Las redes sociales en la construcción colectiva de la memoria urbana: el caso de #RobinHoodGardens

En esta ocasión, Beatriz Coeffé Boitano nos presenta parte de la tesis “Brutalism Revival: media as active spaces of urban memory” de su Magíster de Arte y Gestión Cultural de King’s College London. En esta se reflexiona sobre el registro y la construcción de un discurso colectivo en torno a la memoria urbana a través de las plataformas de redes sociales, señalando para este caso, la experiencia en la demolición del edificio brutalista Robin Hood Gardens de Alison & Peter Smithson.

© Beatriz Coeffé Boitano

De acuerdo a Kester Rattenbury (2002) y su planteamiento en el libro This is not architecture, la arquitectura y su relación con sus representaciones es “peculiar, potente y absolutamente crítica”. Estas construcciones a través de los medios; dibujos, fotografías, artículos, conferencias, libros y películas, definen lo que consideramos bueno, malo, de moda o popular, y por lo tanto afecta en cómo interpretamos y valoramos la arquitectura.

En el último tiempo, el Brutalismo ha estado viviendo un fenómeno de resurgimiento no sólo a través de los medios tradicionales, sino que también en aquellas plataformas que permiten la libre expresión; las redes sociales. Desde que el término fue acuñado en los 50’s por los arquitectos Alison & Peter Smithson, el movimiento y los edificios asociados a este siempre han tenido detractores y aliados.

© Beatriz Coeffé Boitano

Después de años de olvido, inesperadamente el Brutalismo ha ganado fuerza y visibilidad, algunos de sus edificios emblemáticos empezaron a resonar debido a requerimientos de mantención, procesos de demolición y regeneración urbana. El interés ha aumentado exponencialmente, y junto con el surgimiento de la temática a nivel disciplinar, se ha construido una imagen del movimiento a través de exhibiciones, conferencias, publicaciones y merchandising de productos como ropa, muebles, e incluso cócteles con la etiqueta de lo brutal.

Los Smithsons, que escribieron mucho y construyeron poco, se manifestaron contra la perspectiva puramente estética del término, enfatizando la esencia ética del movimiento que plasmaron en el conjunto de Robin Hood Gardens terminado en 1972.

© Beatriz Coeffé Boitano

El proyecto emplazado en el barrio de Poplar al este de Londres, ha sido foco de interés desde el 2007 cuando el proyecto de regeneración “The Blackwall” solicitó un permiso de inmunidad para congelar cualquier intento de protección patrimonial, tras esto la Twentieth Century Society solicitó en tres oportunidades salvar el edificio, lo cual fue negado en última instancia en el 2015 cuando el conjunto fue condenado a demolición.

En este largo proceso, el mundo de la arquitectura se ha expresado a través de videos documentales, exhibiciones y libros que reflejan las diferentes y a veces contrastantes posiciones en torno a la obra de los Smithsons.

Sin embargo, tras el anuncio de demolición, un público no necesariamente académico se empezó a manifestar a través de plataformas más abiertas y accesibles, uno de las más utilizados fue Instagram.

La red social cuenta con más de 2,000 posts a la fecha con el hashtag #RobinHoodGardens, de los cuales más de 1,600 fueron realizados posterior al anuncio de demolición el día 4 de agosto del 2015. Una primera aproximación a un análisis cuantitativo demuestra el impacto en redes sociales del comienzo de la demolición, que se realizó entre noviembre y diciembre del 2017.

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Un análisis más detallado sobre las publicaciones [1], indica que la mayor parte de estas imágenes corresponden a fotografías insitu tomadas por los mismos usuarios que las publican. De estas últimas, casi un 70% son imágenes que usan un filtro evidente y un tercio de estas son blanco y negro. Por otra parte, el análisis del contenido textual de las publicaciones en inglés (96% del total), arroja que la demolición es el tema más frecuente.

Estas publicaciones se asocian a imágenes del edificio siendo derribado y las intenciones declaradas en los textos tienen que ver con despedir o documentar el momento. Palabras como “caída”, “destino”, “reemplazo” y “despedida” son característicos de estos posts. En segundo lugar, están aquellos que destacan la relevancia del material y la composición de la fachada del edificio, esto se expresa a través de fotografías previas o posteriores a la demolición que muestran la obra disociada del contexto y en cuyos comentarios aparecen las palabras “concreto”, “fachada” o “geometría”. A continuación, se profundizará en cómo las expresiones de trauma por la demolición de Robin Hood Gardens se vinculan a la arquitectura y la ciudad. Por otra parte, se intentará dilucidar de qué manera el uso de esta red social resignifica el conjunto a través del uso extensivo de filtros de envejecimiento fotográfico.

Paul Connerton (1989, p.6) plantea que “todos los comienzos contienen un elemento de recolección” y esto se da particularmente cuando un grupo social se esfuerza por empezar todo desde cero. En el caso de Robin Hood Gardens, esta reacción a la demolición a través de la captura de los momentos en los que el edificio es destripado dejando ver el interior de los departamentos y sus decoraciones, en conjunto con sentidos comentarios que denotan el shock y tristeza que sienten por la situación, logran registrar y construir un discurso colectivo.

