El diseño sostenible es más que agua, energía y carbono. Para la arquitectura, está profundamente arraigada en la comprensión de los ciclos de vida y el cambio cultural sistemático. En los últimos treinta años, la palabra "sostenibilidad" comenzó a perder peso al transformarse en una palabra de moda poco definida. Pero las ideas detrás del término general han crecido y expandido, y a su vez, se están diseñando nuevos edificios icónicos para repensar lo que depara el futuro.
La incorporación de nuevas tecnologías en los diseños arquitectónicos ha expandido las posibilidades de diseño en los últimos años. La automatización en los procesos de construcción se puede utilizar tanto en estrategias urbanas a gran escala, como en demandas de menor escala, como en la construcción de residencias. Una de las formas más recientes en que la tecnología se ha integrado en el diseño de los lugares de trabajo es mediante la incorporación de inteligencia artificial, que utiliza datos que pueden "enseñar" a las máquinas cómo trabajar en diferentes niveles de autonomía.
El 50% de los desechos de los vertederos en Nueva Zelanda provienen de la industria de la construcción y demolición, y la demanda de viviendas en los próximos años y décadas está superando rápidamente cualquier posible suministro que podamos proporcionar con nuestros métodos de construcción actuales. En esta charla TEDx*, el candidato a PhD Ged Finch discute los problemas relacionados con la industria de la construcción de viviendas y propone una alternativa a lo que él llama un "modelo constructivo desechable". Las casas de hoy no están construidas para durar e incluso pueden llegar a enfermarnos. En cambio, su investigación se centra en un modelo completamente reinventado, sin desperdicios. Según él, utilizando tecnologías de fabricación digital es posible crear un conjunto de piezas de construcción optimizadas y reutilizables a partir de materiales naturalmente duraderos. Pero la solución técnica es solo una parte, afirma Finch. La verdadera clave es la ambición humana.
En 2018, la ONU publicó un artículo que afirmaba que el 55% de la población mundial ya vive en áreas urbanas, prediciendo que para 2050 este porcentaje alcanzaría el 68%. Esta tendencia hacia una mayor urbanización conlleva varias implicaciones con respecto a la degradación ambiental y la desigualdad social. Según National Geographic, el crecimiento urbano aumenta la contaminación del aire, pone en peligro las poblaciones de animales, promueve la pérdida de la cubierta arbórea urbana y aumenta la probabilidad de catástrofes ambientales, como las inundaciones repentinas. Es probable que los riesgos para la salud y los fenómenos catastróficos afecten en mayor medida a las poblaciones más pobres, ya que las ciudades más grandes tienden a presentar tasas más altas de desigualdad económica, y un crecimiento descontrolado tiende a producir distribuciones desiguales del espacio, los servicios y las oportunidades.
Para mitigar estos efectos negativos de la urbanización, los diseñadores y arquitectos están comenzando a priorizar cada vez más la sostenibilidad y la maximización del espacio disponible, permitiendo que más personas ocupen menos espacio con una huella más pequeña.
La madera maciza (o Mass Timber) está siendo aclamada como la solución al urgente problema de la sostenibilidad en la arquitectura: que los edificios representen casi el 40% del gasto energético global es un dato conocido. Pero la madera no es el único material renovable del mundo, y los arquitectos e ingenieros han comenzado a buscar en otros lugares posibles reemplazos del acero y el concreto. Una de las opciones que ha salido a la luz recientemente es el bambú laminado o de ingeniería, un material altamente sostenible y estructuralmente impresionante. A continuación, investigamos cómo se fabrica, cuáles son sus cualidades principales y cómo se compara con la madera.
A medida que avanza la crisis climática, los profesionales de la arquitectura, la ingeniería y el diseño sostenible han buscado implacablemente nuevas formas de mitigar los efectos negativos de la producción industrial moderna. Un grupo de innovadores, denominado Zero Mass Water, ha contribuido a este esfuerzo mediante la creación del "primer y único hidropanel del mundo", un dispositivo llamado SOURCE.
https://www.archdaily.mx/mx/932862/generando-agua-desde-la-humedad-del-aire-para-enfrentar-la-sequia-mundialLilly Cao
BIG acaba de lanzar su proyecto más reciente, Toyota Woven City, el primer desarrollo inmobiliario de la compañía en Japón. Ubicado al pie del monte Fuji, el proyecto, desarrollado en colaboración con Toyota Motor Corporation, es la primera incubadora urbana del mundo dirigida a impulsar el desarrollo de estrategias de movilidad.
El hormigón es el material con mayor intensidad de carbono que se encuentra en el entorno construido, y la tierra apisonada es una alternativa viable, al menos para proyectos de cierta escala. El estudio de arquitectura con sede en San Antonio Lake | Flato ha optado por la tierra embestida en dos de sus proyectos residenciales, como este en el oeste de Texas. Cortesía de Kyle Melgaard / Pilgrim Building Company
Los profesionales finalmente han comenzado a tomar en cuenta el carbono emitido por los nuevos edificios. ¿Será demasiado tarde?
