En un mundo que enfrenta agotamiento ecológico y saturación espacial, el acto de construir ha llegado a representar tanto creación como consumo. Durante décadas, el progreso arquitectónico se midió por lo nuevo: nuevos materiales, nuevas tecnologías, nuevos monumentos de ambición. Sin embargo, hoy en día, la disciplina está cada vez más moldeada por otra forma de inteligencia, una que valora lo que ya existe. Los arquitectos y arquitectas están aprendiendo que hacer menos puede significar diseñar más, y este cambio marca la aparición de lo que podría llamarse una arquitectura de contención: una práctica definida por el cuidado, el mantenimiento y la elección deliberada de no construir.
El principio reconoce que el edificio más sostenible es a menudo el que ya existe, y que la transformación puede ocurrir a través de la preservación, la reparación o incluso la ausencia. Elegir no construir se convierte en un acto político y creativo, una respuesta a los límites materiales del planeta y a los límites éticos del crecimiento infinito. Esa arquitectura va más allá de la producción de nuevas formas para abrazar la continuidad, extendiendo la vida de las estructuras, los materiales y los recuerdos que ya habitan el mundo.
Con énfasis en impulsar nuevas ideas, creaciones y propuestas que definan un nuevo estándar en la arquitectura contemporánea, cada edición del Proyecto 10 de 10 de Porcelanosa México se concibe como una plataforma para explorar y aplicar materiales en proyectos de innovación. Diseñando desde lo esencial y creando sin imponer, la búsqueda se concentra en una arquitectura que respeta el ritmo del entorno, evoluciona con el tiempo y conecta desde lo esencial al crear sitios que respiran a través de materiales naturales respetando su esencia, textura y origen. Más allá de la estética de los materiales, la fusión con el entorno, las texturas y colores o mismo su relación con la luz natural forman parte de la experiencia sensorial de los espacios.
La reutilización adaptativa está pasando de la simple preservación a la revitalización activa, un proceso de rescate estructural y reprogramación de tipologías arquitectónicas cuyas funciones originales ya no son relevantes. La obsolescencia de los espacios arquitectónicos ocurre por diversas razones: cambios sociológicos, dejando espacios deshabitados; avances tecnológicos, eliminando maquinaria específica; y cambios económicos, haciendo que las funciones centralizadas sean necesarias. La estrategia de reutilizaciónse centra en lograr longevidad espacial y funcional a través de intervenciones mínimas, permitiendo que la estructura original sirva como el ancla de memoria del proyecto.
Esta ola de reutilización adaptativa trata la estructura histórica como un recurso limitado, priorizando la permanencia estructural sobre la estética superficial. Los diseñadores están participando en una especie de proceso arqueológico al exponer la esencia estructural original: la madera pesada, el concreto crudo o la mampostería monumental. Las intervenciones se limitan a satisfacer nuevas necesidades programáticas, apareciendo a menudo como una inserción independiente dentro de la envolvente antigua. Este contraste redefine la vida útil del edificio no como una narrativa singular, sino como una historia en capas de eventos continuos.
La arquitectura jamás dejará de buscar la funcionalidad, pues en ella reside uno de sus principios esenciales. A esta condición se suman factores como la estética y la operatividad, que también influyen en la valoración del diseño contemporáneo. Con el tiempo, el concepto de funcionalidad ha evolucionado, extendiéndose más allá de la resolución y la eficiencia, vinculándose con la creación de experiencias. Así, la calidad de un ambiente depende tanto de su diseño como de la forma en que sus elementos y sistemas se articulan para generar una experiencia global de habitar. Innovar, en este sentido, implica concebir entornos fluidos e intuitivos, donde cada componente contribuya a que la vivencia sea natural y segura, algo especialmente relevante en espacios de uso cotidiano como los baños.
https://www.archdaily.mx/mx/1034480/de-lo-funcional-a-lo-sensorial-como-se-disena-la-experiencia-de-un-bano-sin-contactoEnrique Tovar
Entendiendo el rol actual de la cocina como lugar de convivencia, ocio y experimentación en la vivienda, el diálogo entre tecnología y arquitectura adquiere relevancia al aportar movimiento, adaptabilidad y flexibilidad a espacios domésticos. Si bien las cocinas representan la esencia de diferentes culturas preservando desde recetas antiguas y procesos hasta herencias y tradiciones, la arquitectura de estos espacios da lugar a integrar desde acabados de materiales innovadores hasta tecnologías invisibles combinando resistencia, eficiencia energética y diseño.