© Beatriz Coeffé Boitano

La experiencia arquitectónica puede afectar profundamente al sujeto que la visita. Las visitas de Le Corbusier o incluso Freud, a la Acrópolis derivaron en escritos y planteamientos que van más allá de la admiración turística. El shock manifestado en los posts, está estrechamente relacionado con la experiencia de la ciudad moderna. Mark Crinson (2005), quien estudia la memoria urbana en el mundo contemporáneo, plantea que la experiencia traumática no se activa solamente en eventos catastróficos sino que también con las dinámicas actuales de la ciudad. Estas activan una paradójica dualidad emocional; los usuarios son afectados traumáticamente por la alteración de la ciudad, pero al mismo tiempo dispuestos a participar del evento, tomar la foto, documentar el momento y preservar la imagen para satisfacción personal. La red social Instagram, con su capacidad para visibilizar el diario vivir de los individuos, colabora con el proceso de “externalización”, es decir, abrir las memorias personales a un colectivo, generando la sensación de un grupo de soporte como también construyendo elementos comunes de la memoria cultural.

Instagram es entonces, no solo un canal por en el cual se transmiten y registran nuestras vidas, sino que un medio activo en el cual se construye una idea de la arquitectura, y a través del cual se entenderá y recordará Robin Hood Gardens en el futuro. Esta masiva construcción visual del conjunto ha cargado al edificio de una repentina valorización. Una imagen idealizada, atrajo a cientos de personas, que observan Robin Hood Gardens como un icono cultural, un lugar al que peregrinar antes de su completa desaparición.

Esta imagen se ve reforzada por publicaciones de imágenes en blanco y negro, el mejor y más básico efecto de envejecimiento de las fotografías.  Diversos autores señalan que la posibilidad instantánea de envejecer las imágenes contemporáneas provocan un sentimiento de nostalgia que las imágenes digitales carecen. Por otro lado, cabe destacar la estrecha y duradera relación que ha tenido la fotografía moderna y la arquitectura. El objetivismo iniciado por la fotografía moderna, permitió enfatizar aspectos esenciales de las obras modernas, comunicando los ideales y el espíritu utópico de estas. Los edificios capturados como objetos bajo la luz, con altos contrastes de sombras, una rigurosa simetría, indiferentes del detalle y el uso, esconden por otro lado las imperfecciones y falencias de la arquitectura.

Los discursos que emergen del uso del Instagram nos hablan no solo de cómo demostramos nuestro aprecio hacia algunos objetos arquitectónicos en el mundo contemporáneo, sino que también en cómo están plataformas activan nuevos procesos psicológicos.

Mike Chopra-Gant (2016), investigador de los medios, la cultura y las comunicaciones, señala que esta masiva necesidad de registrar momentos tiene que ver con el concepto de “experiencing self”, es decir, que las personas disfrutan más el presente si saben que lo podrán recordar.

Esto nos invita a pensar que más allá de querer establecer un sentimiento común y aunar fuerzas en torno a Robin Hood Gardens, existen necesidades emocionales individuales que motivan este fenómeno.

Derivado de este estudio, se pudo apreciar también como la nostalgia, la sensación de pérdida y anhelo por el pasado, está motivado por una idealización de la arquitectura brutalista. Esta construcción común del conjunto, enfatiza casi exclusivamente los hechos arquitectónicos (arquitectos, estilo, contexto histórico), exaltando a Robin Hood Gardens como una obra perfecta, un objeto de arte, un fetiche. Al hacerlo, ocultan el proceso natural del tiempo; la realidad de la degradación social y el deterioro de los materiales. La mayoría de las publicaciones analizadas no muestran a las personas que usan los espacios, como si el edificio estuviera desierto o congelado en el tiempo. El hecho de que la arquitectura se muestre y se valore únicamente por sus aspectos arquitectónicos debilita el discurso de protección de la herencia brutalista y, al hacerlo, vuelve a establecer la duda original planteada por Reyner Banham (1966) sobre si el brutalismo es ético o estético.

[1] Para cubrir una muestra factible de análisis en el periodo de tiempo del estudio, se analizaron con ayuda del software 4kStogram, las publicaciones entre el 4 de agosto del 2015 (el día en que se anunció la demolición del edificio) y el 26 de mayo del 2018 (Apertura de la muestra “A ruin in reverse en la Bienal de Arquitectura de Venecia). Para cubrir una muestra equitativa a lo largo del período, se examinaron las primeras 10 publicaciones de cada mes (34 meses en total), es decir, 340 de las 1,613 publicaciones disponibles entre el rango de fechas. Todas las publicaciones analizadas provienen de cuentas abiertas (públicas), y por lo tanto no tienen restricción de confidencialidad.

Referencias

  • Chopra-Gant, M., 2016. Pictures or It Didn’t Happen: Photo-nostalgia, iPhoneography and the Representation of Everyday Life. Photography and Culture. 9 (2), pp. 121–133.
  • Connerton, P., 1989. How societies remember. Cambridge: Cambridge University Press. p.6.
  • Crinson, M., 2005. Urban Memory: History and Amnesia in the Modern City. Abingdon, Oxon, UNITED KINGDOM: Routledge.
  • Rattenbury, K. (ed.), 2002. This is not architecture: media constructions. London: Routledge. p.xxi.

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Sobre este autor/a
Cita: Beatriz Coeffé Boitano. "Las redes sociales en la construcción colectiva de la memoria urbana: el caso de #RobinHoodGardens " 23 may 2019. ArchDaily México. Accedido el . <https://www.archdaily.mx/mx/917680/las-redes-sociales-en-la-construccion-colectiva-de-la-memoria-urbana-el-caso-de-number-robinhoodgardens> ISSN 0719-8914

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