PATRIMONIO MODERNO y el desafío del terremoto.

Por Horacio Torrent- Presidente Docomomo Chile

Población Juan Antonio Rios. “Pagodas”. Hurtado, Geisse, 1953-1959

La arquitectura moderna nació como reivindicación por un estado de mejoría de la ciudad y la civilización. Las ideas sobre nueva arquitectura fueron al mismo tiempo ideas sobre nuevas ciudades cuyos modelos se basaron en la superación de los problemas sociales. Las relaciones entre la arquitectura moderna y la ciudad han sido complejas y muchas veces contradictorias. La verificación del estado social de las ciudades de principios de siglo, fue certera en cuanto a condiciones sanitarias y de hacinamiento, De ellos derivó la constitución de estándares mínimos para la vivienda y las propuestas de zonificación para disminuir las incompatibilidades de uso y goce del espacio urbano.

La arquitectura moderna fue parte de un mundo pleno de intenciones de transformación social, que involucraron tanto a la edificación, como a las formas de crecimiento de las ciudades. Pero también propusieron un cambio en la escala de las relaciones urbanas, principalmente consolidadas en grandes conjuntos de viviendas que asumieron la idea del predominio de un suelo libre y verde, y una mayor densificación posibilitada por los cambios tecnológicos en la construcción y en el equipamiento.

En Chile, las primeras viviendas masivas, atendieron con claridad a la configuración del espacio urbano: el Colectivo San Eugenio (DGOP, 1932), la Población Huemul, (Cordero, 1941), la Población Arauco (Secchi, Berlindis, 1940) y la Población Presidente Ríos (De la Barra, 1945) que fue un inmenso laboratorio tipológico extendido en el tiempo.

Los conjuntos de viviendas, tendieron a trazar las grandes líneas de composición urbana, por medio de esquemas puros y volúmenes aislados. Promovidos por organismos públicos como la CORVI, (Corporación de la Vivienda) y la CORMU (Corporación de Mejoramiento Urbano), propusieron paisajes urbanos nuevos, sobre bases de relaciones fuertemente abstractas y formas canónicas de la arquitectura de posguerra.

Resultó un gran cambio de escala en las formas modernas y en la presentación de las condiciones constructivas, generalmente en hormigón armado. Algunos de los más sobresalientes fueron: la continuidad de la villa Presidente Rios (Hurtado, Geisse, 1953-1959), la Población Exequiel González Cortéz o villa Olímpica (González, Mardones, Hegedus, Bravo, Poblete, et al 1960-63), la villa Presidente Frei ((Larraín, Larraín, Balmaceda, 1965-69), y la Unidad Vecinal Providencia (Barella, Eskenazi, 1965) en Santiago, el conjunto Playa Ancha en Antofagasta de Ricardo Pulgar (1957-68), y la Remodelación CORVI en Concepción (González, Iribarne, Mardones, Mardones, Poblete, 1965), para solo nombrar algunos ejemplos.

Los bloques de 240 metros y 7 pisos de altura de la Unidad Vecinal Portales (BVCH, 1954-64), el largo del edificio Caliche o las formas del edificio Huanchaca en la remodelación Playa Ancha en Antofagasta (Pulgar, 67-74), o las torres de la Remodelación San Borja (CORMU, 1968-73) significaron una nueva conciencia metropolitana de la que la arquitectura se hacía cargo por primera vez en Chile, y una confianza en la forma arquitectónica para asumir condiciones urbanas

Población San Eugenio. Dirección General de Obras Públicas- Caja de la Habitación Popular, 1932 -1936 Foto: Stéphane Franck.(2009)

Estos grandes emprendimientos urbanos introdujeron también espacios abiertos y verdes que no tenían una relación estrecha con las formas más tradicionales del trazado y el tejido urbanos, pero hoy son reconocidos como alternativas con carácter particular y lugares importantes para la vida urbana en densidad.

Los aportes de la arquitectura moderna se hicieron también explícitos frente a los movimientos geológicos que afectaron el país durante el siglo. Si el terremoto de Valparaíso en 1906 produjo la inserción definitiva de las tecnologías del hormigón armado en el país, el de Talca en 1928 permitió la transformación de los criterios de seguridad en las construcciones. Sería el de 1939, el que mayor trascendencia tendría para la arquitectura y el urbanismo modernos en Chile. Suscitó las mayores discusiones sobre las formas de reconstrucción urbana y proyectos alternativos, poniendo a la arquitectura incluso en un ámbito de debate público que no volvería a registrar en mucho tiempo. Pero no fue solo debate y propuestas vanguardistas. Las acciones para la reconstrucción tomarían forma por medio de nuevas condiciones institucionales: la creación de la Corporación de Reconstrucción y Auxilio (1939) –junto a la CORFO- en la que se radicarían contenidos del urbanismo moderno en la gestión del territorio.

Este terremoto del 2010, propone hacer frente a nuevas formas de generación de ciudades y edificaciones mejores y más seguras. La experiencia de la modernidad puede ayudarnos con el ejemplo.

Sobre este autor/a
Cita: Invitado. "PATRIMONIO MODERNO y el desafío del terremoto." 26 mar 2010. ArchDaily México. Accedido el . <https://www.archdaily.mx/mx/02-39615/patrimonio-moderno-y-el-desafio-del-terremoto> ISSN 0719-8914

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