
Sin embargo, en los últimos dos meses, los angelinos han estado pecando en las calles, es como si descubrieran por primera vez que son capaces de explorar esta ciudad sin un automóvil. Si bien la mayoría de las playas y senderos de la ciudad estaban se encontraban cerrados (desde entonces se han vuelto a abrir), noté que el río LA se convirtió en el nuevo "lugar" de la ciudad para reuniones socialmente distantes. En una ciudad que carece de parques públicos adecuados, la gente está convirtiendo cualquier jardinera o acera en un respiro de la locura.
No es novedad que los arquitectos busquen la idea de integración entre el interior y el exterior, diluyendo los límites físicos y visuales en un intento de incorporar el paisaje a la arquitectura. Sin embargo, cuando se visita el terreno para el desarrollo del proyecto, pueden ocurrir dos situaciones diferentes: una locación urbana, sin vistas o elementos naturales; o la presencia de vegetación en el espacio, como árboles y piedras, por ejemplo. En el caso de este segundo, hay muchos proyectos que aprovechan la posición de cada uno de los árboles en el lugar para la inserción del objeto arquitectónico, respetándolos y creando nuevas vistas, a través de patios o asociados con el nuevo paisaje. Sin embargo, cada vez es más común que estos, a partir de estudios de la especie y el tamaño, compongan el interior, estando parcial o totalmente inmersos en el espacio.