Detrás de capas de yeso, pintura y acabados se encuentra una intrincada red de tuberías, conductos eléctricos, vigas y otros elementos estructurales que hacen funcionar y mantener en pie un edificio, pero que permanecen invisibles a la mirada cotidiana. Dentro de estas capas, se acumulan trazas de diferentes períodos: sistemas reemplazados, adaptaciones improvisadas y soluciones técnicas que alguna vez respondieron a contextos y urgencias específicas. En la reutilización adaptativa, el mayor desafío a menudo comienza incluso antes de que comience la construcción, que es entender qué hay dentro cuando existe poca o ninguna documentación confiable. Durante una renovación, sorpresas agradables o desagradables son inevitables. Lo inesperado es parte del proceso, pero también representa costos, retrasos y factores de riesgo que generalmente desaniman a inversores y profesionales de participar en este tipo de proyectos.
Existe una creciente conciencia sobre la sostenibilidad—y el costo ambiental de demoler prematuramente edificios seguros y estructuralmente sólidos solo para reemplazarlos con nuevas construcciones. En la carrera más amplia por reducir las emisiones de carbono, las corporaciones e instituciones están poniendo mayor énfasis en el desempeño ESG (impacto ambiental, responsabilidad social y gobernanza). Muchos ahora requieren contabilidad de carbono, establecen objetivos de "neutralidad de carbono", o compran créditos de carbono para compensar sus huellas.
Este cambio, junto con una ola de proyectos ejemplares de reutilización adaptativa en todo el mundo—el Tai Kwun de Herzog & de Meuron en Hong Kong, Powerhouse Arts en Brooklyn, The Ned Doha de David Chipperfield, y las transformaciones de fábricas de Xu Tiantian, canteras, y fortalezas de tierra apisonada en China—ha acelerado una seria reconsideración de la reutilización como una estrategia de desarrollo primaria. Sin embargo, a pesar de sus muchos beneficios, la reutilización adaptativa aún no es tan predominante como podría ser. ¿Por qué y cuáles podrían ser los principales obstáculos y tensiones?
En muchas partes del mundo, la lejanía no solo se define por la distancia. Puede describir un asentamiento montañoso alejado de la infraestructura o un barrio urbano y suburbano en los márgenes de la visibilidad y la oportunidad. A través de estos diversos contextos, la biblioteca ha sido una de las tipologías más vitales—un espacio donde la arquitectura encarna los modos de accesibilidad, inclusividad y cuidado comunitario.
Tras una edición marcada por el dinamismo, la innovación y el fortalecimientode alianzas estratégicas, Obra Blanca concluye su sexta edición con un formato que combina exposición, una agenda de contenidos y espacios de negocios. Más de 20,000 profesionales del sector de los acabados y productos de diseño para la arquitectura se reunieron en la búsqueda de transformar la arquitectura y el diseño en México.
Frente a la combinación del crecimiento demográfico, la prosperidad económica y la expansión de las áreas urbanas, un notable aumento en los flujos de personas y bienes acompaña el desarrollo de las diferentes formas de movilidad disponibles en el entorno urbano. A medida que avanzan las tecnologías y los medios de transporte evolucionan, la reutilización adaptativa de vagones de trenes, cabinas de aviones y demás infraestructuras de servicios expone la oportunidad de desarrollar su potencial creativo. Materiales, tecnologías y herramientas de diseño se funden bajo un objetivo común: reacondicionar y reutilizar estructuras en desuso para darles una nueva vida.
La diplomacia cultural se refiere al uso de la expresión cultural y el intercambio creativo para fomentar el entendimiento y construir relaciones entre naciones. En este contexto, la arquitectura ha desempeñado durante mucho tiempo un papel distintivo. Más allá de sus dimensiones funcionales y estéticas, sirve como un medio de comunicación, un lenguaje a través del cual los países expresan identidad, valores y ambición en el escenario global.
La arquitectura opera como una forma de poder blando — persuasiva más que coercitiva — permitiendo a las naciones proyectar influencia a través de una presencia material. Desde embajadas modernas en la era de la posguerra hasta pabellones monumentales en exposiciones mundiales, los gobiernos e instituciones han reconocido el potencial del entorno construido para moldear la percepción. Al encargar a arquitectos/as prominentes y adoptar lenguajes de diseño específicos, los países han utilizado la arquitectura para señalar modernidad, tradición, innovación o estabilidad.
El centro cultural constituye una tipología arquitectónica que ha despertado un especial interés entre profesionales de la arquitectura y el urbanismo durante décadas. Ya sea por su programa multifacético, por su escala a menudo emblemática o por el potencial de transformar el contexto urbano en el que se inserta, se trata de un tipo de edificación que concentra una gran carga simbólica y proyectual. La amplia difusión de referencias internacionales — muchas de ellas firmadas por arquitectos y arquitectas de renombre — refuerza el aura de prestigio asociada a este programa, frecuentemente considerado un territorio privilegiado para la experimentación formal y conceptual. No es casualidad que los proyectos de centros culturales figuren entre los temas más recurrentes en concursos, exposiciones y talleres académicos.
