Los estudiantes del TUCO (Taller Urbano Colectivo) 6° Nivel FADA PUCE (Quito, Ecuador) a cargo del arquitecto Hernán Orbea Trávez, han entrevistado a Sergio Fajardo, alcalde de Medellín entre 2004 y 2007. Reconocido por su relación como político con el diseño urbano y arquitectónico, Fajardo ha sido un actor clave en su transformación, que por décadas estuvo marcada por la violencia, la desarticulación social y el narcotráfico.
Hoy, la segunda ciudad más poblada de Colombia, muestra otra cara: es una urbe pujante, emprendedora y visionaria, gracias a la transformación, desde todos los ámbitos, impulsada por Fajardo en su gestión. La arquitectura fue una de las disciplinas que formó parte de ese proyecto político que cambió a Medellín, desplazó al miedo de sus espacios públicos, y poco a poco fue recuperando la esperanza y reconstruyendo el tejido social.
En marzo del 2009, el proyecto de desarrollo “Medellín, la más educada”, implementado en la gestión de Fajardo, fue galardonado con el premio City to City Barcelona FAD, de la entidad española Fomento de las Artes y del Diseño. En el campo educativo, el aporte arquitectónico fue clave. En palabras del político colombiano: “la calidad de la educación empieza por la dignidad de los espacios”.
Desde Medellín, Sergio Fajardo explica su postura sobre cuál es la influencia que puede llegar a tener la arquitectura, articulada con la política, en el desarrollo urbanístico de una ciudad.
Típicamente la arquitectura elude reflexiones profundas acerca de la pertinencia política y la factibilidad financiera para sus proyectos. ¿De qué manera se puede modificar ese hábito para lograr proyectos con gestión técnica eficiente y eficaz dentro de una estrategia política limitada en el tiempo y con los recursos disponibles?
Sergio Fajardo (SF): El proyecto no es la arquitectura. La arquitectura participa en el proyecto político de transformación. Cuando aparece la arquitectura con el urbanismo, con la planificación, tiene un objetivo muy claro sobre qué es lo que tenemos que hacer y cuáles son los conceptos fundamentales sobre los cuales vamos a construir esa intervención. No es el arquitecto externo que llega a hacer una mirada cosmética o elegante, sino que hace parte de equipos que están en una transformación social, que tiene una condición de transformación política. Los arquitectos que trabajan con nosotros tienen que entender que parte de todo ese trabajo es entender las comunidades, la historia y el proyecto político. Esa aproximación física, directa, fue fundamental para mi espíritu como líder, para ir avanzando y entendiendo.
En la parte política, habiendo empezado a estudiar con interés la ciudad como referente regional del desarrollo urbano, por sus logros en planificación de proyectos con alta conciencia social, ¿cuáles cree que han sido las estrategias más radicales para ser un referente de estudio para políticos en la región?
SF: Muchas veces no se ve, porque la gente va llegando y va mirando la expresión física de la ciudad. Pero nada de esto hubiera pasado sin un cambio político. Lo que pasó en Medellín, ocurrió porque éramos nosotros, porque nos metimos a la política, por la forma como entendíamos la política, lo público, el desarrollo, todo esto. Esa es la clave. Es entender que es la política lo que le da sentido a las transformaciones. Ahora, si se entiende eso y se hace una política con una mentalidad diferente, aparecen otras tantas disciplinas porque en todos esos proyectos urbanos no solo trabajan arquitectos, también sociólogos, psicólogos y otros profesionales. Me parece muy bonito eso para la arquitectura, como participaron dentro de todas estas cosas.
Sabiendo que las circunstancias en América Latina de la educación son muy deficientes, ¿cómo esta puede ser el motor potencial de una transformación integral de una comunidad, para ir de un instrumento con mero valor estadístico hacia un valor tangible que genere conciencia y acción?
SF: Tenemos que ser capaces de llegar a la escuela para construir un plan de trasformación y sabemos que la calidad de la educación empieza por la dignidad de los espacios; cómo en esa sociedad que ha sido la sociedad de la violencia, de la destrucción de todo, hacemos de la escuela el símbolo donde empieza la transformación, un nuevo espacio que rompe con la anatomía. Entonces, lo que estamos haciendo es la transformación física, que va acompañado por la transformación social, y empezamos a recuperar la escuela como el espacio fundamental para encontrarse.
Con una perspectiva de una participación política y que alcanza esa mayoría de edad (18 años), ¿cómo define ahora a Medellín y Antioquia, y qué decirles a los arquitectos sobre su misión en sociedades como las nuestras?
SF: Lo que nosotros hemos hecho es ser testimonio de lo que significa la dignidad y el espíritu humano, un ejemplo de que las cosas se pueden transformar, que los ideales tienen sentido, que los sueños se pueden hacer, que la decencia es parte de la sociedad. Visibilizar la capacidad de nosotros, los seres humanos, de transformarnos de una mejor manera.
Entrevistada realizada por: Rodrigo Saltos, Thalía Montero, Aurelio Peñaherrera y Hernán Orbea (Mediador).
Taller: TUCO Taller Urbano Colectivo 6° Nivel FADA PUCE
Profesor a cargo: Hernán Orbea Trávez. Arquitecto, Profesor Principal FADA PUCE y Director de OBRA Studio.
Edición de entrevista: Patricia González Chacín, periodista