He comenzado a llamarlo "momento de carbono"; cuando las campanas de alarma interna comienzan a sonar al registrar los devastadores costos ecológicos de cada superficie artificial a tu alrededor. Cada acera por la que has caminado, cada edificio por el que has entrado, y cada material dentro de esos edificios. Es el tipo de cosas que no puedes dejar de ver una vez que comienzas a buscar, el tipo de conocimiento que puede transformar una visión del mundo o el pensamiento de una oficina.
Diseñada y construida por el equipo de la Universidad Mayor, una vivienda social sustentable con espacios productivos y de comercialización, fue la ganadora de Construye Solar 2019, la tercera edición del concurso chileno organizado por la Ruta Solar.
https://www.archdaily.mx/mx/931821/conoce-las-viviendas-sociales-sustentables-ganadoras-de-construye-solar-2019ArchDaily Team
El estadio de fútbol más "verde" del mundo, diseñado por Zaha Hadid Architects, se construirá en Gloucestershire, Inglaterra, después de que el consejo local finalmente haya firmado el permiso para comenzar a trabajar.
El funcionamiento de las tejas solares ocurre de la misma manera que los paneles fotovoltaicos que ya se utilizan ampliamente en la construcción. La diferencia está en su montaje, ya que estos elementos son parte de la construcción del techo desde un inicio, es decir, conforman modularmente el nuevo techo mientras que los paneles se atornillan a un techo existente.
Las tejas están formadas por células fotovoltaicas que, cuando reciben luz solar, crean un campo eléctrico capaz de proporcionar energía eléctrica para su uso en el interior del edificio. Cada teja es conectada mediante cables al tablero de distribución de energía.
Aumento de la urbanización, producción excesiva de residuos, consumo desmedido de bienes materiales, explotación de los recursos naturales. Existen muchos factores que contribuyen al impacto ambiental de los seres humanos en el planeta Tierra. La escasez de materias primas y el uso de recursos no renovables ya es la realidad de algunos lugares, y la naturaleza ya no puede recuperar las energías renovables al mismo ritmo que se explota. El impacto de las actividades humanas es tan notable que los científicos han señalado que estamos viviendo en la nueva era geológica del Antropoceno (palabra griega para designar "la era reciente del hombre"). La industria de la construcción, en particular, es un importante consumidor de recursos y generador de residuos. En la Unión Europea, la construcción y el uso de edificios representa aproximadamente el 50% de la extracción de recursos y el consumo de energía, y aproximadamente un tercio de todo el consumo de agua. [1] En 2014, el 52% de todos los residuos se atribuyeron al sector de la construcción. [2]
Es común escuchar que la profesión de la arquitectura se basa en las mismas cosas: en los largos años de formación académica, en las noches de desvelo y en el pequeño mercado laboral en el que muchas personas compiten por los mismos puestos. Cuando crees que terminaste es cuando apenas comienzas. Pasan los meses o incluso los años trabajando frente a la computadora, haciendo miles de maquetas y modelos antes de ver alguno de ellos construido. Si hablamos de la rutina, los arquitectos están bastante bien entrenados y este tiempo de incesante trabajo en la oficina solo estimula la frustración.
Es por eso que la profesión se está diversificando cada vez más para brindar mejores oportunidades que permitan hacer algo más que modelos. Además, las habilidades desarrolladas durante la carrera en cuanto a sensibilidad espacial y comprensión de las demandas culturales y sociales de un lugar, se pueden utilizar de maneras muy interesantes y diversas. A continuación, 3 editores de ArchDaily hablan sobre su experiencia como arquitectos, por qué dejaron de diseñar edificios y nos cuentan sobre su trabajo actual.
Si una persona imaginara un entorno completamente relajado, lo más probable es que la primera imagen que se le venga a la mente es un lugar rodeado de naturaleza, algo cercano a un bosque, las montañas, el mar o un prado. Difícilmente imaginará una oficina o un centro comercial como una fuente de confort y relajación. Aún así, la mayoría de las personas pasan casi el 80-90% de su tiempo en interiores, moviéndose entre sus casas y sus lugares de trabajo.
Por esta razón, los arquitectos y diseñadores están recurriendo cada vez más a la 'biofilia' como una fuente de inspiración que promueve el bienestar, la salud y el confort emocional.
Que actualmente la población mundial está creciendo de manera exponencial es una verdad incuestionable. La lógica indica que este drástico aumento poblacional conducirá, en un futuro cercano, a un incremento en la demanda de recursos, alimentos y viviendas. Según la ONU, Para el año 2100 la cifra de 7.600 millones de habitantes del planeta Tierra se incrementará notablemente, alcanzando el valor de 11.200 millones.
Estos valores nos permiten intuir que en el futuro existirán nuevos requerimientos habitacionales, donde la necesidad de alojar a una gran cantidad de personas se convertirá en un problema de urgencia. Esta situación deberá acompañarse con un cambio del sistema doméstico actual, abandonando los modelos obsoletos e innovando para dar respuesta a este problema de escala mundial.