Sin embargo, detrás de esta fascinación contemporánea, hay una historia compleja, en la cual la noción de espacio destinado a la cultura ha ido siendo redefinida hasta asumir las configuraciones que hoy reconocemos. Una continua actualización que invita a reflexionar no solo sobre el recorrido histórico de estos espacios, sino también sobre las posibilidades que delinearán su futuro.
Nicolás Valencia conversa con la arquitecta chilena Romy Hecht, decana del College UC y autora de El alma del verdor de Santiago, (Orjikh editores, 2025), donde indaga en la naturaleza del paisaje de la capital de Chile, examinando sus orígenes e identificando a los actores a cargo del cultivo de especies exóticas y de la confección de geometrías de plantación que, una vez enraizadas, construyeron la identidad y el carácter de Santiago.
https://www.archdaily.mx/mx/1035036/el-origen-de-los-parques-de-santiago-segun-romy-hechtArchDaily Team
El diseño de baños públicos ha estado vinculado históricamente a satisfacer una necesidad común de higiene, salud y bienestar en las comunidades. Condensando diferentes espacios, materiales y elementos de aseo en sus tipologías, la arquitectura de los baños públicos ha ido adaptándose a las demandas actuales de higiene, cuidado y estética. Desde lavamanos, inodoros y bebederos hasta sistemas de mamparas, duchas, mudadores o salas de lactancia, protagonizan la dinámica de estos espacios. Sea en aeropuertos, parques, clínicas, hoteles u otros sitios, estos elementos buscan brindar privacidad y confort, desarrollar soluciones eficientes de limpieza e integrar criterios de accesibilidad en todos sus componentes con el apoyo de herramientas y tecnologías contemporáneas.
Celebrada en Pamplona del 23 al 26 de septiembre, la Bienal de Arquitectura Latinoamericana 2025 reunió a estudios emergentes y voces consolidadas del continente. La edición destacó por la calidad y diversidad de las prácticas seleccionadas: proyectos de gran riqueza formal y conceptual, desarrollados por estudios jóvenes pero de una solidez admirable, que reflejan la madurez y vitalidad del panorama arquitectónico latinoamericano actual.
Nicolás Valencia conversa con la arquitecta española Marina Otero Verzier, ganadora del Wheelwright Prize 2022, sobre su investigación en torno al costo material y extractivo de la nube digital, un tema que desarrolla en su libro En las profundidades de la nube, publicado en 2024 por Ediciones Asimétricas.
https://www.archdaily.mx/mx/1035034/data-centers-cajas-ciegas-y-nubes-digitales-segun-marina-otero-verzierArchDaily Team
¿Qué papel cumple el mobiliario urbano en el espacio público? Acorde a los comportamientos humanos en sociedad, el diseño de los espacios públicos se enmarca dentro de una investigación compleja que comprende, además del análisis de usos, la participación de la comunidad, el estudio de las condiciones climáticas y geográficas, la economía de recursos, entre tantos otros factores, la selección de equipamientos y elementos urbanos adecuados para satisfacer las necesidades de una gran proporción de la población. Como sostiene el arquitecto y urbanista español Oriol Bohigas Guardiola, la arquitectura además de un arte es un servicio directo a la sociedad. Por ende, la armonía entre las múltiples disciplinas que intervienen al mismo tiempo debería consolidar herramientas que mejoren y/o faciliten la vida en comunidad. Comprender el rol que ocupa el mobiliario urbano al colaborar en el desempeño de ciertas actividades según su manera de disposición, sus dimensiones, su materialidad y vida útil a largo plazo forma parte importante del funcionamiento actual y a futuro de los espacios urbanos.
Históricamente—al igual que otras formas culturales—la arquitectura ha sido documentada, compartida y promovida principalmente a través de la impresión. Libros, revistas y periódicos llevaron los argumentos e imágenes de la disciplina, y debido a que la práctica arquitectónica depende en gran medida de la comunicación visual, las revistas impresas crearon un puente entre las publicaciones académicas y las revistas comerciales. A lo largo de las décadas posteriores a la guerra, volúmenes bellamente producidos curaron un punto de vista colectivo, señalando lo que el campo consideraba en términos generales digno de discusión o ejemplar.
A través de los principales centros culturales, un puñado de publicaciones moldeó este discurso: sus perspectivas eran típicamente sofisticadas, profesionales y cuidadosamente editadas—destilando una producción global indisciplinada en una pequeña constelación de proyectos notables. El sistema privilegiaba ciertas prácticas y geografías, pero también amplificaba la arquitectura para audiencias más amplias. Los edificios comenzaron a instalarse en la imaginación pública; los viajes culturales—viajes realizados expresamente para experimentar la arquitectura—pasaron de ser una rareza a convertirse en un ritual.
A medida que los países en África emergieron del colonialismo a mediados del siglo XX, muchos expresaron sus identidades independientes a través de la arquitectura. Este proceso continúa varias décadas después, ejemplificado por varios nuevos museos en África Occidental, recientemente completados o en proyecto. Aunque varían en propósito y forma, tienen algunos objetivos comunes: abordar la necesidad de restitución de muchos artefactos tomados durante el colonialismo y que en su mayoría se mantienen en museos europeos; y definir un museo con identidad local en oposición a una importación no contextual.
El ruido de las conversaciones superpuestas, las luces intermitentes de una cartelera, los pasos apresurados en la acera y el constante martilleo de una obra cercana: los espacios públicos a veces se perciben como entornos donde los estímulos se acumulan y con frecuencia nos sobrepasan. Cada persona percibe y responde a estos impulsos sensoriales de manera distinta, y reconocer la neurodiversidad significa comprender que algunos individuos requieren más tiempo para adaptarse, recorridos a ritmo más lento o interacciones más graduales con su entorno. Estos encuentros plantean preguntas fundamentales sobre el espacio público contemporáneo: ¿cómo puede acoger la diversidad de formas en que las personas lo perciben y lo habitan? ¿Cómo podemos imaginarlo como un espacio que abraza todas las maneras de experimentarlo?
Grupo de construcción para Circo-lô en la Asociación IDE, en Botucatu | SP. Foto: Tomaz Lotufo
Históricamente, las primeras universidades del modelo contemporáneo fueron implantadas en Europa como instituciones orientadas a la formación de élites para servir al Estado y a la Iglesia, y no para promover la emancipación social. Con el avance del capitalismo, se consolidaron como espacios privilegiados de producción y reproducción de la cultura occidental moderna. Sin embargo, a partir de la década de 1960 —especialmente después de las revueltas estudiantiles de mayo de 1968—, el énfasis académico se volvió hacia valores relacionados con el mercado, reemplazando los ideales humanistas y críticos. Las ciencias humanas perdieron espacio, mientras que las áreas técnicas pasaron a ocupar un lugar central, muchas veces alejándose de la reflexión crítica sobre el impacto social de sus prácticas.
¿Qué es la arquitectura? Para algunos, su función tradicional es reunir imaginación, conocimiento técnico y capacidad de resolución, permitiendo a los arquitectos proyectar y construir mientras equilibran las ideas con los medios para llevarlas a cabo. Desde la piedra y la madera de las primeras construcciones hasta el acero y el hormigón del siglo XX, cada época exigió no solo comprender la forma, sino también las propiedades y el potencial de los materiales empleados. Este dominio de los materiales siempre ha sido una parte esencial del proceso creativo, aunque su alcance estuvo limitado por los saberes y las tecnologías disponibles.
Con el tiempo, ese equilibrio ha comenzado a cambiar. Los arquitectos han pasado de limitarse a utilizar materiales a diseñarlos activamente, aplicando principios científicos y experimentando con procesos biológicos, químicos y computacionales. Esta evolución ha ampliado las posibilidades de la arquitectura, entrelazando naturaleza, tecnología y arte, mientras impulsa el rol del arquitecto hacia una dimensión más experimental y guiada por la ciencia, en la que la manipulación y creación de materiales se convierten en el núcleo del acto creativo y no solo en un medio para alcanzar formas o estructuras.
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Cortesía de Cortesía de La Feria De Diseño Medellín
Hacer preguntas es el primer paso para cuestionar lo que damos por hecho y abrir nuevas posibilidades para planear y construir. Estas preguntas, valiosas por sí mismas, adquieren mayor fuerza cuando se comparten y se examinan desde diferentes perspectivas. Al intersectar con las experiencias de profesionales y marcas, tejen miradas que enriquecen la discusión. Las ferias y eventos de diseño en todo el mundo se han convertido en espacios donde estas conversaciones cobran impulso, favoreciendo las conexiones y fomentando dinámicas colaborativas. En este panorama, Colombia se ha consolidado como un punto de encuentro, funcionando como plataforma que impulsa la arquitectura y el diseño en Latinoamérica y el Caribe, al tiempo que proyecta la voz de la región en el escenario global.